, 13 de abril de 2025
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Patricia, tú, no eres feminista
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LA OPINIÓN DE MARÍA ESQUITÍN

Patricia, tú, no eres feminista

Actualizado 15/03/2025 18:51

Artículo de María Esquitín en respuesta al escrito con motivo del 8M por la edil de Vox Patricia Martín

¿Sabes qué significa radical? Perteneciente o relativo a la raíz; fundamental o esencial y por ende, el feminismo radical, es aquel que va a la raíz del problema para solucionarlo.

Para empezar, no se debería hablar de 8M, sino del Día Internacional de la Mujer (Trabajadora), ¿y por qué digo esto?, porque primero se quitó la palabra TRABAJADORA. Luego pasaron a eliminar la palabra MUJER, quedando convertido este día en solo un número y una letra: 8M, eliminando y vaciando de contenido esta fecha de reivindicación feminista. Tenemos experiencia en Ciudad Rodrigo en hacer este tipo de cosas, se hizo con la Casa de la Mujer, reconvertida en Espacio de Igualdad y quedando para todo el mundo como Espacio I, eliminando por todas partes la concepción primera y la finalidad última de este espacio.

Ni ser mujer te hace feminista, ni que tú digas que eres feminista, te convierte en feminista. El feminismo no es una etiqueta que tú te pongas, sino que tu forma de hacer, vivir y estar en el mundo es lo que te coloca ese adjetivo. ¿Cuál es esa igualdad de la que hablas? En papel, esa igualdad existe, al menos en nuestro país, pero la realidad de la calle y del día a día nos dice que no, que esa igualdad está muy lejos de ser verdad. Eso sí, deberías hacerte feminista, porque las feministas, queremos lo mismo para todas las mujeres, independientemente de la ideología o del país que sean; la sororidad, no conoce fronteras.

Si crees que la izquierda de este país es feminista, es que estás más desnortada aún de lo que aparentas. Con todo mi pesar te diré, que, aquí, a las mujeres no se las tiene en cuenta como debería (ya que somos la mitad de la población) y te pondría ejemplos de mujeres, de nuestra propia ciudad, de partidos de izquierda (y de los de derecha también) que dan mil vueltas a los simpáticos y sonrientes compañeros a los que han puesto en su lugar, obviando no solo los conocimientos y experiencias de sus compañeras, sino sus reivindicaciones como mujeres. Así que no, esto no se trata de derecha e izquierda, sino de hombres que deberían entender que las mujeres merecen el mismo espacio público que, a ellos, ni se les cuestiona, ni se les arrebata porque es suyo, les pertenece por nacer con un sexo concreto y no porque lo merezcan, esa, es tu meritocracia: nacer con un par de huevos.

Agradezco que las personas que gobiernan nuestra ciudad, nos nombren a las mujeres, porque eso, hace que se tome conciencia de que las mujeres están, existimos, y nombrarnos, es una cuestión de respeto y legitimación de nuestra presencia objetiva en el mundo. Si tú prefieres hablar en el masculino omnicomprensivo que reconoce la RAE, ya se te va cayendo el feminismo por los cuatro costados porque consideras que te sientes representada por algo que a ti, como mujer, te excluye. Por otro lado, te diré, que el lenguaje inclusivo no es duplicar palabras, sino buscar un modo diferente de hablar que nos reconozca a todas las personas.

El Día Internacional de la Mujer (Trabajadora) no está hecho para lo que tú quieras, sino para reivindicar una agenda feminista que, siento decirte, tu partido no aprueba porque es, literalmente, un partido que aboga por el retroceso de los derechos de las mujeres. Es más, es tu partido y sus acólitos, quienes están buscando la polarización del país, con discursos de miedo y odio, de mentiras y medias verdades con florituras, que buscan el sesgo de confirmación de lo que les hacéis creer como verdad absoluta. Es la gente como tú la que enfrenta y divide al pueblo, buscando esa dicotomía de, estás conmigo o contra mí.

El Día Internacional de la Mujer (Trabajadora) no está hecho para tener ministerios y chiringuitos, para eso ya están los partidos, para llegar a la política, como quien llega a un retiro del mundo laboral, para cobrar sin hacer lo que dijeron que iban a hacer: MIRAR POR LA CIUDADANÍA. Son los partidos políticos los que montan los chiringuitos y se reparten los millones destinados a las gentes, son ellos los que colocan a dedo a sus representantes para cobrar ingentes cantidades del erario, durante años, y no hacer nada de lo que prometieron cuando fueron elegidos por el pueblo. De los trabajos a dedo, mejor no hablamos, porque la falta de respeto que muestran quienes llegan a la política haciendo eso, son los mismos que fueron puestos a dedo por otras manos más grandes: favores, con favores se pagan.

Postureo es todo lo que hace la gente para llamar la atención. Postureo es que tú, que no luchas por las mujeres, te atrevas a decir que eres feminista e intentes hacer un alegato en favor de las mujeres juntando un montón de palabras reduccionistas, sin coherencia alguna y, por supuesto, criticando a otros partidos políticos.

