Miércoles, 23 de abril de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
¿Fue una arcadia feliz?
X

¿Fue una arcadia feliz?

Actualizado 28/01/2025 08:05

Con la rebelión del 34, la izquierda española perdió toda sombra de autoridad moral para condenar la rebelión del 36. El comentario es de Salvador de Madariaga.

Mucho se parafrasea sobre el carácter democrático de la II República. Y más ahora que, pasadas las festividades navideñas, dan comienzo las pantomimas sobre «la arcadia feliz», que prepara, como cortina de humo, Pedro Sánchez.

La realidad es que pese al modo en el que se proclamó el régimen del 14 de abril de 1931 (Gobernar a espaldas de la realidad social), había una expectación positiva respecto a las posibilidades que la República podía traer a España. Es cierto que fue el resultado de unas elecciones municipales y no de un plebiscito a favor o en contra de una forma de estado. Monarquía con Alfonso XIII y Primo de Rivera juraría como presidente del Consejo, pero presidiría, no un gobierno al uso, sino un Directorio Militar. El naufragio de la II República, es que fue una democracia sin demócratas. Así, dos días después de celebrarse los comicios, se proclama la República y el rey Alfonso XIII sale de España camino del exilio. Muchos quisieron ver posibilidades de modernización, avances y derechos con la nueva situación, aunque los propios debates de cara a la aprobación de la Constitución en diciembre de 1931 fueron tan polémicos, que incluso llegaron a las manos. Eso sin olvidar los altercados continuos callejeros y a la llegada del mes de mayo, la primera «quema de conventos, persecuciones a frailes, curas, monjas y personas que frecuentaban iglesias», la reforma militar de Azaña, el tema estatutario o la polémica cuestión agraria, la evolución de la II República fue generando un clima de radicalización y tensiones políticas que pronto hicieron inviables los anhelos que habían preconizado, incluso, los intelectuales de la «Agrupación al Servicio de la República», con Ortega a la cabeza, se desentendieron de “aquello”.

Sin separación de poderes, sin control del Ejecutivo por el Congreso, sin libertad de expresión y asociación, sin libertad religiosa, sin prensa libre, sin sindicatos libres, y, sobre todo, sin tribunales ni justicia independientes. «La República es una cosa y el radicalismo es otra»

Nacieron las chekas (toman el nombre de la policía política soviética) creadas como cárceles controladas por grupos radicales de izquierda y anarquistas, donde se torturaba y asesinaba sin ningún tipo de garantía a los rivales políticos. Tampoco debemos olvidar las matanzas: Paracuellos del Jarama, el tren de la muerte, el bombardeo indiscriminado sobre Cabra, la matanza de Casas Viejas. Pruebas más que suficientes del terror que acabó costando la vida a miles de sospechosos por no simpatizar con el nuevo régimen. Al que la “desmemoria” siguen intentando —inútilmente— disfrazar como el defensor de las libertades y de la democracia. La “Desmemoria” no recuerda, el saqueo generalizado: Expropiaciones y asaltos de fábricas, negocios, fincas, viviendas, el latrocinio del Banco de España, los pillajes de cajas y depósitos de los bancos, robo del Museo del Prado y del Museo Arqueológico, desvalijar de obras de arte palacios, museos, iglesias, catedrales... el mayor expolio cometido fue el traslado a Rusia de las 460 toneladas de oro fino equivalentes a 510 de brutas, fueron enviadas a Rusia. La mayor parte del 27'9% restante, 173'6 toneladas de oro, se envió a Francia. Cuando las toneladas de oro llegaron a Moscú, Iósif (José) Stalin hizo un banquete y dijo: “Los españoles no verán su oro nunca más”.

Aún faltaba la estocada final a toda la depredación: el cargamento del yate El Vita.

El apartado que cito ha sido extraído (tal como lo leen) de los documentos de la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica.

Nos tenemos que remontar al 24 de julio de 1970, ¿tan tarde?, pues sí. En declaración del testigo, José Lucio Ordorica Ruiz de Asúa, y dirán: ¿quién es este personaje de la historia?, pues bien, fue el capitán del Yate Vita, que realizó el traslado de todo lo robado a Méjico. Veamos cómo declaró lo sucedido: En el 1938 se encontraba, el declarante, en el puerto de Southampton, dado que el barco que él mandaba, El Neptuno, se encontraba amarrado, por embargo, en dicho puerto. En ese mismo año, Marino Gamboa Ucelay, propietario del Yate Vita, le contrató para mandar la embarcación, la cual dedicaba a realizar viajes de turismo de la familia Gamboa y amigos, fundamentalmente por los Mares del Norte.

En marzo de 1939, recibe instrucciones, dadas por el señor Gamboa, de cargar en los puertos de Nantes y El Havre, 160 maletas, cuatro cajas, ignorando el contenido y el peso, dado que no había conocimiento de embarque y carecía de manifiesto de carga.

Toda esta carga fue entregada por un tal señor Lozano, perteneciente al Ministerio de Hacienda. Junto a la mercancía embarcaron cuatro personas, una de ellas se llamaba Enrique Puente. Con todo este cargamento, recibió orden de zarpar hacia Veracruz (Méjico).

Allí les esperaba Indalecio Prieto, el cual se entrevistó con Enrique Puente y Sabater. La Aduana de Méjico se personó en el barco, pero no encontraron nada que les llamara la atención. Lo único que le llamó la atención (a la Aduana) es que no se personase nadie para hacerse cargo de la mercancía.

Al día siguiente, había que zarpar dirección Tampico y le preguntan a Ordorica cuanto tardaría. Llegó a Tampico a las 12:00 horas del día siguiente, allí le esperaba el Coronel Núñez. La mercancía fue descargada y el declarante dice que no sabe dónde fue a parar dicha mercancía.

¿Quién fraguó todo este traslado? Juan Negrín, que meses después de iniciarse la Guerra Civil, dio orden de incautar joyas de depósitos privados del Banco de España, y del Monte de Piedad de Madrid, oro “amonedado”, objetos religiosos de la Catedral de Toledo, una edición del Quijote editado en hojas de corcho

Todo este material fue trasladado a unas minas de sal en Gerona y lo fueron sacando de forma irregular en una avioneta a Francia. El valor de la mercancía se prevé que rondarían los 800 millones de pesetas de aquella época.

Por citar algunas lagunas de la Arcadia Feliz que intentan colar los vendedores de humos. Habría muchos temas de los cuales se podría hablar, pero en una España donde prima el analfabetismo sobre el esfuerzo…, ahí lo dejo.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.