Ya no sabemos nada. Hemos perdido la confianza en todo. Nada va bien, nada tiene solidez. Nada es verdad. Estos días nos han demostrado que la confianza es una cuestión de fianza. Todo se compra y se vende por dinero y si no es así se saquea sin derecho a protestar. Ahora a la envidia por si faltara poco se la llama justicia social. Empezamos a vivir lo que se vive en Francia, Suecia o Alemania. El país empieza a perder toda credibilidad. La inmigración elevada provoca con el tiempo una criminalidad violenta y ya no descenderá. El país gobernado por un prófugo de la justicia que fue el más votado en algunos barrios de Málaga o Sevilla.
La juventud española ya no tiene norte, está sentenciada a la miseria. Trabajo precario, sin casa propia, sin hijos y pocas expectativas. Visto lo ocurrido en Alemania que el partido más votado ha afirmado al día siguiente que su estrategia electoral ha sido la mentira para ganar votos. Vamos apañados. Europa no quiere ser salvada. La mayoría de sus ciudadanos son zombis fruto del adoctrinamiento mediático, el nihilismo y el mayor grado de ignorancia que se conoce. La debilidad de Europa es una evidencia. No tiene entidad común, ni en un proyecto político compartido. Se trata de un conjunto de países incapaces de ponerse de acuerdo en nada, salvo en crear burocracia y devaluar su propia moneda. Nuestra verdadera deuda pública ya supera los dos billones a pesar del aumento de la recaudación.
Cada año aumenta el número de suicidios y en particular los masculinos autóctonos en España. La muerte de un hombre no genera negocio. A las feministas por su parte les interesa que mueran mujeres, ya que así las victimizan para recibir dinero y dividir a la sociedad. La mujer siempre ha tenido en sus manos el futuro de la humanidad que es lo mismo que el futuro de la familia.
Por si faltaba poco el gobierno ya nos lanza el mensaje que subirá el precio del carburante de los coches de combustión para favorecer la venta de eléctricos. La vida está cada vez más cara y nos quieren hacer endeudar con un coche nuevo que nadie puede pagar. Carecemos de una red real de cargadores y de la capacidad energética adecuada mientras pensamos en desmantelar nucleares. Nadie hace referencia que ocurrirá con los profesionales del transporte que consumen centenares de miles de litros cada mes. Nadie se queja de momento.
Cada día cuesta más escribir. La universidad de Oxford afirma que los medios de comunicación españoles son los menos fiables del mundo. Podemos afirmar que son los que menos informan. Los contenidos de peso en los telediarios son muy pobres. Se repiten las noticias banales, las mismas, todos los días y fines de semana que no importan a nadie. Han cambiado los tiempos en que el telediario de la primera era el más fiable del mundo.
El mundo es cada vez más violento y se va quedando en manos de los malos. En parte la gente vota por inercia y los que nos administran no tienen conciencia que están ahí para administrar no para mandar. A este paso se nos muere la democracia, es un pariente oncológico. Se la han cargado a base de mentiras y corrupción, además de odio al contrario y olvido histórico. Se ha perdido el norte de que hay que gobernar de cara al futuro.
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