Las peñas salieron con sus disfraces dando paso a una capea de vaquillas por las calles y plaza del poblado
Cabrillas vive intensamente las fiestas en honor a San Isidro Labrador, con la jornada del sábado como el punto álgido de participación. Vecinos y visitantes de distintos pueblos del Campo Charro aprovecharon el fin de semana para sumarse a la celebración, que combinó tradición, diversión y ambiente familiar.
La mañana estuvo dedicada a los más pequeños, con hinchables y juegos infantiles que llenaron de alegría la plaza del pueblo. Tras la comida, los aficionados al tiro disfrutaron de una concurrida tirada al plato, otro de los eventos destacados del día.
Por la tarde, el pueblo se tiñó de color y creatividad con el desfile de peñas disfrazadas. Grupos de amigos y familias recorrieron las calles con originales atuendos ante el aplauso del público, que llenaba las gradas del improvisado coso taurino. El jurado premió a la peña "Moteros Roqueros" con un lote de embutido ibérico y vino, que seguramente les ayudará a seguir celebrando con buen sabor de boca.
El desfile sirvió de antesala para uno de los momentos más esperados: la capea popular. Cuatro vaquillas fueron soltadas por la calle Calvo Sotelo, en un recorrido que comenzó y terminó en la plaza situada entre el ayuntamiento y la iglesia de La Purísima, convertida por unos días en plaza de toros. Las reses ofrecieron un gran espectáculo, con constantes carreras que mantuvieron a participantes y espectadores en vilo.
La animación corrió a cargo de una charanga, que puso banda sonora a una tarde de nubes y claros, con una temperatura ideal para disfrutar al aire libre. Jóvenes y mayores compartieron protagonismo en una fiesta que reunió emoción, tradición y buen ambiente.
Ya entrada la noche, la orquesta 'Malibú Show' puso el broche musical a la jornada, manteniendo a los más fiesteros en pie hasta altas horas. Antes, eso sí, las vaquillas volvieron a salir a la calle para que los más valientes pudieran repetir hazañas o saldar cuentas pendientes con la adrenalina de la tarde.
Las fiestas concluirán el domingo 18 de mayo con una paella popular, pensada para reunir a vecinos y oriundos en un ambiente de confraternización. A continuación, se celebrará un encierro infantil con carretones, y como colofón, una novillada protagonizada por los aspirantes a torero Hugo Panadero y José del Castillo, ambos pertenecientes a la Escuela Taurina de Salamanca.