La Universidad Pontificia de Salamanca acoge una iniciativa organizada por su Centro de Orientación y Mediación Familiar junto a la Junta de Castilla y León y Cruz Roja
Un compromiso social ineludible, la protección de los más vulnerables, ha centrado el debate este miércoles en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA). La I Jornada de Acogimiento Familiar, organizada por el Centro de Orientación y Mediación Familiar de la UPSA en colaboración con los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León y Cruz Roja, ha servido de plataforma para exponer los servicios y medidas existentes en la protección a la infancia. Este encuentro se enmarca en la conmemoración del Día Internacional de la Familia y del Día Mundial de Acogimiento Familiar.
La inauguración del encuentro contó con la presencia de la vicerrectora de Comunidad Universitaria y Estudiantes de la UPSA, María H. Benavente; la gerente territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, María Isabel Fernández; la presidenta provincial de Cruz Roja Salamanca, Isabel Campo, y la directora del Instituto de Ciencias de la Familia de la UPSA, Luz María Fernández. Todas ellas subrayaron la importancia de la colaboración institucional y la sensibilización social.
María H. Benavente señaló que “estas jornadas pretenden ser un espacio de compromiso: son una realidad que nos interpela como sociedad, la necesidad de que los niños y niñas crezcan en entornos seguros, estables y afectivos porque estos pequeños serán el futuro de la sociedad”. Por su parte, María Isabel Fernández destacó estas jornadas como una "medida de divulgación y sensibilización", e instó a los profesionales y futuros profesionales a que se acerquen a esta área, y vean “lo interesante y apasionante de este ámbito de atención a la infancia”.
Isabel Campo, presidenta provincial de Cruz Roja Salamanca, puso el foco en la voluntariedad de las familias y el apoyo mutuo. “Las familias de acogida están realizando también voluntariado, ya que ofrecen su tiempo, su casa, su vida, y su familia voluntariamente para acoger a alguien; y eso es humanidad”, apuntó. Finalmente, Luz María Fernández recordó que en mayo se conmemoran efemérides que “recuerdan la importancia que tiene la familia a nivel social, como núcleo primario de relación de todo ser humano”. “El acogimiento familiar contribuye a brindar al menor, que necesita apoyo, un entorno seguro y afectivo”, concluyó.
Posteriormente, se desarrolló una mesa redonda titulada 'Organización del sistema de protección a la infancia: servicios y medidas de protección'. En ella participaron la gerente territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, María Isabel Fernández, y la coordinadora de la sección Infancia y Familia del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Salamanca, Mónica Sánchez. La moderación corrió a cargo de la directora del Instituto de Mediación del Colegio de la Abogacía de Salamanca, Marta Saiz.
La gerente territorial detalló los rasgos generales del marco normativo de la protección del menor que desarrolla la Junta. “El contenido básico de la actuación es que hay que reparar la situación de desprotección y hacerlo en el menor tiempo posible. Además, tenemos que evitar la separación del menor de su familia, reparar esa situación para lograr la preservación familiar, y si no puede ser con sus padres, mantener ese núcleo dentro de su familia extensa”, explicó Fernández. Afirmó también que no es fácil mantener el superior interés del menor como principio rector: “Nos encontramos con conflictos de intereses y de sentimientos muy potentes como el derecho de los padres, de la familia extensa, pero no hay que perder de vista que siempre el superior interés del menor debe prevalecer y guiar cada procedimiento”.
El sistema de protección del menor, único, se basa en dos conceptos clave: riesgo y desamparo. Estos determinarán la distribución de competencias entre organismos locales o regionales. En los casos de riesgo, la Junta tiene acuerdos con el Ayuntamiento y la Diputación, así como convenios con entidades como Cruz Roja. El desamparo corresponde a la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta.
Mónica Sánchez, por su parte, explicó las intervenciones desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Salamanca, estableciendo un plan de caso. “Intentamos desde la base prevenir, proteger y sensibilizar. Trabajamos con el objetivo de que las familias sean capaces de adquirir competencias para acompañar y cuidar a sus hijos. Si las familias no están dispuestas a ser ese motor de cambio, nosotros no podemos suplir su función y se deriva el caso”, detalló. Este Programa de Intervención Familiar tiene una duración máxima de 24 meses, tiempo durante el cual el niño puede estar con una familia de acogida o en un centro. “Por lo que tenemos que ser lo más ágiles posible”, enfatizó Sánchez, quien también apeló a una mayor coordinación entre todos los agentes implicados (sanitarios, educadores, fuerzas de seguridad) para una "rápida detección y notificación".
Tras estas intervenciones, se proyectó el cortometraje ‘Remove’ de Nathanael Matanick, que expone experiencias y emociones de niños y niñas dentro del sistema de protección. A continuación, se celebró otra mesa redonda sobre 'Acogimiento familiar como recurso de protección'. En esta participaron la psicóloga del servicio de Acogimiento Familiar de Cruz Roja, Sonia Juanes; la coordinadora del servicio de Formación en Acogimiento Familiar de ASECAL, María Auxiliadora López, y la técnico jurídico del cuerpo superior de la Administración de la Junta de Castilla y León, María Mateos. La mesa fue moderada por la coordinadora del Centro de Orientación y Mediación Familiar de la UPSA, Liliana Armenta.
Las jornadas concluyeron con el emotivo testimonio de la presidenta de la Asociación de Familias de Acogida Salamanca, Beatriz Hernández, quien compartió su experiencia personal y la realidad de las familias que abren sus hogares.
En la clausura estuvieron presentes el coordinador provincial de Cruz Roja, Javier Vicente de la Pompa; la directora del Instituto Superior de Ciencias de la Familia UPSA, Luz María Fernández Mateos, y la coordinadora del Centro de Orientación Familiar de la UPSA, Liliana Armenta Lobato. Durante toda la jornada, Cruz Roja instaló varios puntos de información en la Sede central de la UPSA (accesos por Calle Serranos y Calle Compañía) y en el Campus Champagnat (facultades de Educación y de Comunicación), para cualquier persona interesada en obtener información detallada sobre el programa de Acogimiento Familiar que se lleva a cabo en Salamanca.