Situada en la costa central portuguesa, es un destino de playa complementado con entorno natural, patrimonio arquitectónico y deportes
La ciudad de Figueira da Foz mantiene un vínculo con el mar, los viajeros y el verano desde mucho antes que existiese la palabra turismo.
Sus suaves temperaturas estivales y sus calles adoquinadas invitan a disfrutar del sol durante el día y de la brisa oceánica por la noche.
La Avenida 25 de abril y la Avenida do Brasil son el eje vertebrador del verano de Figueira y un imán que atrae a todos los recién llegados. Sin embargo, Figueira es mucho más que edificios altos en el paseo marítimo, son también sus empinadas calles interiores y sus plazas ajardinadas, un paisaje que no nos debemos perder.
Visitar el Mercado Municipal, frente al puerto deportivo, coger el ferry hasta Cabedelo, admirar edificios ilustres de su arquitectura urbana, como el antiguo Casino Océano o el Palacio de Sotto Mayor, atravesar la Praça Nova y la Praça Velha, para acabar en la explanada Silva Guimarães disfrutando de la puesta de sol, son sólo un ejemplo de un día bien aprovechado en Figueira.
Figueira da Foz mantiene un poco de ese aire sofisticado de otro tiempo, cuando los que podían veraneaban más de dos meses, tomando baños de mar y de sol, navegando, asistiendo a los toros por la tarde y frecuentando cada noche el casino.

Coliseu Figueirense (Plaza de Toros)
Ahora la ciudad se esfuerza por no perder el buen recibir portugués a la vez que gestiona la llegada estacional de miles de turistas, que vienen principalmente de España, Portugal y países centroeuropeos. Ofrece una completa oferta hotelera con más de 3.000 camas. La ciudad ha establecido una tasa turística de dos euros por persona y día, hasta un máximo de siete noches consecutivas, para contribuir al mantenimiento y mejora de sus infraestructuras turísticas.
Un cómodo carril bici y otro peatonal conectan el puerto con la localidad de Buarcos, permitiendo explorar el extenso paseo marítimo y disfrutar de las vistas al océano.

Paseo marítimo de Figueira da Foz
Con todo, Figueira no es solo una ciudad de veraneo, sino que está rodeada de un valioso entorno natural, al que contribuye mucho el estuario del río Mondego, que desemboca en Figueira dejando un valle inundable donde observar flamencos y otras aves, en el que crece el afamado arroz Carolino y encontramos salinas y molinos.
Recorrer sus alrededores nos permitirá descubrir el faro del Cabo Mondego o la Serra da Boa Viagem.
Con unos 32.000 habitantes, Figueira cuenta con buenas comunicaciones rodadas, férreas y marítimas.
La industria pesquera tiene algunas fábricas de conserva y congelación de pescado, siendo también relevante la acuicultura, la piscicultura o la construcción y reparación naval. Cuenta con puerto pesquero y deportivo, y la Universidad de Coímbra tiene aquí la sede de sus estudios del mar.
Con un total de 13 playas, Figueira da Foz satisface a todo tipo de visitantes. Se pueden encontrar desde playas urbanas completamente equipadas hasta otras naturales más salvajes, pasando por aquellas ideales para la práctica de deportes como el surf, bodyboard o kitesurf, y otras más pequeñas y resguardadas, perfectas para familias con niños. A continuación, exploramos tres de sus playas urbanas más destacadas, presentadas de norte a sur.
En una bahía protegida del viento norte por la Muralla de Buarcos, con rocas en su parte septentrional, es una playa accesible para todos a través de sus pasarelas de madera, con un aparcamiento cercano, duchas, aseos, alquiler de casetas, de sombrillas y todo tipo de servicios. Está vigilada en temporada y dispone de silla anfibia.

Praia de Buarcos
Es la playa estereotípica de Figueira da Foz. Un largo arenal atravesado por pasarelas de madera salva las especies vegetales que en este suelo crecen.
Situada en el centro del paseo marítimo, es la playa más concurrida de turistas. También la más abierta al viento, que aquí sopla fuerte con frecuencia, sobre todo, por la tarde.
Además de todo tipo de deportes acuáticos, en ella se practica fútbol playa, voleibol o rugby playa. Al igual que en la playa de Buarcos, durante la época estival, en la arena se instala una piscina de agua salada, que permite un baño seguro.

Praia da Claridade
Bajo el Forte de Santa Catarina, esta pequeña playa, resguardada de la nortada, es ideal para niños o aquellos a quienes les gusta nadar con seguridad, pues está protegida por dos espigones, siendo, en realidad, una playa de transición, entre las aguas del río Mondego y la corriente oceánica.

Praia do Forte
Al otro lado de la desembocadura del Mondego, en la margen izquierda del río, se extiende la playa de Cabedelinho, también en una bahía de aguas tranquilas.
Sin duda, Figueira da Foz es un destino estival clásico que no pasa de moda, porque combina a la perfección tradición marinera, playa, descubrimiento del entorno y animación nocturna.