“La biblioteca del futuro es la Carmen Martín Gaite”

La red municipal de bibliotecas incluye algunas, como la Gabriel y Galán, que fue la primera, con un enfoque clásico y otras, sin embargo, construidas con diseños del siglo XXI y, por lo tanto, con un concepto bien distinto.

En este sentido, Luis Sánchez Arévalo, concejal de Educación, afirma que “la biblioteca del futuro es la Carmen Martín Gaite”, ya que ofrece «diferentes espacios para todo tipo de públicos, placas solares en la cubierta, zonas verdes ajardinadas en los alrededores, aparcamiento para bicis, una terraza con vistas de Salamanca que en verano es muy aprovechable». «¿Qué más se le puede pedir a la biblioteca del futuro?», añade.

Mucho más que libros

Las bibliotecas municipales han trascendido su función tradicional para convertirse en auténticos centros de cohesión social. «Lo que me gusta mucho que se hace en las bibliotecas de los barrios son los clubes de lectura, tanto infantiles como para adultos», señala el concejal. «Es una forma de unir a los vecinos con interés por la lectura o implicarles en unas primeras lecturas, y de reunirse en torno a ellas».

Los cuentacuentos para niños son otra de las actividades estrella que llenan las bibliotecas de familias enteras. «Esos días se llena la biblioteca con padres, madres, abuelos, que van con los niños», describe Sánchez, quien destaca cómo en la sección infantil de la Martín Gaite «siempre puedes ver a niños consultando, jugando, trasteando entre esos libros infantiles».

Esta dimensión social convierte a las bibliotecas en puntos neurálgicos de los barrios, lugares donde los vecinos pueden «acudir, reunirse, encontrarse, pasar un rato relajado leyendo el periódico», en palabras del responsable municipal.

El auge del libro frente a la tecnología

Contrariamente a los pronósticos pesimistas que auguraban la muerte del libro físico ante el avance de las nuevas tecnologías, el mercado editorial vive un momento de esplendor. «Cuando apareció el ebook y el formato electrónico parecía que se iba a dejar de leer en papel, o que las nuevas tecnologías impedirían que se lea tanto», recuerda Sánchez, «pero no notamos ese cambio, porque la gente sigue teniendo el gusto por la lectura».

El concejal destaca el dinamismo del sector editorial: «En las librerías aparecen libros nuevos cada semana, las editoriales no paran de publicar, es un mercado increíble». Este auge se refleja en las bibliotecas municipales, que mantienen «una adquisición de libros permanente» para ofrecer las últimas novedades.

Especialmente llamativo resulta el boom del libro infantil y juvenil, que vive «un momento dorado», según confirma Sánchez. «Es un mercado que cuenta con historias, narraciones, ilustraciones, el cómic también entra ahí. Es muy amplio, muy variado, y tiene muchísimo éxito, muy buena salud».

Los jóvenes lectores, lejos de abandonar los libros por las pantallas, mantienen una relación intensa con la lectura. «Aprecian mucho la lectura, les encanta leer», asegura el concejal, quien menciona los certámenes de lectura en público organizados por la Consejería de Educación, «donde los alumnos participan con un grandísimo nivel».

Bibliotecas y librerías: aliadas por la cultura

Lejos de competir, bibliotecas públicas y librerías privadas mantienen en Salamanca una relación simbiótica. «Son dos cosas que siempre me han encantado», confiesa Sánchez, quien celebra la apertura de nuevas librerías en la ciudad en los últimos años. «Darte un paseo por el centro, donde puedes tomar un café, disfrutar de Salamanca, y al mismo tiempo visitar librerías, para mí es un placer completo».

Esta complementariedad se manifiesta también en la programación cultural: «Pueden presentar un libro un día en una librería, pero otro día, la semana siguiente, nos lo pueden presentar en una biblioteca pública». El concejal lo resume con claridad: «Bibliotecas y librerías deben ir de la mano, y es la oferta perfecta para el público que busca la cultura y la lectura».

El Ayuntamiento ha mostrado su sensibilidad hacia el sector librero a través de iniciativas como SALdeCompras, promovida desde la Concejalía de Comercio y Promoción Económica, que busca fomentar «que los salmantinos adquieran y compren libros en Salamanca, en el comercio local».