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Dr. Guillermo Hernández: “La tuberculosis en la actualidad es prevenible y curable”
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DÍA MUNDIAL DE LA TUBERCULOSIS

Dr. Guillermo Hernández: “La tuberculosis en la actualidad es prevenible y curable”

Actualizado 25/03/2025 12:20

Todos los países del mundo tienen casos de esta enfermedad, que sigue muy presente en el mundo, y que es “fundamental” acudir al médico en el caso de presentar síntomas o haber estado en contacto con un enfermo

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria, el bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis) que cada 24 de marzo celebra su día mundial. Es una enfermedad presente en todos los países del mundo, aunque con mayor presencia en los países menos desarrollados.

Afecta a países con una situación socioeconómica deprimida y el 87 % de los casos de tuberculosis en el mundo están en países del continente africano y en Asia. “Los países occidentales tienen tasas de incidencia bajas, y España se encuentra entre estos países, si bien tenemos tasas de incidencia algo mayores que los países de nuestro entorno”. En 2023 fallecieron 1’25 millones de personas, según la OMS sigue siendo una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria.

El Dr. Guillermo Hernández, es jefe de unidad de enfermedades infecciosas del CAUSA, nos explica en esta entrevista la actualidad de esta enfermedad, sus causas y tratamientos. También la situación que hay en Salamanca, con el número de casos activos.

Los países occidentales de nuestro entorno tienen tasas de incidencias muy bajas, España tiene tasas bajas de incidencia, es decir, de casos nuevos por 100000 habitantes y año, pero si estamos algo por encima de los países de nuestro entorno. La tasa de incidencia, es decir el número de casos nuevos/100000 habitantes y año en Castilla y León en 2023 fue de 7,2 casos por 100000 habitantes y año. Esa misma tasa de incidencia a nivel nacional fue de 8,8 casos /100000 habitantes y año. En Salamanca hay entre 15 y 20 casos al año.

“Esta enfermedad se transmite por vía aérea de una persona con tuberculosis pulmonar en fase contagiosa a otras personas al hablar, al toser o al estornudar”, explica el Dr. “La enfermedad afecta fundamentalmente a los pulmones pero puede afectar a otros órganos como el riñón, los ganglios linfáticos, la columna vertebral, el cerebro… a cualquier órgano de nuestro cuerpo”.

Para conocer cómo se contagia esta enfermedad hay que destacar dos situaciones, tuberculosis activa o tuberculosis latente. “Una persona con tuberculosis activa no tratada puede infectar a una media de 10 a 15 personas al año. Sin embargo, no todos los infectados desarrollan la enfermedad. Se calcula que el 10% de las personas infectadas desarrollarán la enfermedad en algún momento de su vida”, destaca el Doctor.

  • Enfermedad tuberculosa o tuberculosis activa. Se trata de las personas con síntomas. “Necesita un tratamiento activo lo antes posible, ya que si no se trata puede tener consecuencias graves para la persona incluso la muerte. Cuando la tuberculosis afecta al pulmón o a la vía respiratoria, es contagiosa. Por este motivo, los enfermos tienen que permanecer en aislamiento respiratorio al menos dos semanas después de iniciarse el tratamiento”.
  • Tuberculosis latente: Se trata de enfermos totalmente asintomáticos y no contagian la enfermedad, que tienen una prueba de Mantoux o un quantiferon-TB positivo. “Significa que en algún momento de su vida, puede ser incluso en la infancia, han estado en contacto con el bacilo de la tuberculosis, y que su sistema inmunológico en ese momento estando en perfectas condiciones ha conseguido limitar la infección, de tal manera que esta bacteria no se sigue multiplicando aunque sigue viva dentro del organismo”.

Sin embargo, el doctor destaca que es una enfermedad “prevenible y curable”, y en este enlace se explica cómo hacerlo.

Síntomas, diagnóstico y tratamiento

La infección por M. tuberculosis suele ser asintomática en personas sanas, dado que su sistema inmunitario actúa conteniendo la multiplicación de la bacteria. Sin embargo, el doctor explica que los “síntomas de la tuberculosis pulmonar activa son tos, a veces con esputo que puede ser sangre, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna”. Pero también puede afectar a otros órganos: desde el pulmón a través de la sangre y de los ganglios linfáticos puede extenderse a otras partes del cuerpo como he mencionado previamente.

