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Alba de Tormes se prepara para los centenarios sanjuanistas con la restauración de sus joyas escultóricas
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ALBA DE TORMES

Alba de Tormes se prepara para los centenarios sanjuanistas con la restauración de sus joyas escultóricas

Actualizado 06/06/2025 19:55

Las imágenes de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, obra de Antonio de Paz, serán puestas a punto para las celebraciones previstas a partir de finales de 2025.

Un valioso conjunto escultórico, testigo silente de siglos de devoción y arte en Alba de Tormes, ha iniciado un necesario viaje hacia su preservación. Las imágenes de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz, obras maestras en madera tallada y policromada del siglo XVII, firmadas por el afamado escultor Antonio de Paz, han sido trasladadas para su minuciosa restauración.

Esta intervención surge a petición de la Orden del Carmelo Descalzo, propietaria de las piezas, cursada a la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León. El Centro de Conservación y Restauración de Simancas (Valladolid) ha gestionado los trámites para que estas joyas artísticas, custodiadas en el convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes desde finales del XVII, recuperen su esplendor original.

Un legado del siglo XVII en manos expertas

Las esculturas permanecerán varios meses en los talleres de restauración, un proceso que estará a cargo de las restauradoras salmantinas Carmen Diego Espinel y Carmen Fernández Bermejo. Los trámites oficiales para esta importante labor de conservación han contado con la supervisión de Juan Carlos Prieto Vielva, director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.

Una vez concluidos los trabajos, estas dos representaciones de los místicos carmelitas regresarán a su lugar de exposición habitual: el espacio de las Casas de los Ovalle, integrado en el convento de San Juan de la Cruz en la villa ducal.

Antonio de Paz: maestro escultor del barroco salmantino

El autor de estas insignes tallas, Antonio de Paz, desarrolló su actividad artística en Salamanca durante la primera mitad del siglo XVII. Perteneció a la floreciente escuela escultórica salmantina de finales del XVI y principios del XVII, un movimiento caracterizado por la influencia del manierismo de Juan de Juni y del romanismo italiano.

En la obra de Antonio de Paz, fallecido en 1647, también se aprecian las influencias de los escultores toresanos Sebastián Ducete y Esteban de Rueda. Su talento dejó una huella imborrable en importantes templos salmantinos como la Catedral Nueva, la iglesia de San Martín y la de la Vera Cruz.

Los centenarios de San Juan de la Cruz, impulso a la conservación

Esta restauración cobra un significado especial al enmarcarse en la antesala de la celebración de dos importantes centenarios dedicados a San Juan de la Cruz. En 1726, el santo de Fontiveros fue canonizado, y en 1926 fue declarado Doctor de la Iglesia.

Por tanto, se prevé que a finales de 2025, coincidiendo con su festividad el 14 de diciembre, den comienzo las celebraciones de estas efemérides sanjuanistas, un momento idóneo para que las esculturas luzcan renovadas.

San Juan de la Cruz: huella imborrable en Salamanca y Alba de Tormes

La figura de San Juan de la Cruz está profundamente ligada a la provincia de Salamanca. Fue un destacado alumno de la Universidad de Salamanca, donde estudió entre 1564 y 1568, residiendo en el colegio de San Andrés. En reconocimiento a su legado, la Universidad lo nombró doctor honoris causa en 1991, coincidiendo con el cuarto centenario de su muerte, y lo aclamó como "el mejor poeta español de todos los tiempos".

Su presencia también fue notable en Mancera de Abajo, donde vivió entre 1570 y 1571. En Alba de Tormes, participó activamente en la fundación teresiana en 1571, y fue en esta villa donde se le dedicó el primer convento en todo el mundo, cuya construcción finalizó en 1692. A este convento se incorporaron las Casas de los Ovalle, del siglo XVI, donde residieron familiares de Santa Teresa.

El propio San Juan de la Cruz fue invitado personalmente a la fundación de Alba de Tormes, permaneciendo varios meses en la localidad, donde no solo trabajó materialmente en la construcción del monasterio, sino que también ofreció guía espiritual a las monjas.

Las Casas de los Ovalle: un tesoro de arte y devoción

El espacio expositivo "Entremos más Adentro", ubicado en las antiguas Casas de los Ovalle, familiares de Santa Teresa que habitaron la villa ducal, es accesible desde el jardín conventual y desde la plaza de Santa Teresa (conocida como "las Madres") en Alba de Tormes. Aquí es donde habitualmente se pueden contemplar los bustos de Antonio de Paz.

Este museo alberga piezas de gran valor, como dos cartas autógrafas de Santa Teresa de Jesús que muestran su singular grafía. También se puede contemplar la reproducción de la celda de San Juan de la Cruz, recreando el ambiente del siglo XVI.

Resulta especialmente llamativa la urna que contuvo el cuerpo de San Juan de la Cruz desde el siglo XVII, y que conserva en uno de sus lados uno de los primeros retratos del santo. Asimismo, atrae la atención la escultura titulada “Glorificación de Santa Teresa”, recientemente restaurada y perteneciente al barroco napolitano.

La colección se completa con esculturas de la escuela de Gregorio Fernández, piezas de marfil, orfebrería religiosa, valiosa documentación de archivo, grabados, libros –incluida la edición príncipe de las Obras de San Juan de la Cruz de 1618–, cuadros representativos de los grandes místicos del Carmelo Descalzo y objetos de la vida cotidiana.

Todas las piezas artísticas de la exposición permanente están debidamente tituladas, datadas y acompañadas de su correspondiente cartela informativa. Además, paneles informativos a lo largo del recorrido acercan al visitante a la biografía, obras y aspectos relevantes de estas grandes figuras. El tesón de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes por difundir las figuras de Santa Teresa y San Juan de la Cruz hace de estas salas un reclamo para albenses, peregrinos y turistas.