Eva Tocino es propietaria de una explotación ganadera ecológica en San Muñoz
Eva Tocino es arquitecta técnica y trabajó en el mundo de la construcción hasta el año 2008: “Con la crisis de esos años decidí reinventarme un poco aunque mis padres nunca se han dedicado a esto. Quería vivir en el pueblo y dije a ver qué hay aquí. ¿Vacas? Pues vacas. Me compré unas vaquitas, arrendé unas parcelas y así empezó esta aventura”. Esta salmantina recibe a SALAMANCArtv AL DÍA en su explotación de San Muñoz, en pleno Campo Charro: “En 2019 decidí pasar todo a ecológico, produciendo además los forrajes para alimentar a las vacas y cerrar el ciclo productivo”.
La diferencia entre una vaca ecológica de una que no lo es viene dada, fundamentalmente, por dos condiciones: “Por un lado no se le da nada de comida que tenga productos químicos. Los piensos no proceden de cereales que tengan cultivos de químicos. Y, por otro lado, se intenta que los tratamientos veterinarios sean los mínimos posibles. Evidentemente si una vaca o un ternero está enfermo se le trata, no se le deja morir. Pero ese animal se saca del grupo ecológico y se le da pasar los tiempos de cuarentena. No hacemos tratamientos veterinarios ni saneamientos rutinarios, ya que por norma intentamos mantener al ganado sin tener que tratar o vacunar”.
Pese a ello, el manejo del ganado es diario, tal y como detalla: “Vengo todos los días a ver como están. Hay que estar vigilando mucho en la época de partos, aunque yo no los tengo centrados en una época del año porque me interesa tener terneros durante todo el año. Hay que venir, comprobar que están bien y estar pendiente de ellas”.
En la actualidad, Eva Tocino tiene 50 vacas madre de la raza parda de montaña y varias mestizas con procedencia de charolés o limusín. “Esa mezcla es buena porque la vaca es más cárnica”, explica la ganadera, “los toros limusines son muy cárnicos y además la parda le da mucha terneza a la carne porque es una vaca muy tranquila y dócil. Al no estresarse, la carne está muy tierna”.
Entre las principales características del producto, esta ganadera salmantina destaca la ternura y el sabor: “Preparamos terneras pequeñitas que no llegan al año casi nunca. Están 8 meses con la madre y 2 meses alimentadas con pienso y forraje en el corral. A la gente le encanta la ternura y el sabor que tienen y nos dicen que le recuerda a la carne de antes. Estamos consiguiendo una calidad alta y está gustando mucho. Además, es muy importante que toda la gente que lo prueba, se queda como cliente”.
La forma de comercializar la carne producida es a través de WhatsApp: “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que avisamos cuando vamos a preparar una ternera y la gente va haciendo sus pedidos y se lo repartimos a su casa”. Los clientes principales son de Salamanca, aproximadamente la mitad, pero también hay pedidos desde Madrid, Sevilla, Huelva, Valencia, País Vasco o Barcelona: “La gente apuesta por la calidad. Hay clientes que compran no por el hecho de que sea ecológico, sino porque les gusta el sabor y la calidad de la carne”.
Una década después de iniciarse en este mundo de la ganadería, Eva Tocino tiene muy claro que la decisión fue acertada: “Estoy 100% segura de que acerté. A mí me encanta esto porque no supone un trabajo. Es disfrutar día a día de una forma de vivir”. Además, el hecho de marcar su propio ritmo de trabajo hace que pueda compaginarlo con su faceta como madre, ya que ha tenido un bebé hace diez meses: “Todos los días lo traigo conmigo al campo. Si trabajase en cualquier otra cosa, tendría que llevarlo a la guardería, pero así me puedo organizar y traerlo conmigo”.