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Las peculiaridades de la Misa del Gallo: origen, significado y cómo se celebra
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Ceremonia de Nochebuena

Las peculiaridades de la Misa del Gallo: origen, significado y cómo se celebra

Actualizado 24/12/2024 08:21

La Misa de Medianoche tiene su origen en Roma hace 15 siglos; su particularidad es que se celebra a las 12 de la noche, siendo la primera del Día de Navidad, según explica Emilio Vicente, delegado de Liturgia de la Diócesis de Salamanca

Dentro de todos los acontecimientos religiosos que se celebran durante la época navideña se encuentra la popularmente conocida como Misa de Gallo, que tiene lugar a las 12 de la noche del día de Nochebuena, es decir, justo al comenzar el día de Navidad.

Existen distintas teorías sobre porqué este rito litúrgico recibe ese nombre, pero una es la más aceptada. Según las antiguas tradiciones romanas, el día se iniciaba con el canto del gallo que situaban a medianoche (en el ‘ad galli cantus’), de ahí su nombre.

Este nombre popular “es algo anecdótico”, señala Emilio Vicente, delegado de Liturgia de la Diócesis de Salamanca. El nombre oficial, explica, es el de Misa de Medianoche y su particular es la hora a la que se celebra, a las 12 de la noche.

El origen

Hasta el siglo V solo había una misa en Navidad, cuenta Emilio Vicente, pero “en el siglo VI en Roma se hace un Belén, una réplica del Pesebre que había en la ciudad de Belén”. Además de tener la reproducción de esta escena, “la gente empieza a querer celebrar la misa en Roma, pero por la noche, con una liturgia parecida a la que celebraban en Belén”. El lugar de celebración de la misa por la noche fue un oratorio, cerca del Pesebre y de la basílica de Santa María la Mayor.

En principio no se celebraba exactamente a las 12 de la noche; “el caso es que fuera de noche, luego ya, tiempo después, se dice que sea a la medianoche”. De ahí pasó al resto del mundo y “luego ya se añade la misa de la aurora”.

La primera misa del día de Navidad

El día de Navidad, explica Emilio Vicente, tiene tres misas: la de la medianoche a las 00:00 horas, la de la aurora, que es al amanecer, y luego la del día. A estas se añade una más, que se celebra en la vigilia de Navidad, es decir, el día antes por la tarde.

Cada una de misas tiene textos distintos, “oraciones y lecturas bíblicas diferentes”. Cada una de ellas “va, más o menos, iluminando el misterio de Navidad con textos parecidos, pero no iguales”.

Así, la Misa de la Víspera “habla del origen de Jesucristo, la genealogía, los antepasados de José y luego cuenta la Anunciación a San José, cómo se le apareció un Ángel y, al final, sin dar muchos detalles, porque el evangelista Mateo no habla de todo lo que pasó, sino que lo resume, dice “y ella María dio a luz un hijo al que puso por nombre Jesús” y ya está. Luego hablará de Herodes, pero no habla del censo, de que fueron a Belén, que no le dieron posada,… simplemente habla de que nació y le pusieron de nombre Jesús”.

La Misa de Medianoche o del Gallo tiene otras lecturas; la del Evangelio es de Lucas y “habla de que dio a luz, un ángel se le apareció a unos pastores y les anunció el nacimiento; aparecieron muchos ángeles, que cantaron lo de ‘gloria a Dios en el cielo en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Es la aparición de los Ángeles a los pastores, los primeros que se enteran del nacimiento de Jesús son unos pastores”.

La Misa de la Aurora, señala, tiene el Evangelio de Lucas y “es la continuación de la anterior. Después de oír el anuncio de los ángeles, los pastores salieron corriendo a Belén a ver lo que había pasado y se encontraron a María, José y el Niño. Es como el siguiente episodio; primero, la aparición de los ángeles a los pastores, segundo, los pastores van a Belén".

Y después está la Misa del Día de Navidad, con una lectura del evangelista Juan, que “habla del sentido teológico del misterio de la Navidad; no habla del Jesús que nació, sino de que el Hijo de Dios se hizo carne y el significado que tiene para la salvación de los hombres (Él es la luz), que los suyos no lo recibieron, que existía antes de todos los siglos, que estaban junto al Padre. Son cosas en un lenguaje un poco más abstracto y teológico, pero que en realidad es el sentido de la Navidad, el sentido profundo de la Navidad es ese, que Dios se hace hombre para salvar a los hombres”.

La particularidad, la hora

Por eso, comenta Emilio Vicente, “la misa de medianoche no tiene muchas diferencias con las otras, es una misa como las demás, lo único que la diferencia son las oraciones que se hacen: se hacen tres, una antes de la lectura, otra después de presentar el pan y el vino y otra tras la comunión”. Las oraciones son diferentes en cada una de las misas de Navidad -Vigilia, Misa del Gallo, Aurora y la del día-, “los cantos pueden ser también diferentes”, pero “la particularidad es la hora” a la que se celebra.

Hay una semejanza de esta misa con la Vigilia Pascual, comenta. “También es el día antes de Pascua de Resurrección, quizás la fiesta más importante del año, la Pascua, pero no es lo mismo la Vigilia Pascual que la Misa del Gallo, porque la primera se celebra de noche, no tiene porqué ser a las 12, con que se haya puesto el sol y haya oscuridad se puede celebrar; el caso es que sea de noche, mientras que la Misa del Gallo es a las 12 de la noche, es la primera misa del día de Navidad, del día 25”.

Sobre si acuden muchas personas a la Misa del Gallo, Emilio Vicente, señala que “hay gente que va a esta para no ir al día siguiente o va a las dos. Cenan en familia, la gente se prepara y va a misa; hay familias enteras que van después de cenar a la Misa del Gallo”. En la actualidad no se celebran tantas misas de Medianoche como antes. Pone un ejemplo, “en un pueblo pequeño si se pone, no va nadie o va poca gente y no merece la pena, porque van a ir al día siguiente; la gente es mayor en los pueblos, sobre todo es gente de mucha edad y es muy difícil que vayan a las 12 de la noche”.