Hoy, domingo 11 de mayo de 2025 es un día histórico. Hoy y durante catorce días más, Alba de Tormes se ha convertido y convertirá en el epicentro de un evento de trascendencia espiritual y cultural: la veneración pública del cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús. Este hecho, que no ocurría desde 1914, marca ya un acontecimiento histórico, siendo la cuarta vez en más de cuatro siglos que los restos de la mística, doctora de la Iglesia y fundadora de la Orden del Carmelo Descalzo son expuestos para la veneración de fieles y peregrinos.
La Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, donde reposan los restos de la santa desde su fallecimiento en 1582, acogió esta celebración única, que se prolongará hasta el 25 de mayo. El inicio de este tiempo de gracia ha comenzado de manera oficial y solemne a primera hora de la mañana.
El acto inaugural, presidido por el obispo de Salamanca, Monseñor José Luis Retana, y el superior provincial de los Carmelitas Descalzos en España, P. Francisco Sánchez Oreja, dio comienzo a las 9:00 de la mañana. La ceremonia, cargada de simbolismo, reunió a representantes religiosos, civiles y académicos, así como a numerosos albenses y peregrinos que acudieron a rendir homenaje a Santa Teresa.
La exposición pública del cuerpo de Santa Teresa se enmarca en el reconocimiento canónico de sus reliquias, un proceso iniciado en 2022 y autorizado por el Papa Francisco en junio de 2024. Este proyecto, que incluyó la apertura del sepulcro en agosto de 2024 y febrero de 2025, tuvo como objetivo estudiar y preservar las reliquias de la santa, entre ellas su cuerpo, su corazón y su brazo izquierdo, así como la mano custodiada en Ronda, que fue trasladada temporalmente a Alba de Tormes. En ese momento, El P. Francisco Sánchez Oreja resaltó que la veneración busca ser “motivo de acercamiento a Jesucristo y a la Iglesia, de evangelización y de un mayor conocimiento de Santa Teresa para enriquecernos con el ejemplo de su vida”.
La veneración de 2025 es especialmente significativa porque las anteriores exposiciones públicas, en 1582, 1760 y 1914, tuvieron un alcance limitado o fueron de carácter privado. En 1582, tras la muerte de Teresa, su cuerpo fue expuesto antes de su entierro; en 1760, se mostró durante unas horas con motivo de la colocación en la nueva urna de plata; y en 1914, la exposición fue restringida. Ahora, por primera vez en más de un siglo, miles de peregrinos tendrán acceso diario, de 9:00 a 22:00 horas, a este encuentro con la santa, en un horario diseñado para que “nadie que llegue a Alba de Tormes se encuentre la puerta cerrada”.
El inicio de la veneración coincide con un día dedicado especialmente a los albenses, quienes consideran a Santa Teresa su patrona y “vecina más ilustre”. El 12 de mayo, segundo día de la exposición, estuvo reservado para la Orden del Carmelo Descalzo, con actividades específicas para monjas, frailes y seglares, aunque abierto a todos los peregrinos. La programación litúrgica incluye eucaristías diarias a las 12:30 y 20:00 horas, el rezo del santo rosario con meditaciones teresianas a las 12:00 y vísperas a las 19:30. Los domingos, se celebran misas adicionales a las 11:00 y 13:00 horas.
El fervor popular se espera que alcance su cénit el sábado 24 de mayo, con una procesión extraordinaria de la imagen de Santa Teresa por las calles de Alba de Tormes, acompañada por la Banda de Música de Alba de Tormes y cofradías de la Diócesis de Salamanca, Ávila y Malagón. Esa misma noche, una vigilia eucarística dirigida por Hakuna Salamanca y un concierto del coro Hakuna cerrarán la jornada. Además, la Diputación de Salamanca ha organizado peregrinaciones gratuitas los días 17 y 24 de mayo, que incluyen visitas guiadas y la veneración del cuerpo de la santa, reforzando el impacto turístico y económico en la región.
La clausura de la veneración, el 25 de mayo, estará presidida por el padre Miguel Márquez, General de la Orden del Carmelo Descalzo, con una misa solemne a la que asistirán obispos y representantes de diversas instituciones. Al día siguiente, el 26 de mayo, la urna de plata será colocada de nuevo en el sepulcro de mármol, que permanecerá abierto con una vitrina transparente para permitir la contemplación permanente de la urna cerrada, una novedad que enriquecerá la experiencia de los futuros peregrinos.
La veneración del cuerpo de Santa Teresa no es solo un acto de devoción, sino una oportunidad para redescubrir su legado como escritora, reformadora y doctora de la Iglesia. Su vida, marcada por una profunda espiritualidad y un compromiso con la renovación de la fe, sigue inspirando a personas de todo el mundo.
Alba de Tormes, con su rica historia y su inseparable vínculo con Teresa de Jesús, se convierte durante estas dos semanas en un faro de fe, cultura y encuentro. Este acontecimiento, que trasciende lo religioso para abrazar lo universal, invita a todos —creyentes y no creyentes— a acercarse a la figura de una mujer cuya voz resuena con fuerza cinco siglos después de su nacimiento.