Navales pierde un icono: Talleres Octavio cierra tras años de servicio
Tras décadas de esfuerzo, dedicación y servicio a la comunidad, Talleres Octavio ha bajado definitivamente la persiana. Octavio Criado, que ha pasado gran parte de su vida entre herramientas, motores y clientes fieles, se despide del negocio con una mezcla de nostalgia y satisfacción.
El cierre de un negocio de toda la vida no solo representa un cambio para su propietario, sino también para los clientes que durante años confiaron en sus servicios. Para muchos, este taller no era solamente un lugar donde reparar sus vehículos, sino un espacio de confianza donde encontraban profesionalidad, experiencia y un trato cercano. Ahora, con la jubilación de su dueño, Octavio Criado, se cierra un capítulo importante en la historia de este establecimiento ubicado en la localidad de Navales.
“Antes de comenzar con mi propio taller, empecé trabajando en el taller de la Renault con Mariano Nieto en el que estuve alrededor de cinco años, y después en los Talleres Jiménez otros cinco años donde aprendí todo lo necesario para posteriormente poder seguir mi carrera y abrir mi propio taller”
“El apoyo de mi familia ha sido fundamental. Sin ellos, hubiera sido imposible llevar adelante el taller. No solo trabajábamos en la reparación de los vehículos, sino que también nos ocupábamos de la oficina, la contabilidad y las gestiones con los bancos y del reciclaje de residuos lo cual llevaba mucho trabajo. Todo eso era un trabajo enorme”, explica Octavio.
El ritmo de trabajo era intenso y demandante. “Había días en los que el taller estaba completamente lleno de coches, sin un solo hueco libre. La cantidad de trabajo que teníamos era enorme y, en los momentos de mayor demanda, la presión era altísima”, recuerda el mecánico.
Ahora que el taller ha cerrado, el contraste es evidente. “Antes, cuando alguien venía a visitarme, el lugar estaba lleno de coches, herramientas y actividad constante. Ahora, se nota la diferencia. Es extraño ver el espacio tan vacío”, confiesa.
Con los años, el taller creció y se expandió. “Al principio, solo teníamos un pequeño espacio. Era complicado porque pasábamos todo el día en el taller, con poco descanso. Con el tiempo, logramos expandirnos y mejorar nuestras instalaciones, lo que hizo que el trabajo fuera mucho más llevadero”, explica.
Además del trabajo manual, las tareas administrativas también formaban una parte esencial del negocio. “Siempre me ocupé de la facturación. Era algo que no podía delegar completamente, aunque reconozco que era una carga importante. La cantidad de trabajo era impresionante, y muchas veces terminábamos agotados. Por ello, como he mencionado antes, sin el papel de mi familia no hubiera sido posible que este negocio llegará a lo que ha sido”, comenta.
Uno de los aspectos más importantes para el dueño del taller fue la calidad del servicio que ofrecía, lo que lo llevó a invertir siempre en la mejor maquinaria disponible. “A mí lo que más me ha ayudado a llevar esto ha sido no sentirme nunca fracasado. Siempre he querido ofrecer lo mejor y, para eso, hay que contar con la mejor maquinaria”, afirma.
Además, su formación nunca se detuvo: “El mundo de la mecánica está en constante crecimiento y yo nunca me he querido quedar atrás por ello siempre he estado haciendo cursos para intentar estar en el máximo nivel”, explica.
Mirando hacia atrás, Octavio Criado se muestra satisfecho con la trayectoria recorrida. “Ha sido una experiencia intensa y llena de retos, pero también muy gratificante. Me llevo muchos recuerdos, aprendizajes y el cariño de nuestros clientes de toda la vida a los que aprovecho esta ocasión para darles las gracias por la confianza depositada en mí a lo largo de todos estos años . Ahora toca descansar y disfrutar de esta nueva etapa”, concluye.
El cierre del taller marca el fin de una era para el pueblo de Navales y los pueblos de alrededor, años de confianza en este negocio para el mantenimiento de sus vehículos. Sin duda, una despedida cargada de emociones y recuerdos.