Desconfianza en la alternativa al gobierno

Las noticias sobre el informe de la UCO que implican a Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, en presuntos cobros de comisiones de contratos públicos, es una triste noticia más de las presuntas corruptelas en las que se ven involucrados muchos políticos (de todas las ideologías) y muy característico de la tradición española, que parece formar parte de nuestra genética.

El caso Koldo y Ábalos, al que se une el que ha sido secretario de organización socialista, ha invadido la vida política en los últimos tiempos, aunque, simultanea sus corruptelas con otros que sus dirigentes quieren obviar para que pasen desapercibidos, pero son tan graves o más que lo que está apareciendo de Koldo, Ábalos y Cerdán.

Por su parte, el presidente Pedro Sánchez, secretario general del PSOE compareció ante los medios de comunicación para “pedir perdón a los ciudadanos” por estos escándalos presuntamente cometidos por los dirigentes socialistas. Una comparecencia que, a mi juicio, ha sido insuficiente para poner de manifiesto ante la ciudadanía los hechos que han dado lugar al caso, por lo que son necesarias más explicaciones ante los ciudadanos, que siempre somos las víctimas directas de la obligación que tienen los servidores públicos de la transparencia en la gestión de los intereses colectivos. Las conductas más graves de los servidores públicos son las que tienen que ver con la prevaricación y la malversación, amén de conductas igualmente reprobables de crímenes de Estado, genocidio crímenes de guerra y de lesa humanidad y conductas negligentes en la gestión que provocan lesión o puesta en peligro de los bienes jurídicos más importantes, no sólo individuales como la vida, la integridad física o psicológica, la libertad, sino también colectivos, como el patrimonio, el orden socioeconómico, delitos contra la Hacienda Pública o contra el Medio Ambiente.

Ahora bien, aunque considero que las explicaciones dadas por el presidente del gobierno han sido insuficientes, la comparecencia de Feijóo me ha parecido un esperpento más, ridícula y típica de este personaje. Lástima que Valle Inclán no hubiera conocido a Feijóo, porque le hubiera inspirado más aún que los personajes de “Luces de Bohemia” que tanto caracterizaron su inconfundible estilo literario. Digo esto porque yo pensé que dado que Pedro Sánchez comenzó su alocución pidiendo “perdón” a los ciudadanos por las presuntas corruptelas cometidas por el secretario de organización socialista, creí –ingenuo de mí- que Feijóo iba a recoger el guante y a decir, en primer lugar, que habiendo comparecido el secretario general socialista para pedir “perdón”, él también lo haría, por las muertes de la DANA, en Valencia y de los mayores en las residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia, en las que presuntamente hubo negligencia por parte de los responsables : Mazón, por no activar las emergencias a tiempo, a pesar de los avisos, en la tragedia meteorológica de la DANA y Ayuso por los “protocolos de la vergüenza”, en virtud de los cuáles no se permitió sacar a mayores de las residencias de mayores y derivarlos a los hospitales durante la pandemia de la COVID-19. Como consecuencia de ello, los mayores (casi 7.300) fallecieron con todo el sufrimiento y sin posibilidad de tener acceso a medios paliativos que hubieran atenuado los dolores y padecimientos en el trágico final de sus vidas. Hubiera sido una buena oportunidad para que Feijóo solicitara la dimisión de ambos presidentes autonómicos, pero no lo hizo.

Por otra parte, Feijóo ha evidenciado, una vez más, su incapacidad para ser alternativa de gobierno. No se atreve a presentar una moción de censura porque sabe que no iba a prosperar ni siquiera en estos momentos delicados para el presidente del gobierno. Y si nadie apoya a Feióo más que VOX, es para hacérselo mirar. Feijóo sabe que si negocia con formaciones políticas la presentación de una moción de censura, catalanes y vascos le van a decir que primero tiene que desprenderse de los políticos más ultras dentro de su formación, amantes del Trumpismo, de Milei y de VOX, como Ayuso y, después, no pactar con VOX. Feijóo sabe que si prescinde de Ayuso, lo crucificarían igual que hicieron con Casado. Lo que demuestra que Feijóo es un monigote más en el PP, que sólo podrá subsistir si hace lo que le conviene a Ayuso. Si la cuestiona, estará firmando su sentencia de muerte.