Un total de cinco Centros de Interpretación que, como señala el diputado de Turismo, Juan Carlos Zaballos, “sirven para interpretar todo el proceso de elaboración de vinos, de obtención de miel, del aceite, el bordado charro y la danza”.
La provincia de Salamanca es un lugar clave en el turismo de interior. Uno de esos lugares más demandado es la Sierra de Francia, un enclave único y espectacular que en los últimos meses ha sumado a su oferta turística los Centros de Interpretación de la Sierra de Francia.
A través de ellos se pretende dar a conocer este territorio desde sus emblemas de identidad cultural y patrimonial. Esta iniciativa, ejecutada dentro del Plan de Sostenibilidad Turística Sierra de Francia, que gestiona la Diputación de Salamanca con la participación de la Secretaría de Estado de Turismo del Gobierno de España y la Junta de Castilla y León, considera a esta zona Zona Turística Inteligente.
Un total de cinco Centros de Interpretación que, como señala el diputado de Turismo, Juan Carlos Zaballos, “sirven para interpretar todo el proceso de elaboración de vinos, de obtención de miel, del aceite, el bordado charro y la danza”. Centros que se unen al existente en Monsagro de los mares antiguos. “Una geología de este territorio que está hoy a unos 1700 m de altitud y hace muchos millones de años era un fondo marino. Un relato perfectamente explicado en este centro de interpretación”, añade Zaballos.
Los nuevos Centros de Interpretación no solo representan un “homenaje a las raíces culturales” de la Sierra de Francia, sino también “un compromiso con la innovación y la sostenibilidad”, aseguró en FITUR el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias.

Los cuatro centros de interpretación, que han supuesto una inversión próxima a los 730.000 euros, son el del Aceite en San Esteban de la Sierra, el del Vino en Villanueva del Conde, el del Bordado serrano en Mogarraz, el de la Miel en Valero y el existente junto al Espacio de la Danza Serrana en Santibáñez de la Sierra.
En concreto, cada centro está dedicado a un tema específico, creando experiencias inmersivas para los visitantes.
El Centro de Interpretación del Aceite (San Esteban de la Sierra) está ubicado en una antigua almazara, este centro explora la historia y el proceso de elaboración del aceite de oliva, emblema gastronómico de la zona.
El del Vino (Villanueva del Conde) es un viaje sensorial para descubrir la tradición vitivinícola local, celebrando el arte y los secretos del vino. Por otra parte, el del Bordado (Mogarraz) es una muestra de los bordados tradicionales que reflejan el legado artesanal de la Sierra de Francia. El Centro de Interpretación de la Miel (Valero) es un espacio dedicado a la apicultura, resaltando su importancia en el equilibrio ecológico y la economía local.
Y, por último, el Espacio Interpretativo de la Danza (Santibáñez de la Sierra) es una experiencia inmersiva en las danzas tradicionales, expresiones vivas de la identidad cultural de la Sierra de Francia.
Por otra parte, estos espacios están interconectados a través de una red de pantallas informativas y un sistema de retroalimentación que invita a los visitantes a recorrer todos los centros, descubriendo la riqueza cultural del territorio.
Así, los centros han sido diseñados para brindar la mayor comodidad y seguridad a los visitantes, ofreciendo una apertura desatendida que permite visitas autónomas sin restricciones de horario; que los visitantes puedan registrarse en la plataforma para recibir un código QR y/o PIN en su correo electrónico que facilitará el acceso, y seguridad garantizada mediante sistemas de videovigilancia para una experiencia tranquila.
Por otro lado, si algo define también a la Sierra de Francia es la riqueza natural con una propuesta de rutas impresicindibles para todos los amantes de la naturaleza. En concreto, destacan cuatro sugestivos senderos ubicados en la atractiva comarca de la Sierra de Francia integran los llamados Caminos de Arte en la Naturaleza.
Se trata de una original propuesta de turismo activo, en la que el paseante se verá sorprendido por las obras de arte instaladas en el itinerario: jaulas sobre el valle, sirenas junto al arroyo, plumas de bronce, asteroides perdidos en una ermita, puertas en el campo, piedras cosidas o camas orgánicas.

Al sur de la provincia de Salamanca, en la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y de Francia, se encuentra el Camino de los Prodigios.
Se trata de un sendero circular, de 10 kilómetros de recorrido, que une los municipios de Miranda del Castañar y Villanueva del Conde, declarados Conjuntos históricos.
El Camino de los Prodigios recoge obras de los artistas Félix Curto, Alfredo Omaña, Marcos Rodríguez y Pablo S. Herrero. Con sus obras animan al caminante a asombrarse; a detenerse frente a las pequeñas cosas (un sonido melodioso, unas palabras que invitan a la reflexión…); y a deleitarse con lo que la naturaleza ofrece: líquenes, musgo, árboles...
Se trata de un itinerario que invita también a disfrutar de pueblos con encanto como Miranda del Castañar y Villanueva del Conde.

