Ofrece una ruta de senderismo de 9 km (ida y vuelta) ideal para este fin de semana. El recorrido, que parte del Monasterio de San José, permite descubrir arte rupestre neolítico y culmina en la cascada del Chorro, siendo una opción perfecta con las actuales temperaturas primaverales
Con la llegada de temperaturas agradables, esta ruta de senderismo en el corazón del Parque Natural Las Batuecas – Sierra de Francia se presenta como una opción inmejorable para conectar con la naturaleza y descubrir paisajes únicos en la provincia de Salamanca.
La provincia de Salamanca atesora rincones de una belleza singular, y este fin de semana, con el sol primaveral como aliado, se presenta la ocasión ideal para explorar uno de ellos: la Senda del Chorro de las Batuecas. Esta ruta, ubicada en el Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia, invita a los amantes del senderismo a sumergirse en un entorno donde la historia y la naturaleza convergen de manera espectacular.
El viaje comienza en un enclave cargado de espiritualidad y sosiego. En el corazón del Valle de Las Batuecas se alza el monasterio carmelita del Desierto de San José, fundado a finales del siglo XVI. Los visitantes pueden dejar su vehículo en el aparcamiento situado a unos 500 metros del convento, o bien en el que se encuentra justo al lado del monasterio, que es donde formalmente arranca la senda.
Desde aquí, tras cruzar las aguas del río Batuecas mediante una pasarela accesible que también conduce al monasterio, el camino se interna en el valle, remontando el curso del río y preparando al caminante para los tesoros que aguardan.

La ruta hacia el Chorro de las Batuecas, con una distancia de 4.5 kilómetros de ida (y otros tantos de vuelta), está perfectamente señalizada, lo que facilita la orientación. El recorrido se inicia formalmente frente al Monasterio de San José, tomando el sendero que parte a la izquierda y que bordea la tapia del monasterio, siempre en paralelo al río Batuecas.
Poco después, se cruza un puente de piedra sobre un pequeño arroyo, momento en el que la vereda se estrecha, adentrándonos aún más en la frondosidad del paisaje. La primera parada cultural de relevancia es el Canchal de las Cabras Pintadas, un abrigo rocoso que alberga representaciones neolíticas, testimonio de la antigua presencia humana en estos parajes.
Continuando la marcha, una segunda bifurcación señaliza el acceso al Canchal del Zarzalón. Desde este punto, un sendero que se desvía a la izquierda guía directamente hacia el objetivo final: la cascada del Chorro.
La última parte del recorrido, aunque descrita como la más complicada, recompensa con creces el esfuerzo. El camino transcurre en un ascenso en zig-zag, abriéndose progresivamente a impresionantes vistas del valle. El murmullo del agua se intensifica a medida que nos acercamos, anunciando la proximidad de la cascada.
Finalmente, aparece el Chorro de las Batuecas. Quizá no destaque por ser la cascada más grande, pero la belleza del entorno, la tranquilidad del lugar y la satisfacción de haber completado el camino hacen que la experiencia merezca sobradamente la pena. El regreso se realiza por el mismo sendero, permitiendo disfrutar nuevamente de los paisajes desde una perspectiva diferente.
Este fin de semana, con buenas temperaturas primaverales, la Senda del Chorro de las Batuecas se erige como una magnífica opción para disfrutar del patrimonio natural y cultural de Salamanca, una experiencia que combina ejercicio, historia y la incomparable belleza de la Sierra de Francia.

FOTOS: Manuel Lamas