La psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer en Salamanca detalla cómo abordan el impacto emocional del diagnóstico y la importancia de buscar ayuda profesional para dejar de fumar. La AECC alerta sobre el preocupante aumento del tabaquismo juvenil
El diagnóstico de cáncer de pulmón, cuando se asocia al tabaquismo, suele desencadenar un torbellino emocional donde la culpa emerge como una pesada losa para el paciente. En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora cada 31 de mayo, María Mesonero, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Salamanca, profundiza en cómo se afronta esta realidad y las herramientas que se ofrecen para superar la adicción y manejar la carga psicológica.
Los pacientes, según explica Mesonero, a menudo reciben la noticia "con culpabilidad". La experta señala que "ellos hacen una relación directa entre su consumo y su diagnóstico", aunque matiza que esta conexión no siempre es la única causa, ya que "a lo mejor no, porque puede haber sido una mutación genética perfectamente". Este sentimiento, aunque comprensible, puede convertirse en un obstáculo significativo en el proceso de afrontamiento de la enfermedad.
El trabajo terapéutico en la AECC de Salamanca se centra, en primera instancia, en desmontar esa asociación directa y paralizante con la culpa. "¿Cómo les ayudamos? Pues rompiendo esa relación, ¿no?", explica Mesonero. La estrategia consiste en contextualizar las decisiones pasadas: "Todo lo que hacemos, pues lo hacemos y ya está. Y entonces no hay en ese momento, pues, has valorado fumar por por hábito, por aprendizaje, por de forma social, por lo que fuera".
El objetivo primordial es redirigir la energía del paciente hacia el aquí y el ahora. "Y ahora vamos a intentar, pues, darle herramientas, pues para que no fumes, por supuesto, porque para tu problema de salud no te viene nada bien", detalla la psicóloga. Se busca "centrarnos en el presente, a que tengas tratamiento físico y psicológicamente validarle y facilitarle y y quitarle esa culpabilidad, ¿no? Decir, bueno, pues centrarnos en que ya está, estamos en este momento y vamos a mejorar". Este enfoque es vital, complementando avances médicos como la inmunoterapia, que según Mesonero, "está demostrando, pues, la eficacia que tiene con este tipo de cáncer" y representa "uno de los avances importantes que ha habido en los últimos cinco años".
La sede de la AECC en Salamanca, ubicada en la calle Cristo de los Milagros, ofrece un amplio abanico de servicios. Aunque la afluencia a la terapia grupal ha fluctuado, se trabaja intensamente en la "promoción de la salud, lo que es la antigua prevención", un esfuerzo liderado por su compañera Sara, responsable de esta área. El objetivo principal es "la población joven que te decía sensibilizarlos ¿no? Pues desde muy pequeños".
Mesonero muestra especial preocupación por el incremento del tabaquismo entre los jóvenes, un fenómeno avivado por "todo el engaño de los vapes y tal", que normalizan y reintroducen el hábito. La AECC ofrece intervenciones individuales y grupales, tanto online como presenciales. "Si fuera online hay siempre posibilidad, como tú eres una entidad nacional como sabes, pues hay posibilidad incluso de enganchar online con grupos que estén abiertos a otras localidades y así la persona no espera", asegura, garantizando el acceso al apoyo.
La preocupación por el consumo de tabaco en las edades más tempranas se sustenta en datos alarmantes. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la edad de inicio en el consumo de tabaco se sitúa en los 14 años. La infancia y la adolescencia son identificadas como las etapas más vulnerables, donde es más fácil adquirir conductas perjudiciales para la salud. De hecho, el 80% de los casos de tabaquismo comienzan antes de los 18 años, una adicción que a menudo se perpetúa debido a la dependencia a la nicotina.
A nivel nacional, las cifras son preocupantes: se estima que entre los años 2020 y 2024, ha habido un incremento de un 10% de los jóvenes entre 14 y 24 años que fuman a diario, y un 11% más de jóvenes en este rango de edad que lo hace de manera ocasional. Además, los nuevos dispositivos también ganan terreno, ya que 1 de cada 2 adolescentes entre 14 y 18 años (un 54,6%) ha probado los cigarrillos electrónicos alguna vez.
En Castilla y León, los datos del Observatorio Contra el Cáncer reflejan esta tendencia: 22.907 jóvenes menores de 24 años son fumadores en la comunidad. A estas cifras se suman 12.715 personas de 15 a 24 años que son fumadores ocasionales. Estos números subrayan la magnitud del desafío.
Para contrarrestar esta realidad, la Asociación Contra el Cáncer en Salamanca ha intensificado su trabajo con niños y niñas de la ciudad. El objetivo no es solo que se conviertan en la primera generación sin humo en 2030, sino también que actúen como agentes de concienciación para el resto de la sociedad salmantina sobre los graves riesgos para la salud asociados al tabaco y a los dispositivos electrónicos.
Si bien la terapia individual es valiosa, María Mesonero subraya la extraordinaria eficacia de la terapia grupal, especialmente para adicciones como el tabaquismo. "Como la terapia del grupo, pues para cualquier temática, ¿no? Cualquier realidad es fundamental", asevera. La potencia de este formato radica en la experiencia compartida: "La vivencia del otro, pues es muy importante porque te ayuda a normalizar, la mejor forma de normalizar lo que te está pasando es verlo en otra persona, hacer un espejo. (...) Entonces ese valor terapéutico es enorme".
En estos grupos, los participantes no solo reciben apoyo profesional, sino que "se ayudan unos a otros". Por ello, Mesonero considera que "para las adicciones, para el tabaco en concreto es superimportante atraer un grupo, sin duda. Yo creo que es muchísimo más eficaz que la individual". De hecho, destaca que "el apoyo profesional, pues, multiplica por 10 las posibilidades de dejar de fumar, porque si no luego la probabilidad de recaída es mayor".
Ante la pregunta de qué mensaje lanzaría a quienes han desarrollado cáncer por fumar, María Mesonero es clara: "La relación entre tabaco y cáncer está evidenciada", aunque existan otros factores. Su insistencia recae en la importancia de actuar, independientemente del tiempo que se lleve fumando o la cantidad.
"Yo lo que digo es que bueno, aunque llevemos x tiempo fumando y también yo insistiría mucho en que oye, fumemos poco, ¿no? Porque se le quita importancia a veces a fumar poco y aunque fumemos poco tiene un peso en nuestra salud muy importante", advierte. "Entonces no es tanto la cantidad (...) no le quitemos importancia a 2 cigarros al día porque eso es así, pues una semana, un mes, un año y eso va generándonos un efecto en nuestra salud, ya no solamente en cáncer, sino en cualquier tipo de problema".
El mensaje final es una llamada a la acción y la esperanza: "Pues yo lo que el mensaje que lanzaría sería que le pusieran solución. Que tienen una entidad como somos nosotros, hay otras, y que vayan a que acudan a sus médicos o que vengan aquí directamente que estamos en Cristo de los Milagros, y nosotros, pues, le apoyaremos y le orientaremos en función de su situación personal".