No, no “hay que ayudar a las mujeres para conseguir la igualdad”, como dices tú, sino educar a los hombres, porque, por si no te das cuenta, tu lenguaje te delata (o a lo mejor es que un compañero de partido, hombre, te lo ha escrito). A las mujeres “no hay que ayudarlas”, porque eso nos daría un papel de subordinadas en la esfera política y social. No hay que ayudarnos a nada: se nos tiene que otorgar esa igualdad y esos derechos, porque somos la mitad de la población. No somos un colectivo, ni un grupo, ni una asociación, somos mujeres, la mitad de la población, insisto, y queremos que se nos reconozca como ciudadanas de pleno derecho y no como un grupúsculo de segunda al que callar con promesas en días señalados, ya sabes, con tu postureo y un par de fotos.

¿Sabes por qué se necesita paridad? Porque las mujeres no tenemos las mismas oportunidades que los hombres, porque si se deja en manos de ellos, que son quienes ostentan el poder, nosotras desaparecemos de la mayoría de escenarios y esa, es una realidad dolorosa que nos atraviesa a las mujeres. Si con leyes de paridad no hemos logrado que en realidad la haya, ¿qué esperas que ocurra si se eliminan? Pues yo te lo digo, que las mujeres volvamos a ser relegadas a un plano secundario, de empleos de tercera (los de segunda son los de ahora), del hogar y los cuidados, eliminándonos de la esfera pública para volver a ser enclaustradas en lo privado, en las casas, cuidando y pariendo, sin voz ni voto. Estoy segura de que sabes de lo que hablo, porque es el papel que le están dando a las mujeres los partidos hermanos del tuyo en cuanto acarician el poder. ¿Te imaginas tener que volver a vivir como tus abuelas?, ¿te imaginas que tu vida fuera únicamente la casa, tu marido y tus criaturas?, ¿que no pudieras estudiar, dar tu opinión, tener una cuenta bancaria, una propiedad, un pasaporte, no poder trabajar o dedicarte a la política?, párate un poco a pensar, porque si no llega a ser por las feministas radicales tú, no estarías donde estás ahora mismo.

Lo que es un fracaso de la política de este país es no haber tenido una transición que castigara los crímenes cometidos para que no crecieran pollos de gallina, creyendo ser águilas que quieran conquistar el presente alimentados por su pasado de muerte y de terror al que llaman de gloria.

Si supieras algo de feminismo, sabrías, que ese partido del que hablas, nunca fue feminista, decía que lo era, igual que lo dices tú. De hecho, las feministas, las que luchan por las mujeres todos los días y porque nos sea otorgado el lugar que merecemos, esas feministas, ya les advirtieron como sus leyes, mal construidas, iban en contra de los derechos de las mujeres y tenían fallas que favorecían a los agresores. Pero como no eran feministas y lo que buscaban eran otras cosas, hicieron lo que hicieron.

Que tú, precisamente tú, reivindiques la libertad de opinión cuando tu partido no hace más que emborronar el diálogo social para que la gente no tenga la claridad necesaria para formarse una opinión, si no es escuchando bulos y mentiras partidistas que lo que buscan es arañar votos y no una ciudadanía formada y crítica con la realidad, es algo así como un oxímoron.

Pero en algo sí tienes razón: si la ciudadanía no se pone en su lugar, para recordar a las personas que están en política, como tú, que se deben al pueblo y no a sus intereses, está claro, que los políticos, así, en masculino, no lo van a hacer por su propia convicción.

Las mujeres, no precisamos de felicitaciones en este 8M Día Internacional de la Mujer (Trabajadora), tampoco necesitamos reconocimientos fútiles, flor de un día, sino implementar leyes y el cumplimiento de las mismas para que seamos reconocidas como ciudadanas de primera categoría y no como hasta ahora, un colectivo de segunda.

Dices que te acuerdas de las mujeres de las asociaciones, de las autónomas, empresarias y asalariadas, de las mujeres del campo, de las madres, de las profesoras (que por cierto la educación no depende de ellas, sino de las leyes), de las deportistas (ahí sí que está el feminismo luchando para que su categoría sea respetada) y, en general, de todas las mujeres de Ciudad Rodrigo y comarca, olvidándote de las mujeres en situación de prostitución y trata, que en esta zona hay muchas (el feminismo, es abolicionista del sistema prostitucional), de las mujeres migrantes que son explotadas, de las mujeres que sufren violencia por el mero hecho de ser mujeres, de las violadas y asesinadas a manos de los hombres (como tú niegas que eso existe, ¿verdad?), de aquellas que cobran menos que sus compañeros hombres, de las que tienen trabajos precarios, de aquellas que sufren el sesgo de género en la medicina y se ven abocadas a ansiolíticos y somníferos porque lo suyo no tiene importancia; te has olvidado de las mujeres que siguen sufriendo la doble y triple jornada laboral, de las que no consiguen ascender, ni conciliar … Te has olvidado de todas las mujeres que sostienen este país con su trabajo silencioso y sin las cuales, los hombres no podrían vivir como lo hacen.

¿Te cansas de oírlo? Pues nosotras de vivirlo.

La opresión que sufren las mujeres y niñas es por nacer con el sexo biológico mujer, hembra humana, dentro de un mundo patriarcal en el que el poder político, social y económico, lo detentan los hombres.

Las mujeres no queremos ser Penélope esperando a que vuelva Ulises para contarnos lo que hay más allá del horizonte; nosotras queremos salir a navegar y conocer el mundo con nuestros propios ojos, porque el mar, también es nuestro. Eso, es lo que queremos las feministas.

María Esquitín