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"Aquí en Alcohólicos Anónimos no solamente dejamos de beber, aprendemos a vivir"
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la lucha diaria contra la adicción en salamanca

"Aquí en Alcohólicos Anónimos no solamente dejamos de beber, aprendemos a vivir"

Actualizado 05/03/2025 15:37

"La tentación es permanente", señalan, "estamos en una sociedad donde el alcohol está en muchos ámbitos"

En el laberinto silencioso de la adicción, donde la botella se convierte en compañera y el día a día en una lucha constante, existe un faro de esperanza. En Salamanca, Alcohólicos Anónimos (AA) abre sus puertas a quienes buscan un camino de salida del alcoholismo. Dos de sus miembros comparten su experiencia, desvelando la realidad de esta enfermedad y la labor crucial de AA en la ciudad.

Cada lunes y sábado, un grupo de personas se reúne en Salamanca, en los salones parroquiales de San Isidro (paseo del Rollo 53). No son médicos, ni terapeutas, sino alcohólicos recuperándose, unidos por un mismo objetivo: ayudarse mutuamente. "Son los lunes a las ocho de la noche, de ocho a nueve y media, y luego los sábados de cinco a seis y media", explica uno de los miembros. Además, el último sábado de cada mes, abren sus puertas a profesionales y público interesado, ofreciendo una visión directa de su funcionamiento.

Pero, ¿qué distingue a Alcohólicos Anónimos de otras organizaciones? La respuesta reside en su enfoque y accesibilidad. "Nosotros tenemos un teléfono que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año", destaca otro miembro. Esta disponibilidad constante es vital, ya que la necesidad de ayuda puede surgir en cualquier momento.

Su método se basa en la experiencia compartida: "alcohólico cara a alcohólico". En sus reuniones, se comparten "inquietudes, los problemas que hemos pasado, cómo le hemos dado soluciones", creando un espacio de comprensión y apoyo mutuo. El anonimato, pilar fundamental de la organización, garantiza la confidencialidad y permite que personas de todos los ámbitos se sientan seguras al buscar ayuda.

El primer paso: reconocer el problema

Dar el primer paso es quizás el más difícil. Reconocer la adicción y buscar ayuda requiere valentía. Uno de los entrevistados describe su experiencia personal: "Estaba claro que yo no podía dejar de beber, yo me levantaba y vivía para beber". Este reconocimiento es crucial para iniciar el camino hacia la recuperación. Al llegar a Alcohólicos Anónimos, encontró un ambiente de comprensión y honestidad brutal: "Yo vi a personas que no conocía de nada abrir el corazón, contarte las cosas que habían pasado ellos, y claro, ahí me di cuenta que mi problema todavía no había tocado fondo". Este choque de realidad fue determinante para tomar la decisión de cambiar su vida.

Sin embargo, la voluntad es clave. "Alcohólicos Anónimos está para quien lo quiere, no para quien lo necesita", aclaran. El único requisito para unirse es "el deseo de dejar la bebida". Sin este deseo genuino, cualquier intento de ayuda puede ser en vano.

Recaídas y el camino a la recuperación

El camino hacia la sobriedad no es lineal. Las recaídas son una realidad, pero no un fracaso. "Sí, hay recaídas", reconoce uno de los miembros, quien ha visto a muchas personas pasar por AA, algunas con recaídas, otras que no volvieron. El programa de Alcohólicos Anónimos, basado en doce pasos, ofrece una guía para afrontar las dificultades y mantener el rumbo. "Tenemos dos días a la semana que hablamos de nuestras penas, nuestras alegrías, de todo, y nos entendemos, hablamos el mismo idioma, porque tenemos el mismo problema, que es el alcohol", explica. La clave está en la constancia y en apoyarse en la comunidad.

La sociedad actual, donde el alcohol está omnipresente, supone un reto constante. "La tentación es permanente", señalan, "estamos en una sociedad donde el alcohol está en muchos ámbitos". Desde celebraciones familiares hasta eventos sociales, el alcohol forma parte del día a día. "Está en la calle, está en todo, y todo se celebra con alcohol. Entonces, tienes que estar muy centrado para no bajar la guardia, porque el alcohol el alcohol es muy traicionero", advierten. Y es que la lucha contra la adicción es una batalla diaria, donde la vigilancia y el apoyo mutuo son esenciales.

Un problema que no distingue edades ni clases sociales

El alcoholismo no discrimina. "Nadie está libre", afirman rotundamente. "Da igual el de dónde proceda uno, de qué país, qué edad o que condición social tenga y de qué raza sea, porque al final el alcohol cuando te engancha, te engancha". Es un problema transversal que afecta a personas de todas las edades y condiciones. La adicción puede llevar a la destrucción personal y familiar, por lo que buscar ayuda cuanto antes es fundamental.

Alcohólicos Anónimos ofrece un espacio seguro y gratuito, basado en la experiencia compartida y el apoyo mutuo. "Aquí en Alcohólicos Anónimos no solamente dejamos de beber, aprendemos a vivir", resumen. Su programa de doce pasos busca el autoconocimiento y el crecimiento personal, herramientas esenciales para mantener la sobriedad a largo plazo. Reconocer las propias debilidades y buscar ayuda en momentos de crisis es parte del proceso. "Si yo tengo una necesidad muy grande de beber o me encuentro mal, tengo un compañero por el número de teléfono, al que puedo llamar y decirle, vente por aquí que tengo ganas de beber", explica uno de los miembros, destacando la importancia de la red de apoyo.

Alcohólicos Anónimos no ofrece soluciones mágicas ni pastillas milagrosas. "No hay pastillas que quiten ansiedad", aclaran. La recuperación es un proceso mental y emocional profundo. "Es una enfermedad mental, no solamente es física", explican. Superar la adicción requiere un cambio de mentalidad y un compromiso constante con la sobriedad. En Salamanca, Alcohólicos Anónimos ofrece una mano amiga, un camino de esperanza para quienes buscan una vida libre del alcohol.

Más información del grupo de Salamanca de Alcohólicos Anónimos en el teléfono 646 789 550 y en www.alcoholicos-anonimos.org