ENTREVISTA | Juan Manuel de Prada destapará en Salamanca la cruda realidad de conocidos artistas españoles

Un viaje a las profundidades del París ocupado, a través de la mirada de los artistas españoles que allí quedaron atrapados, es la monumental propuesta que Juan Manuel de Prada culmina con "Cárcel de tinieblas".

La segunda entrega de "Mil ojos esconde la noche" no es solo el cierre de una saga, sino de una inmersión de 1600 páginas en un capítulo a menudo silenciado de la historia cultural española. El escritor presentará esta ambiciosa obra este lunes a las 19:30 horas en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, ubicado en la Plaza de Los Bandos, en un acto organizado por el Ateneo de Salamanca.

"La novela más extensa publicada en España en décadas"

"Mil ojos esconde la noche. Parte 2, Cárcel de tinieblas" llega para completar un díptico que comenzó el año pasado con "La ciudad sin luz", sumergiendo al lector en la compleja atmósfera del París bajo la bota nazi entre 1940 y 1944. "Con esta segunda entrega concluyo la publicación de esta novela, que tal vez sea más extensa que se ha publicado en España en décadas", afirma De Prada, subrayando la magnitud de un proyecto que alcanza las 1.600 páginas en total. Se trata de "una novela coral sobre los artistas y escritores españoles, que quedaron atrapados en París durante los cuatro años de la ocupación alemana".

Entre estos personajes desfilan figuras de renombre como Picasso, quien según el autor "vivía como un marajá", Gregorio Marañón, o César González Ruano, junto al escultor bejarano Mateo Hernández, residente de largo tiempo en la capital francesa. Todos ellos, con excepciones, "tuvieron que pasarlas canutas por esas circunstancias históricas y por las penurias".

El narrador de esta vasta crónica es Fernando Navales, un falangista que ya fue protagonista de la primera novela de De Prada, "Las máscaras del héroe". Si en aquella obra Navales retrataba la bohemia literaria y artística del Madrid de los años 20 y 30, ahora se convierte en el testigo de la supervivencia de estos españoles en el París de la Segunda Guerra Mundial.

La cruda realidad tras el velo del arte

La obra, según explica su autor, es "una novela en el sentido absoluto de la palabra", pero profundamente anclada en una exhaustiva labor de documentación. De Prada revela que la vida de estos españoles en París es "bastante desconocida", en parte porque muchos "la edulcoraron" en sus memorias o entrevistas. Y es que, "la información que tenemos sobre estos años, pues, es bastante deficiente", admite. Esta carencia le impulsó a una minuciosa investigación en "archivos, sobre todo en archivos policiales franceses", así como en legados de artistas en Cataluña, donde encontró "mucha correspondencia valiosa", y un extenso trabajo de hemeroteca, incluyendo la lectura del semanario de la delegación de Falange en París.

Este rigor investigador es lo que "me permite contar ciertas cosas que son muy escabrosas, que nunca se habían contado, y que nos pueden resultar muy chocantes". De Prada no elude los aspectos más oscuros: "La inmensa mayoría de la gente que vivió estos años en París, las pasó canutas. Por lo tanto, tuvo que recurrir a métodos a veces poco honorables, casi delictivos, o abiertamente delictivos para para poder comer". Entre estos episodios, la novela detalla cómo algunos artistas se dedicaron a la falsificación de obras de arte, aprovechando la devaluación de la moneda francesa y la inversión en arte como refugio. Menciona explícitamente a "Óscar Domínguez, el surrealista canario y al periodista César González Ruano, que de alguna manera acaudilló una célula de falsificación".

Otro tema espinoso que aborda es la colaboración de artistas, "incluidos los exiliados de ideologías muy izquierdistas, comunistas, anarquistas, republicanos en general", con las actividades culturales de la Falange. De Prada cita como ejemplo una "quincena del arte español" organizada en octubre de 1942 por la embajada y la Falange, donde "colaboran todos los artistas que en esos momentos estaban viviendo en París, absolutamente todos", con la notable excepción de un Picasso ya hiperconsagrado.

