La exposición pública del cuerpo de Santa Teresa deja ver el pie izquierdo de la patrona de Alba de Tormes
Las articulaciones de Santa Teresa también narran una historia de sufrimiento. La artrosis bilateral de sus rodillas, más grave en la izquierda —donde el cartílago estaba completamente desgastado y los huesos mostraban contacto directo—, contrastaba con una derecha algo más preservada.
Además, ambos pies presentaban espolones subcalcáneos, fruto de una fascitis plantar, y el pie derecho mostraba inflamación en el dedo gordo por una probable uña encarnada. Estas afecciones, dolorosas y crónicas, le habrían provocado cojera y dificultado arrodillarse, una postura que, irónicamente, pudo contribuir a su osteoartritis.
Fotografías: Estudio Digital Francisco Cañizal
