Las XII Jornadas Científicas del INICO reunirán a expertos de todo el mundo para debatir avances en la construcción de una sociedad más inclusiva
Del 12 al 14 de marzo Salamanca será el epicentro internacional de la investigación sobre discapacidad con la celebración de las XII Jornadas Científicas del INICO. Durante tres días, expertos de todo el mundo se darán cita en la ciudad para debatir y compartir avances en la construcción de una sociedad más inclusiva. El evento, que congregará a más de 600 participantes, se presenta como un espacio crucial para impulsar la investigación y la innovación en este campo.
Desde sus inicios en 1995, estas jornadas han sido un referente en el ámbito de la discapacidad, evolucionando desde un enfoque inicial centrado en la beneficencia hacia una perspectiva basada en derechos y evidencias científicas. Miguel Ángel Verdugo, director de las jornadas, destaca esta trayectoria: "Cuando empezamos en el año noventa y cinco, la discapacidad no estaba en ninguna agenda pública ni en los medios de comunicación, no existía una visibilidad. Afortunadamente, hoy es un tiempo distinto". Este encuentro anual, impulsado por el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO) de la Universidad de Salamanca, busca elevar el nivel científico de las prácticas profesionales y el trabajo de las organizaciones de apoyo a personas con discapacidad.
Este año, las jornadas alcanzan una participación récord con 640 inscritos, incluyendo 60 asistentes virtuales y una notable representación internacional. Teresa Nieto, miembro del comité organizador, subraya la diversidad de procedencia: "La mayoría somos españoles, representamos todas las comunidades autónomas de España, pero también contamos con una importante presencia internacional con participantes de Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, Italia, México, Panamá, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay". El programa científico es especialmente extenso y riguroso, con un total de 300 actividades.
Entre las actividades programadas destacan seis conferencias plenarias, tres mesas redondas -una de ellas protagonizada por estudiantes de la Universidad de Salamanca-, 36 simposios y 32 mesas de comunicaciones, además de sesiones de pósteres. La calidad de los trabajos presentados ha sido una prioridad, con un comité científico que ha realizado una exigente selección, rechazando un 20% de las propuestas y solicitando modificaciones al 90% de los trabajos aceptados.
Según Verdugo, este rigor es fundamental: "Es un congreso riguroso, no acepta cualquier propuesta, sino que se revisa por un comité científico que trabaja fuertemente". Este proceso garantiza que las jornadas ofrezcan investigaciones y aportaciones de alto nivel.
Las jornadas se realizan en colaboración con organizaciones clave del sector de la discapacidad, como Plena Inclusión España, Fundación ONCE y la Junta de Castilla y León, además de otras entidades como Down-Daño Cerebral y Autismo España. Esta colaboración refleja el espíritu de aprendizaje e intercambio que caracteriza al evento. Manuela Crespo, también miembro del equipo organizador, incide en la importancia de este trabajo conjunto: "Aquí se aprende entre todos, esa es la clave".
El director de las jornadas también resaltó la contribución económica del evento a la Universidad de Salamanca, superando los 20.000 euros, a pesar de que la organización asume los costes de los locales. Además del programa científico, las jornadas incluyen actividades de ocio, como un concierto del grupo musical Irreverencias, formado por investigadores del INICO, creando un ambiente de encuentro y celebración entre los participantes.
En un contexto internacional marcado por la preocupación por los derechos humanos, Miguel Ángel Verdugo advierte sobre la necesidad de defender los avances logrados en materia de discapacidad. "Yo creo que ahora mismo, y lo voy a transmitir en las jornadas, hay que hacer una tarea de prevención de los recortes de derechos humanos que vienen", señala, mostrando su inquietud ante la actual coyuntura política global. A pesar de los avances en España, Verdugo insiste en la importancia de seguir trabajando en políticas públicas, evaluación de resultados y transformación de las prácticas de las organizaciones.
Uno de los aspectos clave para avanzar hacia una sociedad inclusiva, según Verdugo, es el trabajo en el contexto comunitario. "El contexto se refiere a cómo es la participación en la comunidad y cómo lograr realmente que las personas con discapacidad no sean solo atendidas por los grupos especializados, organizaciones o profesionales, en entornos segregados", explica. En este sentido, destaca la necesidad de abrir espacios comunitarios como organizaciones deportivas, culturales y sociales a la participación de personas con discapacidad, promoviendo su inclusión como ciudadanos de pleno derecho.
Finalmente, Verdugo reflexiona sobre la importancia del lenguaje y la necesidad de un cambio de mentalidad profundo en la sociedad. Recuerda que la reivindicación del cambio terminológico en el ámbito de la discapacidad se planteó en estas mismas jornadas hace 23 años, subrayando la lentitud de algunos procesos de cambio social. "Llamar a una persona con discapacidad minusválido o disminuido es un insulto", afirma, insistiendo en que el lenguaje es un reflejo de actitudes y valores. A pesar de los avances, Verdugo llama a la acción para seguir construyendo una sociedad verdaderamente inclusiva, donde los derechos de las personas con discapacidad sean plenamente garantizados y respetados.
Fotos de Ángel Puma