"La historia tiene estos recovecos", reflexiona el escritor, "que cuando tenemos visiones simplistas y esquemáticas, pues no conocemos". De hecho, esta novela se inspira en referentes como los Episodios Nacionales de Galdós o las novelas de Valle-Inclán como "La corte de los milagros".

"Cuando una novela te gusta, quieres que no se acabe"

Publicar una obra de tal envergadura en la actualidad, con 800 páginas en esta segunda y última entrega, es, en palabras del propio De Prada, "un proyecto muy a la contra de los tiempos". Consciente de que "hoy en día los editores lo que te piden son novelas cortitas, novelas facilitas", el autor defiende su compromiso con sus lectores.

"Yo ya me debo, en primer lugar, a mis lectores, ¿no? A mis lectores no les importa que que que una novela sea larga. De hecho, yo creo que a ningún lector serio le importa que una novela sea larga. Cuando una novela te gusta, lo que quieres es que no se acabe". Por eso, califica el proyecto como "casi suicida" desde una perspectiva comercial, pero celebra el respaldo de su editorial y la buena acogida que, según indica, están teniendo los libros.

Salamanca, cuna de sus primeras obras

La presentación en Salamanca tiene un significado especial para Juan Manuel de Prada. La ciudad no solo fue el escenario de sus años de estudiante de Derecho, sino también el lugar donde escribió sus primeras obras, como "Coños", "Los cuentos del silencio del patizador", "Las máscaras del héroe" o "La tempestad" con la que ganó el Premio Planeta en 1997.

"Son años muy importantes en la vida de un escritor", confiesa, y su vínculo con la ciudad perdura. "Sigo yendo a Salamanca, visito con bastante frecuencia el archivo, el Centro Documental llamado de la Memoria Histórica". De hecho, se considera un "investigador asiduo" de este archivo, cuya sede en la Plaza de Los Bandos acogerá la presentación.

El regreso a Salamanca es siempre "un motivo de de alegría y de melancolía", evoca, recordando también a uno de sus grandes amigos como el tristemente desaparecido Alberto Stella. La elección del Centro Documental de la Memoria Histórica para el evento subraya la conexión de su obra con la recuperación histórica y la investigación documental que tanto valora el autor.

"El libro electrónico es una bazofia"

Interrogado sobre el estado actual de la industria editorial, De Prada se muestra categórico: "Yo siempre lo tuve claro, honestamente, yo siempre tuve claro que el libro no solo no iba a desaparecer, sino que se iba a robustecer, porque el libro electrónico es una bazofia". Para él, el libro físico "es un objeto insuperable, eso es es una maravilla".

Sin embargo, advierte contra un optimismo desmedido ante las cifras de ventas. "Tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo, porque la realidad es que las editoriales mantienen las tiradas y muy abultadas, porque también están editando mucha bazofia".

El autor critica duramente la publicación de obras de "YouTubers, presentadoras de televisión y otras estrellas, estrellitas y asteroides del universo del famoso", calificándolos de "libros que dan grima y son una vergüenza". "A mí me gustaría que todos estos intrusos que están publicando Libros Basura, pues fueran expulsados", sentencia, y añade que "el mercado del libro tiene que purificarse mucho. Porque fundar la supremacía del libro en publicar este tipo de bazofias, pues es pan para hoy, hambre para mañana".

La calidad literaria y el respeto al lector son, para De Prada, las claves para la supervivencia real del sector, apostando por un público que sepa que el escritor "no les vas a defraudar, que no les vas a ofrecer morralla".

Una cita con la historia y la literatura

Con "Cárcel de tinieblas", Juan Manuel de Prada no solo entrega una obra de fuste que desafía las tendencias editoriales actuales, sino que también invita a una reflexión profunda sobre la historia, el arte y la integridad creativa en tiempos convulsos.

Por eso, la presentación en Salamanca se perfila como una cita ineludible para los amantes de la literatura con mayúsculas, que tendrán la oportunidad de dialogar con el autor en el corazón de una ciudad que ha marcado profundamente su trayectoria vital y literaria.

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