, 07 de diciembre de 2025
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Miguel Márquez ensalza la valentía de Santa Teresa para "romper murallas" y su legado de "paz desarmada"
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ALBA DE TORMES

Miguel Márquez ensalza la valentía de Santa Teresa para "romper murallas" y su legado de "paz desarmada"

Actualizado 25/05/2025 13:12

El Superior General de los Carmelitas Descalzos, en su homilía en la Basílica de la Anunciación ante el cuerpo de la Santa, ha destacado su coraje, su profunda humanidad y su llamada a la comunión en un mundo dividido.

El Superior General de los Carmelitas Descalzos, en una homilía en la Basílica de la Anunciación ante el cuerpo de la Santa y con la presencia de Alfonso Fernández Mañueco, ha destacado su coraje, su profunda humanidad y su llamada a la comunión en un mundo dividido.

La Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes ha sido escenario este domingo, 25 de mayo de 2025, de una profunda reflexión sobre la figura y el mensaje de Santa Teresa de Jesús. El padre Miguel Márquez, Superior General de los Carmelitas Descalzos, ha pronunciado una homilía durante la eucaristía celebrada con motivo de la veneración del cuerpo de la santa andariega, a la que ha asistido el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Márquez inició su intervención evocando un momento crucial en la vida de la joven Teresa: su decisión de dejarlo todo para seguir su vocación. "Teresa tenía casi 20 años y vive uno de los momentos más sobrecogedores y decisivos (...) se escapa de casa (...) y, decidida, atraviesa, rompe la muralla de Ávila, para luchar por un sueño". Un acto que, según el Superior General, describe "toda una vida, el genio y la humanidad de Teresa". "Le costaba la vida, pero salió a buscar un sueño", afirmó, destacando cómo Teresa "se pasa la vida rompiendo la muralla del miedo, desafiando las dificultades".

Alfonso Fernandez Mañueco y su mujer en Alba

Una santa valiente, humilde y dialogante

El padre Márquez dibujó un perfil de la Santa lleno de matices: "Fue valiente, pero humilde, fue inteligente, pero escuchadora; con gracias extraordinarias, pero siempre pidiendo ayuda; sabia y siempre aprendiendo". Subrayó que, a pesar de ser "perseguida y criticada", Teresa "nunca fue prepotente o altanera", sino que "no eliminaba al contrario, lo miraba a la cara y vencía desarmada, con la fuerza de la sinceridad".

Destacó su capacidad para crear comunidad "para dialogar y hacer silencio juntas, siempre peregrina de una verdad por descubrir, divina, y por eso, muy humana". Es esta Teresa, afirmó, la que "nos tiene aquí hoy, enamorados de la frescura de su vida y su pasión". El Superior General agradeció a la Santa por "traernos a Alba, y caminar con nosotros", pidiéndole: "guíanos, enséñanos, despiértanos, desengáñanos".

En su homilía, Márquez saludó a las Madres Carmelitas, a los sacerdotes concelebrantes, a las autoridades presentes, incluyendo al presidente Fernández Mañueco y a la alcaldesa Conchi, así como a los numerosos fieles congregados y a Marco Chiesa, Postulador General de la Orden.

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Coraje, mirada de Dios y santuario interior

El Superior General de los Carmelitas Descalzos identificó tres ideas "muy oportunas y todas teresianas" emanadas de las lecturas del día. La primera, el "coraje, ánimo, no tengas miedo". Recordó que "en los momentos más difíciles de la vida de Teresa fue cuando se dio la mayor fecundidad fundadora y escritora". La segunda idea se centró en la mirada de Dios: "La mirada de Jesús atraviesa el alma y el cuerpo de Teresa, enamorándola". Para Márquez, "los restos de Teresa son la memoria de la mirada más hermosa, la de Jesús en ella".

La tercera reflexión apuntó al "Santuario de Dios" que, según el Apocalipsis, "está en cada ser humano. La Morada de Dios está dentro de nosotros". Invitó a "descubrir en mi castillo interior y ver en el otro un santuario de Dios", y a buscar, "en medio de disputas y discusiones, la comunión y el sentido de familia". Una llamada especialmente relevante, señaló, "en un mundo amenazado de división y confrontación, polarización".

Márquez también hizo referencia al Papa León XIV, "regalo de Dios a nuestro tiempo", quien desde el inicio de su pontificado ha pedido "que no tengamos miedo, que mano con mano, vayamos adelante, tendiendo puentes, y construyendo una paz desarmada y desarmante… unidos".

El testimonio del cuerpo y el legado vivo

El padre Miguel Márquez recordó las palabras de Fray Luis de León, quien conoció a Teresa a través de "sus hijas y sus libros". Sin embargo, añadió una perspectiva contemporánea al citar al doctor forense Luigi Capasso, quien analizó el cuerpo de la Santa: "pero también el cuerpo de Teresa habla, sus músculos en el momento de la muerte hablan de serenidad y confianza (...) ese cuerpo maltrecho, no se rindió jamás, sigue hablando de una historia de entrega y de amor única".

Citó también al poeta Luis Cernuda, quien habló de "cuidar y no deformar el milagro real que late en Teresa de Jesús", y a San Enrique de Ossó, "gran apasionado de Teresa", que la llamaba la "Robadora de corazones". Estos testimonios, junto al de los peregrinos anónimos que se acercan a Alba, demuestran la vigencia perenne de su figura.

Sobre las reliquias, el Superior General citó al Papa Benedicto XVI para explicar que "nos señalan a Dios mismo" y son "huellas de esa presencia invisible pero real que ilumina las tinieblas del mundo". Afirmó que el cuerpo de Teresa es "un recordatorio y son una parábola del CAMINO, la ESPERANZA Y la VIDA VERDADERA".

La homilía culminó con una emotiva oración en la que el padre Márquez, como Padre de la Orden, prometió "el amor y el deseo de vivir la espiritualidad y la enseñanza que nos has regalado". Pidió perdón por los errores e infidelidades y solicitó la ayuda de la Santa para "ser familia y amigos, diferentes y hermanos (...) construyendo puentes, haciéndonos espaldas", y para vivir una "paz desarmada y desarmante, descalza, humilde, alegre y perseverante".