España se prepara para el cambio al habitual horario de verano
España se prepara para el primer cambio de hora del año 2025, que tendrá lugar este fin de semana, la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo. Este ajuste horario, que se realiza dos veces al año, busca optimizar el aprovechamiento de la luz solar y mejorar la eficiencia energética en todo el país.
Durante la madrugada del último fin de semana de marzo, los relojes deberán adelantarse una hora. Concretamente, cuando sean las 2:00 horas, pasarán directamente a ser las 3:00 horas. Como consecuencia, esa noche se dormirá una hora menos, pero a partir de entonces anochecerá más tarde, permitiendo disfrutar de más horas de luz natural por las tardes.
Este cambio marca el inicio del horario de verano, que se mantendrá vigente hasta el último domingo de octubre (26 de octubre de 2025), cuando se volverá al horario de invierno. En esa fecha, los relojes deberán retrasarse una hora, ganando así 60 minutos adicionales de descanso.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ya ha establecido las fechas oficiales para los próximos ajustes horarios en España, que serán:
La práctica de modificar la hora para aprovechar mejor la luz solar tiene sus orígenes en 1916, cuando Alemania implementó este sistema durante la Primera Guerra Mundial como medida para ahorrar energía. España adoptó esta medida en 1918, aunque su aplicación ha tenido interrupciones a lo largo del tiempo. Desde 1981, la Unión Europea estableció una normativa común que obliga a todos los países miembros a realizar estos dos cambios horarios anuales.
En los últimos años, el debate sobre la eliminación del cambio horario ha cobrado fuerza en la Unión Europea. En 2018, la Comisión Europea propuso suprimir estos ajustes, permitiendo que cada país eligiera si mantener el horario de verano o de invierno de forma permanente. Sin embargo, no se ha alcanzado un consenso definitivo entre los Estados miembros, por lo que los cambios de hora seguirán aplicándose, al menos, hasta 2026.
Los expertos en salud recomiendan respetar las rutinas de sueño para lograr una transición más suave entre el horario de invierno y el de verano. El aumento de las temperaturas y de las horas de luz puede afectar a los ritmos biológicos, alterando los estados de ánimo, el nivel de energía y la calidad del sueño.
Aunque perderemos una hora de descanso este domingo 30 de marzo, este cambio nos permitirá disfrutar de tardes más largas y luminosas, marcando el inicio de la temporada primaveral y veraniega.
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