Con más vegetación, sin escaleras, accesible y peatonal. Las obras podrían comenzar a principios de 2026
La emblemática Plaza de los Bandos de Salamanca, un enclave cargado de historia desde el siglo XII, se encuentra en la antesala de una transformación profunda y largamente anhelada. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Carabias, ha desvelado la propuesta ganadora del concurso de ideas para su remodelación, un proyecto bautizado como “El vergel de los bandos”, que promete convertir este espacio actualmente de paso en un lugar vibrante, verde y plenamente disfrutable para salmantinos y visitantes.
Este anuncio marca un hito crucial en un proceso meticuloso, caracterizado por la participación ciudadana y el riguroso cumplimiento de las directrices patrimoniales. Situada en el corazón del casco histórico, antesala de la Plaza Mayor, Los Bandos es hogar de edificios tan relevantes como el Centro Internacional del Español, el Centro Documental de la Memoria Histórica, el Palacio de Garci Grande, la Iglesia del Carmen, la Casa de Don Solís y la Casa de María la Brava, esta última destinada a ser la futura sede de la Casa de la Ciencia.
Sin embargo, como admitió Carabias, “todos coincidimos en que su configuración actual no permite que sea un lugar vivido y propicio para disfrutarlo. La Plaza de los bandos se ha convertido en un espacio de paz, poco accesible y destinado a la celebración de algunas ferias y acontecimientos, siempre con el hándicap de su diseño nada amigable”.
Un proyecto cimentado en la participación y el consenso Conscientes de la sensibilidad del enclave, el Ayuntamiento de Salamanca emprendió un minucioso proceso participativo. “Desde el primer momento tuvimos claro que un proyecto de esta envergadura, en un punto tan sensible y querido por los salmantinos, solo se podía hacer desde la participación y el consenso”, subrayó el concejal.
Se convocaron cuatro mesas de trabajo con actores clave, incluyendo organizaciones empresariales, comerciales y sindicales, asociaciones vecinales, entidades del tercer sector, y colegios profesionales y expertos. Cada mesa celebró tres sesiones de reflexión. Además, se realizó un cuestionario a pie de calle a 472 ciudadanos salmantinos para identificar sus necesidades y demandas.
Este enfoque participativo fue crucial, pero igualmente importante fue la adecuación a las directrices de la UNESCO, plasmadas en su guía de 2022, y de su órgano asesor, ICOMOS. “No había alternativa”, afirmó Carabias, reconociendo que iniciativas pasadas habían tropezado con este escollo. Para ello, se elaboró un informe previo de evaluación de impacto patrimonial bajo la supervisión de una mesa de trabajo compuesta por el Ayuntamiento, el Ministerio de Cultura e ICOMOS España.
Con estos sólidos cimientos, se lanzó el concurso de ideas, al que se presentaron nueve propuestas. La idea ganadora, “El vergel de los bandos”, fue seleccionada el pasado mes de marzo. Aunque la identidad del autor se conocerá tras el proceso administrativo pertinente a través de la plataforma de contratos del sector público, su visión ya perfila una plaza renovada.
El objetivo principal, según Carabias, es “dar el protagonismo a las personas, al peatón, para que se conviertan en un espacio de esparcimiento y encuentro”. La propuesta apuesta por una plataforma única con amplias zonas verdes, integrada en la fisonomía del casco antiguo y que realce las fachadas históricas.
Se busca una plaza más amplia, con continuidad en las calles Santa Teresa y Peña Primera, y que actúe como conector de los ejes norte-sur y este-oeste de la ciudad. El nombre, “El vergel de los bandos”, evoca los sucesos del siglo XV entre los Manzano y los Enríquez, y se materializa en dos “bandos” integrados: un “bando verde” con tapices vegetales, zonas arbustivas y árboles (sumados a los existentes), y un “bando pavimentado” con nuevo mobiliario urbano que disfrutará de la sombra del primero.
