Marco Pérez: "Ojalá pueda ser figura del toreo y llevar el nombre de Salamanca donde merece, a lo más alto"

Salamanca cuenta desde el pasado viernes con un nuevo matador de toros: Marco Pérez. Este joven de diecisiete años de edad, que está llamado a marcar una época en el toreo, habla con SALAMANCArtv AL DÍA apenas cuarenta y ocho horas después de haber vuelto de Nimes (Francia), donde tomó la alternativa.

La voz de Marco Pérez es la de un joven maduro, reposado y tranquilo, pero que también irradia felicidad por lo conseguido y por cómo disfruta el día a día en su profesión. "Estoy muy feliz de que dos de las cimas de la temporada como eran la encerrona en Madrid y la alternativa en Nimes hayan salido las cosas bastante bien", reflexiona el torero, quien la semana pasada abandonó su domicilio siendo un novillero y ha regresado de Francia convertido en matador de toros: "Ese ha sido mi sueño desde que entré en la Escuela de Tauromaquia". "El tiempo ha pasado muy deprisa", suspira Marco, quien continúa: "El otro día meditaba en el hotel antes de tomar la alternativa y me daba un poco de vértigo todo. Me asustaba realmente el ver cómo había pasado todo de deprisa y pensar que casi no me ha dado tiempo a saborearlo. Aún así, creo que la etapa como novillero ha sido preciosa". "Muy corta, pero muy intensa", enfatiza.

Desde su despedida como novillero en Las Ventas matando seis novillos en solitario a la alternativa en Nimes (Francia) pasaron siete días en los que el principal devaneo en la cabeza de Marco Pérez era la espada: "Llegué al hotel muy cabreado por haber pinchado los novillos pero la semana entre Madrid y Nimes fue muy intensa en cuanto a entrenamientos y tentaderos. Mi principal duda era la espada pero gracias a Dios cogí mucha moral en los últimos días entrando a matar en el carro". Durante esos siete días, Marco recibió innumerables muestras de apoyo: "Estoy muy agradecido a todos los maestros, ganaderos y profesionales que esos días me escribieron un mensaje o me llamaron mostrándome su respeto y admiración por la tarde que di en Madrid, lo que me ha dado mucha moral para afrontar la alternativa".

Marco Pérez confiesa que el día de la alternativa no cambió en absoluto sus rutinas antes de vestirse de luces: "Los días que toreo los tomo como días festivos. Además, ese día tenía a mi familia entera en Nimes, a mis amigos del pueblo, a mi peña taurina y muchos aficionados de Salamanca por lo que me sentí muy arropado desde el día antes que llegué allí". Para ese día, las recomendaciones y consejos no habían faltado: "Muchos toreros y maestros me habían dicho que intentase disfrutarlo porque era un día único y así lo hice desde por la mañana con la música a tope y con el reggaetón que me gusta escuchar sonando en la habitación". Ni a la hora de vestirse de luces bajó la intensidad: "Invité a toda mi familia a acompañarme en ese momento. Me gusta estar con gente y riéndome las horas previas a torear y ese día también fue así. Además, recibí muchos mensajes de personas que me hicieron notar su presencia y su cariño desde la distancia. Eso me hizo emocionarme y apretarme más en el ruedo para intentar devolvérselo".

El sueño de toda una vida, un discurso olvidado y lágrimas de artistas

Pese a que ya había compartido cartel con Morante de la Puebla y Alejandro Talavante en algún festival y festejo mixto, verse al lado suyo en el patio de cuadrillas del coliseo romano de Nimes le impresionó. A Marco Pérez le cambia el tono de la voz cuando recuerda su llegada al coliseo: "Impone muchísimo todo. Ese olor a humedad, asomarte a la plaza y ver los tendidos abarrotados de gente que parece que se van a caer encima de ti, ver al lado a Morante y a Talavante… Parece que te vienen a la mente los recuerdos de esas películas de gladiadores que todos hemos visto. Todo eso en cierto modo asusta e impone pero a la vez lo ves como que el sueño de toda una vida está a punto de cumplirse".

