El parkour celebra su día mundial: lugares para disfrutar de esta disciplina en Salamanca

Más que un deporte, una filosofía de movimiento. El parkour, esa disciplina que convierte el paisaje urbano en un campo de juego y superación, celebra este sábado, 7 de junio, su Día Mundial. Una práctica que va más allá de las piruetas espectaculares, buscando la eficiencia y la conexión con el entorno.

Los orígenes del parkour se remontan a un evento dramático en 1902. El teniente de la Armada francesa, George Herbert, fue testigo de la erupción de un volcán en la isla Martinica. La frustrante evacuación de unos 700 civiles sin preparación física le inspiró a desarrollar un método de entrenamiento basado en superar obstáculos naturales de la forma más eficiente posible. De ahí el término 'parkour', que significa “recorrido” en francés.

Durante décadas, esta práctica permaneció en un segundo plano. No fue hasta los años 80 y 90 cuando Raymond Belle, un veterano de guerra francés, vio en ella un potencial enorme para la juventud. Decidió transmitir sus conocimientos a su hijo, David Belle, quien se convertiría en el gran embajador de la disciplina.

La explosión global del parkour llegó con la incipiente era de internet. Los vídeos de David Belle y sus amigos, mostrando una destreza y fluidez asombrosas al sortear obstáculos urbanos, se hicieron virales en un YouTube aún novedoso. Miles de jóvenes en todo el mundo quedaron fascinados y comenzaron a imitar sus movimientos, consolidando una comunidad global de 'traceurs' o practicantes.

Salamanca, un escenario para los 'traceurs'

En Salamanca, la pasión por el parkour también ha encontrado su espacio. Los 'traceurs' locales, como se conoce a sus practicantes, han identificado varios puntos clave para sus entrenamientos. El entorno del Museo del Comercio y la zona de Sancti Spiritus son algunos de los lugares predilectos, gracias a la abundancia de muros y elementos que desafían su creatividad y habilidad.

Sin embargo, la esencia del parkour radica también en la exploración constante. Juanjo, un 'traceur' salmantino, comenta sobre esta búsqueda: "Aquí en Salamanca es una ciudad tan pequeñita y ya nos faltan como estímulos nuevos, intentamos encontrar cualquier rincón que nos pueda servir", explica Juanjo González, un salmantino, a este medio de comunicación. Para él, esta exploración es parte de la "magia del parkour": "El explorar, el encontrar sitios nuevos". Esta mentalidad impulsa a los practicantes a ver la ciudad con otros ojos, descubriendo conexiones invisibles entre los elementos urbanos. Otros lugares donde suelen practicar es en la zona del fluvial.

Así, mientras el mundo celebra el Día Mundial del Parkour, los 'traceurs' salmantinos continúan redefiniendo los límites del movimiento y la interacción con su entorno, demostrando que cualquier rincón puede ser un estímulo para la superación y la creatividad.