La meta es convertir la plaza en un “pulmón verde en el mismo centro de la ciudad”. En definitiva, el resultado será un espacio que elimine el actual escalonamiento, integre la superficie circundante, incremente la vegetación, sume nuevos bancos (de piedra y móviles), renueve su iluminación y ofrezca mayor flexibilidad para eventos. Esta idea previa deberá ajustarse a 78 criterios marcados en la evaluación de impacto patrimonial y a las indicaciones del jurado.
Entre las indicaciones del jurado figuran reconsiderar el carácter lúdico de la fuente, consensuar la elección de especies vegetales con el área de Medio Ambiente, incluir alguna referencia a la desaparecida iglesia de Santo Tomé, contemplar cámaras de aireación y drenaje para prevenir humedades en edificios históricos, y consensuar con el Ayuntamiento la ubicación de jarrones, la estatua de Carmen Martín Gaite y el mobiliario urbano en general. Y es que la preservación del patrimonio es un eje fundamental del proyecto.
Respecto a la fuente, Carabias recordó que la actual data del siglo XVI y fue colocada en su ubicación presente en el siglo XIX. “A lo largo de toda la historia siempre ha habido fuentes, incluso en algún momento llegó a haber dos”, explicó. Una de las condiciones es que “debe haber una fuente, pero no necesariamente esa o en ese lugar”. La presencia de una fuente está garantizada, pero su diseño y ubicación se definirán en el proyecto.
El camino hacia la materialización de “El vergel de los bandos” está claramente trazado. El autor ganador deberá redactar una idea previa al proyecto, que será valorada por un grupo de trabajo formado por el Ministerio de Cultura, ICOMOS España, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento.
De este análisis se derivará la evaluación de impacto patrimonial definitiva, cuyas medidas correctoras, si las hubiera, se incorporarán al proyecto definitivo. Una vez aprobado el proyecto y autorizado por la Comisión Territorial de Patrimonio, se iniciará la fase de contratación, licitación y ejecución de las obras, con la esperanza de que comiencen a principios de 2026.
“Estamos en el Ecuador de un camino con numerosos agentes implicados, abierto a la sociedad salmantina, absolutamente escrupuloso con las directrices de la UNESCO y supervisado en todo momento”, afirmó el concejal, destacando la transparencia y objetividad del proceso. Las tres primeras propuestas del concurso recibirán un premio económico, y la ganadora, además, el encargo de la redacción del proyecto.
Una de las preocupaciones ciudadanas suele ser el tráfico. Carabias aseguró que “el tráfico que haya por la plaza va a ser el mínimo posible, pero siempre es necesario que permita el tránsito de vehículos de emergencia, los servicios públicos y, evidentemente, el tránsito de aquellos residentes que tienen su apartamento, su plaza garaje en el entorno”. El objetivo es una reducción drástica del tráfico actual, priorizando al peatón.
En cuanto a la vegetación, la idea es “mantener absolutamente todos los que hay y además aumentar”, seleccionando especies adecuadas al clima y al entorno, en armonía con el conjunto y bajo el consejo del área de Medio Ambiente.
La nueva plaza también contemplará espacios para actividades culturales y algunas ferias, cuya capacidad y tipología se definirán con el proyecto definitivo. “Ahora mismo estamos hablando de una idea”, matizó Carabias.
La transformación de la Plaza de los Bandos busca responder a una demanda ciudadana por un espacio más accesible y vivible. “La idea que teníamos era la de remodelar, hacerla accesible, hacerla vivible, hacerla utilizable, que los salmantinos vieran en esa plaza, una plaza más, no una calle de paso como como está ocurriendo ahora”, concluyó el concejal. Con “El vergel de los bandos”, Salamanca aspira a recuperar un espacio histórico, dotándolo de nueva vida y funcionalidad para el siglo XXI, un proyecto que conjuga respeto por el pasado y una visión de futuro más verde y humana.
Fotos de David Sañudo