Un gobierno en minoría no tiene por qué ser un problema si hay voluntad de dialogar.
En un pueblo como Alba de Tormes, donde todos nos conocemos y compartimos nuestro día a día, la división entre partidos políticos no debería ser un muro, sino un puente hacia el diálogo. Y escribo esto siendo consciente de todas las diferencias y rencillas, ya no solamente políticas, sino también personales entre los políticos de Alba de Tormes.
La ruptura de un pacto y la fragilidad de un gobierno en minoría nos han dejado en un cruce de caminos: podemos seguir alimentando el desencuentro, o podemos detenernos a reflexionar sobre lo que nos une y lo que el pueblo necesita. Más allá de siglas o colores, lo que importa es el bienestar de nuestras calles, el futuro de nuestros hijos y la fuerza de nuestra identidad y sociedad como pueblo.
La política no debería ser un juego de vencedores y vencidos, sino un esfuerzo colectivo para hacernos mejores. Tras la ruptura del pacto de gobierno entre PP y Vox, tenemos la oportunidad de tender la mano, de buscar acuerdos que trasciendan las diferencias y de demostrar que el amor por Alba de Tormes está por encima de cualquier interés particular.
Un gobierno en minoría no es una condena, sino un desafío que invita a los partidos políticos a trabajar la humildad, la escucha y el compromiso. Si cada partido aporta lo mejor de sí, con generosidad y voluntad, podremos tejer un nuevo pacto: no uno escrito en papel, sino uno forjado en la confianza y el trabajo conjunto.
Este pueblo merece unidad, no fractura; merece personas que miren al frente, no al pasado. La ruptura del pacto que sostenía el gobierno del Ayuntamiento de Alba de Tormes y la situación de un gobierno en minoría nos han puesto a todos en una encrucijada. Y creo, humildemente, que es momento de parar, respirar y mirar qué podemos hacer juntos.
Soy un vecino que como muchos quiere lo mejor para su pueblo. Y sé que ustedes, los políticos de Alba de Tormes también lo quieren. La política, al menos como yo la entiendo, no debería ser una lucha por tener razón, sino un esfuerzo por encontrar soluciones. Y hoy, más que nunca, necesitamos que esas soluciones vengan de la unión, no de la división.
Entiendo que hay diferencias, que cada partido tiene su visión y sus ideas. Pero también sé que todos compartimos algo más grande: el cariño por Alba de Tormes, por su gente, por sus tradiciones y por su historia. Un gobierno en minoría no tiene por qué ser un problema si hay voluntad de dialogar.
Es el momento de dejar a un lado las rencillas, que se sienten a hablar y que busquen puntos en común. ¿Qué necesita Alba de Tormes?. Juntos muchas cosas que anhelamos se pueden conseguir. No se trata de que uno gane y otro pierda, sino de que ganemos todos: los que vivimos aquí y los que vendrán después.
Alba de Tormes no merece un futuro de enfrentamientos. Merece un presente donde sus representantes políticos den ejemplo de madurez y generosidad. Si cada uno aporta lo mejor de sí, si escuchan más de lo que gritan, estoy seguro de que podremos salir adelante. No les pido que olviden sus ideales, solo que recuerden que el mayor ideal es el bien de todos: el futuro de Alba de Tormes.
La unidad no es fácil, pero es posible. Y si alguien puede lograrla, son los representantes municipales de Partido Popular, PSOE, Ciudadanos y Vox, los que elegimos para representarnos.
Roberto Jiménez, director de albadetormesaldia.es