Es un camino circular, que discurre entre los municipios de San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde.
El recorrido, de 9,2 kilómetros, permite disfrutar del Parque Natural de Las Batuecas - Sierra de Francia, donde se han instalado obras de arte que sorprenden al paseante.
El Asentadero-Bosque de los Espejos es una invitación a mirar de otro modo, leer desde el arte el paisaje, atravesar el espejo o adivinar reflejos imposibles.
Pero el Parque Natural también reúne un valioso patrimonio arquitectónico que se manifiesta en sus pueblos.
San Martín del Castañar un hermoso conjunto histórico artístico que ocupa una posición privilegiada en un promontorio, lo que le proporciona espléndidas vistas sobre los valles cercanos. En el caserío destaca el perfil del castillo, que, acoge el centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera.
Otro de estos pueblos que atraviesa la ruta es Sequeros, con un emplazamiento singular, a 950 metros de altitud, que le ha valido la merecida denominación de “Mirador de la Sierra”.
El camino del Asentadero – Bosque de los Espejos también discurre por Las Casas del Conde. Su ubicación sobre una ladera del valle del río Francia y un microclima hacen que sea el primer pueblo de la Sierra de Francia donde florecen los cerezos.
Y junto a este patrimonio histórico y cultural, las obras de arte que se han plantado como semillas permanentes en el camino.
La Torre de Intercambio (de Jesús Palmero); la Casa de Árbol y una Aguja (Luque López), efímeras magentas (José Antonio Juárez), Mochuelos (Pablo Amargo), y Puertas Abiertas en el campo (de Manuel Pérez de Arrilucea) son algunas de las obras que se encuentran y se disfrutan en el recorrido.
El actual camino integra también uno anterior, el llamado “Asentadero de los curas”, del que perviven algunas de sus intervenciones escultóricas.

Arte y naturaleza se aúnan en el Camino de las Raíces, donde el viajero puede adivinar las huellas de la memoria colectiva de un pueblo, La Alberca, y un territorio, la Sierra de Francia.
Esta ruta circular atraviesa espacios humanizados en los que se reflejan las raíces de una cultura ancestral, las creencias y el imaginario de sus habitantes:
En este camino encontramos unas propuestas artísticas que pretenden que el paseante retorne con alguna emoción, con otra manera de mirar lo que le rodea. Begoña Pérez; Lucía Loren; Iraida Cano y sus hojas de roble; Fernando Casas con su “asteroide”; Carlos Beltrán; y Fernando Méndez son los artistas que persiguen sorprender al caminante e invitarlo a mirar de nuevo hacia las raíces y también hacia el cielo.
Este camino que se inicia en La Alberca es un recorrido por un bosque de robles y castaños. El camino acerca al viajero hasta la ermita de Majadas Viejas, pasando antes por el Montón de Cantos y por las piedras donde se representa la Loa en la romería de la Virgen. Se retoma el camino para llegar a la laguna y a la ermita de San Marcos, consolidada como un ejemplo de raíz conservada, y desde allí se vuelve a La Alberca.
Es sin duda, una ocasión ideal para conocer La Alberca, un municipio monumental que está considerado uno de los pueblos más bonitos de España y que fue también el primer pueblo español declarado Conjunto Histórico en 1940. Igualmente, en La Alberca se encuentra la Casa del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia donde encontrar toda la información para conocer el parque natural junto con un museo sobre las principales especies vegetales y animales del entorno.
Magia y misterio el viajero también puede descubrir en enclaves próximos, como el valle de Las Batuecas y la Peña de Francia.

En el Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia se encuentra también el Camino del Agua.
El agua estuvo allí desde siempre, el camino se fue haciendo con el paso del tiempo. El paseo se ha enriquecido con seis intervenciones escultóricas que ya forman parte del paisaje.
Han surgido así unas obras sutiles que se integran en armonía con el entorno, sin saber si lo que está delante es la cultura o es el paisaje.
El Camino del Agua parte de Mogarraz, municipio declarado Conjunto Histórico en 1998. Esta villa ofrece magníficos ejemplos de arquitectura tradicional de la Sierra de Francia (Reserva de la Biosfera).
Es posible disfrutar aquí del trabajo de la filigrana y la artesanía del cuero, y también de sabrosos platos gastronómicos y productos como el vino, las cerezas y el suculento cerdo ibérico.
El recorrido continúa cercano a la población de La Alberca, y llega a Monforte de la Sierra, un municipio que se alza sobre un promontorio ofreciendo sorprendentes vistas del valle formado por los ríos Milano y Arromilano, como queda patente en el Mirador del Viborero.