Felipe del Castillo: “Ser bombero y ayudar a la gente ha sido mi vida de día y de noche”

Llega una merecida jubilación y ahora, tras cerca de medio siglo siendo bombero, recuerda como se iniciaba en ello. “Fue por mi padre, Joaquín del Castillo quién, cuando tenía lugar el gran incendio en la iglesia parroquial, se juntaba con varios vecinos y decidían formar un grupo de bomberos voluntarios. Entre ellos me incluía a mí, algo que no dude en aceptar de inmediato…fue mi padre el que me inculco el amor por ello y desde entonces han pasado ya 47 años, dedicados mañana, tarde y noche a dar respuesta a las emergencias que pudieran surgir" todo ello junto a voluntarios que han dejado una huella imborrable en la base y en su memoria. "No puedo por menos que recordar a gente como Joaquín, Candi, Francis, Pio, Enrique o Álex...son solo algunos de los muchos que han entregado parte de su vida vida personal a esto".

Felipe se iniciaba entonces en una nueva aventura vital que se completaba con la puesta en funcionamiento de la base de bomberos en Peñaranda, algo que tenía lugar en el año 1971. “Recuerdo que hasta aquel año se guardaban los camiones en una nave situada en la carretera de Alba. Pero al crearse el parque, que comprende todo el edificio (aunque la planta de arriba esta mantenida por las oficinas de la Junta de Castilla y León), se trasladaban los vehículos aquí, ampliándose el espacio con la unión de las naves, en las que hoy guardamos cuatro vehículos” explica.

Una dedicación que inicialmente era voluntaria, algo que hacía complicado el equilibrio entre la vida mundana y las salidas a emergencias. “Recuerdo como hubo años en los que estaba trabajando en otro sitio y, cada vez que llamaban para dar un aviso, dejaba mi trabajo (me lo permitía) para salir corriendo, ponerme el traje y ponerme en marcha como voluntario en cualquier incendio o suceso”. Situaciones estas que han dejado huella vital en Felipe, con recuerdos imborrables. “No me olvidaré nunca de incendios grandes como el que se produjo de Tordillos al Campo de Peñaranda, que llegaba a saltar la carretera… Pero también recuerdo especialmente a las personas a las que salvamos la vida en accidentes y situaciones complicadas en hogares, o los niños a los que hemos podido ayudar en situaciones complicadas como accidentes, además de a todos los pequeños que hemos ilusionado en los colegios enseñando nuestro material y vehículos"

En el año 1996 se convertía en jefe del Parque comarcal de Peñaranda, iniciando así una nueva etapa laboral, compaginando las salidas como bombero como la gestión de despacho y burocrática. “A base de mucho insistir a lo largo de los años, de gestionar y no parar creo que se han conseguido importantes mejoras en el parque, como fueron la llegada de las puertas eléctricas, las reformas estructurales, la creación de oficinas, vestuarios y gimnasio, además de la dotación de cuatro novedosos vehículos…a base de perseverar, pedir y pedir han ido llegado estas mejoras”.

Y así, compaginando esta doble labor, ha llegado hasta la merecida jubilación, algo que hoy ya es una realidad. Un momento especial sobre el que Felipe asegura que “me dio mucha pena cuando me vi en el momento de la jubilación…echaba aquí mañana, tarde, festivos, diarios, fin de año, nochebuena…me ha tocado de todo. Y aún hoy sigo viniendo por las mañanas a dar una vuelta hasta ver qué pasa con el servicio y si vienen o no bomberos, ya que nadie sabe nada. Me da pena que esté cerrado”.

Un futuro, el del servicio de extinción de incendios y el parque local, que actualmente da cobertura a más de 40 municipios de las comarcas de Peñaranda y Alba de Tormes, y que pende de un hilo a la espera de la respuesta que ofrezca la Diputación de Salamanca, su máxima responsable, para dotar o no de efectivos la base, algo que inquieta y no poco a Felipe.

“Ser bombero y ayudar a la gente ha sido mi vida. Si puedo estar como colaborador a partir de ahora estaré sin duda” asegura Felipe, quién además afirma con cierta amargura como “al jubilarme no he recibido el agradecimiento de nadie…Nada que ver con lo que ocurría en los servicios que he podido desarrollar, donde han llegado a enviar cartas de agradecimiento…detalles así te llenan y te generan gran felicidad”.