Fieles de todo el mundo buscan llevarse un trozo de su devoción con objetos como cintas con la medida de su brazo, medallones conmemorativos o los demandados dulces de las Madres Carmelitas.
La villa ducal de Alba de Tormes continúa siendo un imán para miles de fieles que acuden con fervor a venerar el cuerpo de Santa Teresa de Jesús. Este flujo constante de peregrinos no solo refleja una profunda devoción, sino también un notable interés por adquirir un recuerdo tangible de su experiencia espiritual, impulsando la demanda del variado merchandising ofrecido.
La Orden del Carmelo Descalzo ha desplegado una amplia gama de artículos conmemorativos diseñados para satisfacer este anhelo. La variedad es extensa, buscando que cada visitante encuentre un objeto que resuene con su vivencia personal junto a la santa andariega.
Entre los objetos más singulares y buscados se encuentran las cintas con la medida del brazo de Santa Teresa. Igualmente, los llaveros STJ, que lucen el logo de Teresa encontrado en la urna de plata donde se guarda su cuerpo y el escudo esmaltado de la Orden del Carmelo Descalzo, son altamente apreciados.
La oferta se extiende a pulseras, imanes y el destacado medallón conmemorativo, que presenta un relieve de Santa Teresa labrado en bronce en 3D. No faltan tampoco los tradicionales colgantes, estampas devocionales, tarjetas y sellos conmemorativos, cada uno pensado como un testimonio perdurable de la visita al sepulcro teresiano.
Un lugar especial en el corazón de los peregrinos lo ocupan los rosarios perfumados de pétalos de rosa. Estos son elaborados de modo artesanal por las Madres Carmelitas Descalzas, utilizando rosas cultivadas con esmero en los jardines del Carmelo, añadiendo un valor sentimental y espiritual único.
Y entre todos estos artículos, los Dulces de Avellana y licor, también elaborados por las Madres Carmelitas, se han consolidado como uno de los productos más demandados por los visitantes, una delicia que combina tradición y sabor monástico.
El prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, ha confirmado la intensidad de estas jornadas de peregrinación. "Hoy ha sido otro día para el recuerdo, en ocasiones nos hemos visto desbordados", afirma el religioso, subrayando la magnitud de la afluencia.
La devoción por Santa Teresa trasciende fronteras, como bien lo atestigua el prior: "Hemos recibido visitantes de países diversas partes del mundo, hoy por ejemplo de Austria y mañana recibiremos una excursión venida desde Croacia". Esta presencia internacional pone de manifiesto la universalidad del legado de Santa Teresa de Jesús y el atractivo perenne de Alba de Tormes como centro de espiritualidad.
El sello muestra la urna de plata de 1760, una pieza de orfebrería encargada por los monarcas Fernando VI y Bárbara de Braganza para custodiar el cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús.