Con respecto al diagnóstico, es “microbiológico, y la confirmación es por medio del cultivo en medio para Mycobacterias”. Aunque a lo largo de la historia han cambiado mucho los métodos que permiten diagnosticar la tuberculosis, “en la actualidad casi la totalidad de los diagnósticos son con confirmación microbiológico, lo que facilita la elección del tratamiento más adecuado en cada enfermo. En este momento, el Hospital Universitario de Salamanca cuenta con todos los medios necesarios para llegar al diagnóstico de esta enfermedad”.

Para establecer si el paciente ha estado en contacto en algún momento de su vida con la bacteria Mycobacterium tuberculosis se utilizan dos técnicas: “la prueba de la tuberculina (o intradermoreacción de Mantoux) y una prueba que se realiza con una muestra de sangre que es el quantiferon-tuberculosis. Para confirmar que el paciente tiene la enfermedad se recogen muestras (en el caso de la tuberculosis pulmonar la muestra sería el esputo, o muestras extraídas mediante broncoscopia) y se realiza una tinción de auramina, que es una tinción fluerescente que tiene la ventaja de ser rápida y que nos permite identificar Mycobacterias. Esta misma muestra se pasa a cultivo en medios especiales para Mycobacterias para conseguir confirmar la infección con la identificación específica de la bacteria Mycobacterium tuberculosis, y una vez aislada en el cultivo, nos permite obtener el antibiograma que nos va a decir si la bacteria es sensible a los antibióticos de primera línea para tuberculosis”. Un proceso largo que puede durar hasta 50 días.

Sin embargo, en Salamanca “el Servicio de Microbiología dispone de técnicas moleculares como la PCR específica para tuberculosis que identifica que es esa bacteria por su material genético, y que está disponible en pocas horas. También dispone de otras técnicas moleculares que pueden identificar las mutaciones genéticas en la bacteria que le confieren resistencia a los principales antibióticos que se utilizan en esta enfermedad, y que su resultado también se obtiene en muy poco tiempo”.

Para tratar esta enfermedad hay que destacar que “tiene una gran capacidad de protegerse contra los antibióticos desarrollando resistencias cuando éstos se emplean de forma individual. Por ello, siempre es necesario el uso de combinaciones de antibióticos unido a un aislamiento respiratorio en las primeras dos semanas. La pauta más habitual de tratamiento es la combinación de isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol durante los dos primeros meses para continuar posteriormente durante cuatro meses más con isoniacida y rifampicina”.

La tuberculosis en animales vs. en humanos

El Dr. Hernández explica que “cuando hablamos de tuberculosis, no hablamos de la tuberculosis por Mycobacterium bovis que es la tuberculosis que afecta a las vacas”. Sin embargo, "las personas que cuidan del ganado enfermo, o personas que ingieren productos lácteos de animales enfermos si no están pasteurizados, pueden llegar a infectarse".

“Castilla y León tiene una cabaña ganadera importante. En el momento actual se realiza un control exhaustivo por parte de las autoridades sanitarias sobre la tuberculosis bovina, de tal forma que en cuanto se detecta un caso lo solucionan inmediatamente. Por lo tanto, la situación actual de la cabaña ganadera de Castilla y León es de un buen control sanitario, lo que minimiza la aparición de casos de tuberculosis por Mycobacterium bovis”.

No obstante, destaca que “vemos algún caso de forma muy aislada pero son enfermos que se infectaron hace muchos años cuando el control sobre la cabaña ganadera no era el adecuado. En los países desarrollados, con un buen control de su cabaña ganadera, es poco probable el contagio de la tuberculosis bovina, aunque si es posible”, añade.

En resumen, es una enfermedad presente en la sociedad pero “con los tratamientos disponibles en la actualidad, el pronóstico de la tuberculosis es excelente. En general, a las dos semanas de iniciado el tratamiento, el paciente infectado deja de ser contagioso y se inicia una recuperación progresiva. En personas que han estado expuestas a la infección por un contacto íntimo, se puede prevenir la infección por Myocbacterium tuberculosis mediante tratamiento con un antibiótico, pero no todas las personas que hayan estado en contacto con un enfermo de tuberculosis tienen que tomar el antibiótico”, concluye el doctor.