Cuando el quinto misterio luminoso espera que se disponga una mesa de Jueves Santo y, mientras tanto, desgrana un Rosario rezado en sábado, cuando aún es más dulce el nombre de María.
Cuando la tierra santa por sus pies santos, resquebrajada en sangre y franjas, en guerras y divisiones, busca en la humildad un grito profético y orante de verdad Franciscana.
Cuando la desnudez de Cristo nos lo muestra más hombre si cabe, Despojado de su rango, obediente hasta una cruz que le preparan los que acaban de aclamarlo como rey con ramos teñidos de muerte.
Cuando las estaciones son hitos de un camino trazado desde el amor más inmenso, el amor trinitario que entrega al Hijo a recorrer un Vía Crucis y lo sostiene catorce veces en su subida hasta la Pascua.
Cuando la palabra definitiva calla en un largo sábado, hecha Silencio de brazos extendidos y manos en plegaria, de miradas que no se cruzan pero se encuentran.
Cuando la redención viene a través de la agonía, lucha resuelta en misericordia, la que el Yacente recoge en su pecho colmado de nombres, atravesado por tantas noches y herido por tantas lanzas.
Cuando no se entienden el uno sin el otro, el motor que mueve el mundo y el resultado cuando funciona bien, el Amor y la Paz que van de la mano como parejas de cofrades con sus faroles.
Cuando los olivos dan sombra de consuelo y bálsamo de ternura a la Oración del Huerto, tan a solas que se siente la compañía omnipresente de Dios y tan lejos que se acerca para siempre su voluntad de Padre.
Cuando ha ofrecido su espalda a los que le azotaban, el siervo entre los siervos, Flagelado que se sabe elegido y despreciado, redentor y abandonado, ungido y destronado.
Cuando se enciende en la noche una luz Universitaria, para que el mejor cumplimiento de la promesa sea mostrar que en el abrazo a la cruz se resumen las más sabias lecciones de la vida.
Cuando Él es el mejor Amigo de los niños y nos hacemos, como los niños hebreos, al paso del Redentor, cantando su gloria, su alabanza y su honor en un Hosanna gritado y sentido.
Cuando los grilletes se desvanecen en los brazos de la cruz y explican la libertad humana desde el Perdón divino, bajando el camino que lleva a las aguas, bautismo de gracia.
Cuando la madrugada se despereza Dominicana y es el día del sacrificio salvador, pasión que se agarra, en la cruz, a la esperanza, muerte buena en piadoso regazo.
Cuando la Seráfica, casi centenaria, vecina, hermana, transita por esa esquina de Úrsulas con Berrueta, epicentro de todo, pasos de siempre, y los mismos siete nudos.
Cuando la Trinidad se acoge a la advocación entrañable del Rescatado, y nos recuerda que desde el primer viernes de marzo sus pies nos han ido señalando el camino hasta aquí.
Cuando en su Soledad combatimos la nuestra, porque Ella no deja que estemos solos, porque su luto nos viste con las armas cristianas de la penitencia y la permanencia junto a la Cruz.
Cuando la túnica morada arrastra su cola para que el Nazareno, que no conoció el pecado, lo asuma todo en sí, en su abrazo al madero, y lo derrote con su mirada de manso cordero.
Cuando ha llegado su hora y nos ama hasta el extremo, hasta llenar nuestros días de alivio para el cansancio, de lucidez para la duda, de sosiego para la inquietud, de reconciliación para la discordia, de azul para ser hermanos, hasta ofrecer sus manos y sus pies a los clavos, Nuestro Bien colgado en la Vera Cruz para redimirnos, descendido y sepultado, y al fin resucitado.
Entonces, ya sí, es en Salamanca la Semana Santa.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.