El joven reconoce que cuando llegó al hotel después de torear y vio la foto de la ceremonia de la alternativa, se emocionó. Preguntado por el discurso de Morante de la Puebla, a Marco le sale una sonrisa: "Fíjate que es un momento tan mágico, tan bonito y en el que te metes tanto en tu mundo, que llegué al callejón y no me acordaba casi de nada. Creo que la emoción me colapsó y tengo un recuerdo un poco vago, pero sí que recuerdo que me dedicó unas palabras muy bonitas aunque no sé exactamente cuáles fueron", manifiesta entre risas.

El momento culmen de la tarde de Marco Pérez en Nimes fue su gran faena al sexto de la tarde, un gran toro de Garcigrande al que cuajó de principio a fin. Así recuerda el torero el momento crucial de coger la espada para entrar a matar y amarrar un triunfo que no podía esfumarse bajo ningún concepto: "Evidentemente te asaltan las dudas después de lo que había pasado en Madrid, pero creo que iba todo tan embalado, había tanto frenesí y una emoción tan desatada en la plaza que yo estaba tan contagiado que sabía que no se me iba a escapar". En el intervalo entre coger el acero y tirarse sobre el morrillo del animal, el charro recuerda lo siguiente: "Me acuerdo que tiré la espada para hacer un final por luquesinas y cuando volví a cogerla del suelo dije: 'Dios por favor ayúdame porque esta faena tan bonita no se me puede ir' y así fue, disfruté de la suerte y marqué los tiempos muy despacio".

Cuando enterró el acero en el morrillo las lágrimas brotaron en los ojos de Marco Pérez, que no pudo controlar ese llanto: "Ahí de verdad me emocioné y estallé de alegría. Cuando fui a lavarme las manos a la barrera me abrazó el maestro Morante y me dijo que no se lloraba más. Luego es curioso que el domingo en Madrid él también rompió a llorar tras lograr la Puerta Grande". "Somos artistas y cuando dejamos librar esos sentimientos y que brote todo de una forma natural, al final te acabas rompiendo y eso es algo verdaderamente bello", finaliza.

La Glorieta, testigo de un mano a mano Morante VS Marco Pérez

Nimes es ya parte del pasado y la historia de Marco Pérez, quien ya mira su próxima cita en el calendario. La Glorieta espera su presentación como matador de toros este sábado día 14 en un mano a mano con Morante de la Puebla. Palabras mayores. "Los dos venimos con un gran ambiente", reconoce el salmantino, quien se deshace en elogios hacia su padrino: "Es un gran privilegio estar acartelado junto a él después de toda su trayectoria y en el momento tan bueno que atraviesa. Además, habiendo cumplido el sueño de salir en hombros en Las Ventas. Me hace muy feliz verle contento cada tarde delante de los toros y creo que eso le hace mucho bien a la tauromaquia porque está haciendo que el toreo se vuelva a poner en el sitio que merece y en el que todos queremos estar".

Eso sí, Marco no se quedará atrás: "Tengo las ilusiones al 120%, con fallos que pulir y cosas que mejorar pero creo que la entrega y la actitud suplen muchas carencias. Saldré a la plaza entregado y con ganas de arrollar". La recuperación del tradicional festejo por la festividad de San Juan de Sahagún no puede tener más alicientes, algo de lo que el salmantino se muestra orgulloso: "Imagínate la ilusión que me hace que mi presentación como matador de toros en España sea en la plaza donde me hice viral siendo apenas un niño. El primer vídeo que me hizo ser conocido es en La Glorieta y ahí siempre mis actuaciones desde pequeño han sido muy especiales. Para el festejo del sábado mucha gente tiene ya las entradas, incluso mis amigos del instituto que ya me han dicho que me irán a ver".

Antes de finalizar, Marco Pérez confiesa que es consciente de la expectación que hay en Salamanca con su meteórica carrera: "A diario compruebo el cariño que me tiene la gente cuando voy por la calle. Ojalá pueda convertirme en figura del toreo y llevar el nombre de Salamanca, tierra de toros y toreros por excelencia, al lugar que se merece, que es lo más alto. Ese sería mi sueño principal". Que así sea.