Durante la eucaristía, coincidiendo con la festividad de Fátima, Mons. Rico destacó la devoción mariana de la Santa, cuyo cuerpo permanece expuesto hasta el 25 de mayo.
La villa ducal de Alba de Tormes se convirtió este martes, 13 de mayo, en un punto de encuentro espiritual para unos sesenta fieles de la diócesis de Ávila. Encabezados por su obispo, Don Jesús Rico, los peregrinos viajaron con el propósito fundamental de rezar ante el cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús, expuesto para veneración pública en el monasterio carmelita hasta el próximo 25 de mayo.
La jornada, cuidadosamente organizada por la Oficina de Peregrinaciones de la diócesis abulense, estuvo marcada por la devoción y el recogimiento, ofreciendo a los participantes la oportunidad de profundizar en la espiritualidad teresiana.
Los actos litúrgicos fueron una parte central de esta peregrinación. Los fieles abulenses participaron activamente en varios de ellos, entre los que destacó el rezo del Santo Rosario, enriquecido con las meditaciones de la propia Santa Teresa, permitiendo una conexión más íntima con su pensamiento y su fe.
Posteriormente, el grupo asistió a la Eucaristía presidida por Mons. Rico. Fue un momento de profunda comunión y reflexión, donde la figura de la mística abulense ocupó un lugar preeminente en las palabras del prelado.
Durante su homilía, el obispo de Ávila, Don Jesús Rico, ensalzó el inmenso legado espiritual de Teresa de Jesús. Puso un énfasis particular en la profunda devoción mariana de la Santa, un aspecto especialmente significativo al coincidir la peregrinación con la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Fátima.
El prelado subrayó cómo Santa Teresa encontró en la figura de la Virgen María un modelo de vida a seguir, aprendiendo de ella virtudes fundamentales como la humildad y la sencillez. Mons. Rico también recordó el emotivo pasaje de la vida de la Santa en el que, siendo aún muy niña y tras el fallecimiento de su madre, se encomendó con fervor a la maternal protección de la Virgen.
Finalmente, Don Jesús invitó a todos los peregrinos a seguir el ejemplo de la Santa abulense, cuya fe inquebrantable y entrega total a Dios continúan siendo una poderosa fuente de inspiración para los creyentes en la actualidad. La vida de Teresa de Jesús, destacó, sigue iluminando el camino de muchos.
Como broche a la jornada, una vez concluida la celebración eucarística, Mons. Rico firmó en el libro de visitas del monasterio carmelita. En sus páginas dejó un significativo mensaje que refleja el sentir de la peregrinación: «Con profundo agradecimiento he celebrado la Eucaristía, recordando a Santa Teresa (la Santa para los de Ávila). Por su intercesión, pedimos que nuestra cercanía a Jesús nos haga ver con ojos de fe todo lo que nos ocurre, sin que dudemos ni nos preocupemos por nada. Sólo Dios basta. Con esperanza, + Jesús, Obispo de Ávila».