En Villarino ponen punto final al Carnaval con un divertido entierro de la sardina
Vestidas de luto riguroso, las plañideras lloraron la muerte de Patronila, ceremonias oficiadas por Arancha, como cura y de nombre don Eustaquio Malaespina Parrocho, y por Luis ‘Cerero’, como monaguillo, y rebautizado como Leandro Congrio Bonito
Las mujeres de Villarino de los Aires se despidieron este miércoles del Carnaval con el tradicional entierro de la sardina, momento que representa el final de las fiestas ligadas a la carne para dar paso a la Cuaresma, tiempo de recogimiento y ayuno carnal hasta el final de la Semana Santa.
Vestidas de luto riguroso, las plañideras de la sardina, de nombre Patronila, comenzaban el pasacalles en las escuelas camino a la Plaza Mayor de la localidad, procesión presidida por Arancha, en el papel de cura y de nombre don Eustaquio Malaespina Parrocha, y por Luis ‘Cerero’ como monaguillo y rebautizado aquí como Leandro Congrio Bonito.
Una vez en la Plaza, cura y monaguillo oficiaron el funeral de Patronila con responsos y comunión, reparto de ostias pasadas por un cáliz con aguardiente para los mayores de edad y la oblea ‘a palo seco’ para los menores, un acto en el que muchos repitieron y al que no se pudieron resistir los concejales del equipo de Gobierno con el alcalde, Julián Martín, al frente.
Oficiada la ceremonia religiosa para despedir a Patronila, a la que incluso se le dedicó la canción del Burro del tío Silguero con una letra muy particular, la sardina fue arrojada a la hoguera para purificar su alma a la espera de su regreso en un año de la mano del Carnaval, fiestas que se han vecino desarrollando desde el pasado sábado con desfiles y otrras actividades para mayores y pequeños.
A continuación, todos los asistentes dieron cuentas de sardinas y panceta asada a la lumbre, aperitivo regado con limonada, refrescos y agua al gusto.