El Parque Científico de la USAL avanza para convertir a Salamanca en un "lugar atractivo para las empresas tecnológicas"

La apuesta de Salamanca por el sector tecnológico no es algo nuevo, aunque desde el Ayuntamiento y la Universidad, con el apoyo de otras instituciones, como la Junta de CyL o la Diputación, se está potenciando con fuerza en los últimos tiempos sobre la base de que la innovación es el motor del futuro.

En este contexto, al margen de lo que llegará, sí que es una realidad el Parque Científico de la Universidad de Salamanca, que se consolida como un referente tecnológico que ya alberga a más de 65 empresas, que generan cerca de 750 empleos directos en la provincia y que sigue creciendo.

Un espacio de oportunidades tecnológicas

Ubicado en el término municipal de Villamayor, este Parque Científico se extiende por más de 20.000 metros cuadrados distribuidos en varios complejos. Su director, Javier González Benito, que también es vicerrector de Economía de la USAL, destaca en SALAMANCArtv AL DÍA que no es un simple espacio de oficinas, sino "un ecosistema de innovación que busca proyectos con un componente de dinamización importante, hay empresas muy consolidadas y hay otras que son pequeños emprendimientos que están comenzando".

La radiografía de las empresas instaladas muestra una composición heterogénea pero con clara vocación tecnológica:

• Aproximadamente el 50% se dedican a tecnologías de la información y desarrollo de software
• Un 35-40% pertenecen al sector de ingeniería y consultoría
• Entre un 10-15% son empresas del sector biotecnológico

Proyectos de futuro: El edificio M4

Uno de los proyectos más esperados es la finalización del edificio M4, que supondrá una inversión entre 5 y 6 millones de euros. González Benito explica que "ya tenemos solicitada la licencia y esperamos poder sacarlo a licitación a principios de este año". La obra podría estar concluida en aproximadamente 18 meses, "para que podamos tenerlo operativo en 2026".

Actualmente, el parque científico tiene un 80% de ocupación, lo que significa que aún hay espacio para nuevas empresas. Tras la pandemia, algunos espacios han quedado libres debido a cambios en las políticas de trabajo, pero esto representa una oportunidad para nuevos emprendedores, "ahora mismo si alguna empresa quisiera asentarse en el parque científico tiene esa posibilidad".

En este sentido, González Benito subraya que "las empresas que están allí tienen que pagar un alquiler, pero el parque tiene mucho más valor añadido, porque no solo es ocupar un espacio, sino que además tienes acceso a una serie de servicios, de asesoramiento, posibilidades de formación, interacción con la propia Universidad y con otras empresas que se dedican a temas innovadores y nuevos desarrollos".

En definitiva, "el parque científico no es un lugar donde pueda ir cualquier empresa, sino que buscamos las que estén intentando desarrollar proyectos que aporten, que aprovechen la interacción con la Universidad y que de alguna forma tengan un componente de innovación importante".

Más espacios tecnológicos en Salamanca

Sobre el nuevo Parque Empresarial que se construirá en los terrenos del antiguo Mercasalamanca, en el casco urbano de la capital charra, González Benito mantiene una postura decididamente optimista. "No debemos mirar esto como una competencia, sino como una oportunidad para crear un efecto clúster tecnológico, un efecto red que atraiga a las empresas del mundo tecnológico hacia aquí", explica con entusiasmo.

El vicerrector apuesta por una visión integradora que convierta a Salamanca en un "lugar atractivo para las empresas tecnológicas". Su filosofía es clara: cuantas más opciones existan, mayor será el interés de las compañías por instalarse en la ciudad. "Lo importante es eliminar rivalidades y sumar esfuerzos", sentencia.

González Benito ve más allá de la simple ubicación física. Destaca las ventajas comparativas de Salamanca frente a grandes ciudades: "a una empresa que habitualmente desarrolle sus actividades en Madrid, por ejemplo, le podemos ofrecer calidad de vida, sus empleados tendrán mayor capacidad adquisitiva con unos salarios que probablemente en la capital española no les permitirían determinadas cosas que en Salamanca si sería posible. Eso es lo que creo que tenemos que vender hacia el exterior para que vengan cada vez más empresas".

El equilibrio entre tecnología y humanidades

Ante las críticas de algunos sectores de la USAL, que señalan un excesivo enfoque tecnológico del actual equipo rectoral, González Benito sale en defensa de un modelo universitario integral. "He trabajado ya con distintos rectores y todos quieren lo mejor para la universidad y lo mejor para los lugares donde desarrollamos de forma física nuestra actividad, y en concreto para Salamanca, el que se esté hablando ahora de desarrollo tecnológico e inteligencia artificial, por ejemplo, no significa que se esté abandonando el perfil humanístico de la Universidad", subraya con contundencia.

El vicerrector de Economía argumenta que la Universidad de Salamanca no debe elegir entre tecnología y humanidades, sino integrar ambos aspectos. "Necesitamos rectores que remen y que no paren de remar, es lo que yo creo que los últimos que hemos tenido y el actual han hecho, demostrado que no paran de remar y eso es lo importante".

González Benito ve la tecnología como una herramienta de complemento, no de sustitución. "Lo importante es seguir avanzando, no quedarse anclado en un modelo único", sentencia, dejando claro que la Universidad moderna debe ser un espacio de diálogo entre diferentes disciplinas. Por eso, el futuro de la Universidad de Salamanca pasa por "seguir siendo un referente tanto en investigación tecnológica como en excelencia humanística".