El boom de las 'low cost' y la dificultad para encontrar empleados, desafíos de las gasolineras de Salamanca 

Caída de ventas, dificultad para encontrar personal y la proliferación de las gasolineras low cost son los principales problemas que tiene en la actualidad el sector de las estaciones de servicio de Salamanca, según Lorenzo Colomo, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Salamanca

“Las ventas del año pasado, igual que los años anteriores, han ido cayendo de forma paulatina; siguen cayendo las ventas de los litros de combustible”, afirma. Algo que ocurre en Salamanca, en España y a nivel mundial, en parte debido a que los usuarios han ido reduciendo el consumo en combustible al mínimo indispensable.

En el caso de Salamanca, “desde mi punto de vista como presidente de los empresarios de estaciones de servicio, lo que ha habido es un gran número de aperturas de estaciones de servicio low cost en las que no solo es que se desatiende a los clientes, si no que tampoco se les da la seguridad que deben tener, ni física ni jurídica”, señala.

La apertura de este tipo de gasolineras les afecta relativamente. “Por supuesto, al final el cliente decide dónde quiere ir y hay clientes para ese tipo de servicio, sin personal y de bajo precio; no nos están quitando ventas, son los propios clientes los que deciden ir a ese tipo de estaciones y, desde nuestro punto de vista, a nivel jurídico hay muchas dudas y, si queremos verlo desde un punto de vista social, son negocios que no ayudan en nada a crear puestos de trabajo, etc.”.

Colomo es partidario de que “haya todo tipo de estaciones de servicios para enfocarlas a todo tipo de clientes, lo que pasa es que entendemos que ese tipo de estaciones de servicio no generan ningún bien a nivel social”. Así, explica que “en términos económicos, el cliente que va a una estación de servicio low cost se está ahorrando de media alrededor de 12-14 céntimos con una estación abanderada, pero en una estación de servicio abanderada, premium, tienes una tienda, personal que te atiende, que te cobra, que está pendiente de ti en caso de una avería… está ahí y está preparada para eventualidades”. Esto, añade, “en las estaciones de servicio en las que no hay nadie, esa desatención lleva incluso a problemas de niveles jurídicos y, si pasa algo, quién es el responsable, el cliente no puede ser nunca el responsable”.

Unas gasolineras con un bajo coste porque, entre otras cosas, no cuentan con empleados. Así, señala Colomo, "en una estación normal media que tenga tres o cuatro trabajadores, solo el coste de personal es de 100.000 euros y lo tienes que repercutir en el precio; hay que entender que esas cuatro personas que no se están pagando (en las low cost) tampoco están contribuyendo, no están pagando IRPF no contribuyen a la caja de la seguridad social, etc." y eso influye en toda la economía.

Unas estaciones de servicio "desatendidas" que compara con las cajas rápidas de un centro comercial, "en las que ya nos hemos ido acostumbrando a que nosotros mismos pasamos, nos lo cobramos, lo metemos en la bolsa y nos marchamos. Todos esos puestos que se van amortizando son personas que no cotizan, no ayudan a la caja de la seguridad social y son personas que de un modo u otro hay que mantener con ayudas, que son necesarias, pero que también tienen que salir de los impuestos de la gente que sí trabaja".

Estas estaciones low cost que “han ido floreciendo este último año o año y medio” en Salamanca, es uno de los problemas actuales de las estaciones de servicio convencionales. Pero no es el único.

Así, Lorenzo Colomo alude al tema del personal. “Nos estamos encontrando problemas para encontrar empleados para nuestros negocios, igual que en otros muchos sectores; lo que estamos viendo de unos años para acá es que hay enorme falta de compromiso, sobre todo de las nuevas generaciones, con el trabajo en general, yo puedo hablar de mi sector, pero es con el trabajo en general”.

Siempre se necesita personal, pero “el problema no es ese, el problema es la dificultad para encontrarlo. Exactamente igual que en la hostelería, en los últimos años es uno de los principales problemas, viene dado por esa altísima rotación de personal que hay, por la falta de compromiso de la gente”. Según él, “el motivo claramente es la perversión del sistema de subvenciones y ayudas que lo que está haciendo es que mucha gente trabaje periodos cortos y después vivan de las ayudas públicas durante un tiempo”, es decir, “están 5 o 6 meses trabajando y otros seis en casa con una ayuda de lo que sea y con el paro, que es más cómodo que seguir trabajando”.

Un problema que no solamente está pasando en el sector de las estaciones de servicio: “Ocurre, en términos generales, en todos los sectores, estando más agudizado en la hostelería y la construcción, pero en nuestro sector también. Es un mal de todos los sectores”.

Respecto a si ha habido muchos cierres de gasolineras en Salamanca en los últimos años, Colomo explica que “sí hubo varios cierres de estaciones de servicio en el año 2020-21 por la pandemia y también por el efecto nocivo, perverso, que tuvo la bonificación de los 20 céntimos, que lo que hizo fue llevar a que muchos pequeños empresarios no tuvieran capacidad económica para mantener la estación abierta”. Pero una vez pasado ese periodo, “las estaciones que hay son más o menos las mismas que ha habido siempre, se han ido cerrando algunas, pero se han abierto otras, casi todas estas últimas low cost o desatendidas”.

(Lorenzo Colomo, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Salamanca)