La Escuela Taurina de Salamanca: 40 años soñando el toreo

Los capotes y las muletas de los sesenta alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca vuelan en el Pabellón Central del Recinto Ferial mientras las mentes de los que manejan los trastos sueñan faenas en los cosos más importantes. Faenas de triunfo, de gloria, de emoción. Cada uno en su propio escenario imaginario.

Al frente de todo este sinfín de sueños se encuentra José Ignacio Sánchez, actual director de la escuela, a la que llegó siendo un niño apenas seis meses después de que se pusiera en marcha: “La Escuela Taurina empezó en febrero de 1985 y yo me apunté en diciembre de ese mismo año. Desde entonces no me he marchado de aquí. Primero como alumno, después como oyente, luego como profesor y ahora como director”. José Ignacio sucede en el puesto de director a Juan José, para quien tiene un especial recuerdo, al igual que para Adolfo Lafuente, Flores Blázquez y José Luis Barrero. Ahora trabaja codo con codo con José Ramón Martín, Javier Martín Corral y Alicio Martín Tabernero: “Hacemos todo lo que está en nuestras manos para que el chico que tenga condiciones para esta profesión pueda desarrollarse. Además intentamos evolucionar, mejorar, progresar y adaptarnos a los nuevos tiempos del toreo para no quedarnos estancados”.

Los alumnos están clasificados en tres niveles y la preparación se centra en lo técnico, pero sin dejar de lado el apartado físico, el mental y el diferente comportamiento de los toros. Los tres profesores van rotando en los diferentes grupos con una atención individualizada: “Los alumnos necesitan exclusividad y cada tarde dos alumnos tienen un profesor con ellos todo el tiempo. Intentamos que todos vayan teniendo esa ‘clase exclusiva’ para que vayan avanzando”.

José Ignacio Sánchez manifiesta que este “es un año emblemático porque además se da la casualidad de que ha habido una demanda masiva para apuntarse”. Se han cubierto las 60 plazas ofertadas y han quedado 16 alumnos en lista de espera. Una de las principales diferencias que encuentra el actual director respecto a cuando él era alumno es el poder torear en el campo: “Cuando yo empecé las salidas al campo las contábamos por muletazos y por tandas. Ahora hay más oportunidades en cuanto a práctica se refiere y las salidas se cuentan por vacas”.

Para finalizar, Sánchez profundiza: “La escuela es mi vida. Soy un apasionado del mundo del toro por los valores que tiene, que por desgracia muchos no están presentes en la sociedad que vivimos. Es un mundo muy de verdad y los momentos que he vivido aquí son de los más importantes de mi vida”.

El diputado de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca, Jesús María Ortiz, no puede estar más satisfecho con el nuevo curso: “Es un año redondo. Estamos muy orgullosos porque la escuela está funcionando bien y es pionera a nivel nacional. Se cubren todas las plazas y además hay lista de espera, por lo que goza de muy buena salud y un reconocimiento grande a nivel nacional”.

Ortiz no duda en destacar la importancia formativa de la escuela: “A parte de ser una escuela de formación de toreros y profesionales taurinos, es sobre todo una escuela de formación en valores humanos”. La importancia y la apuesta de la Diputación de Salamanca es absoluta: “En una provincia como la nuestra si la Escuela Taurina no existiera habría que inventarla, porque Salamanca es tierra de toros, de toreros y de grandes ganaderos”.

COMPLETA PROGRAMACIÓN EN 2025

El año 2025 vendrá cargado de actividades que conmemoren el 40º aniversario de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. Según avanza el diputado Jesús María Ortiz, se elaborará un completo calendario de actividades comprendido entre enero y diciembre en el que no faltarán clases de toreo de salón en los principales núcleos de población y en las cabeceras de comarca, jornadas de formación, encuentros con antiguos alumnos, coloquios con ganaderos, matadores de toros y empresarios taurinos, entre otras muchas propuestas.