Homenaje para Julián Benito, Matancero de Honor con pregón de Mª Teresa García, que pidió un minuto de silencio en recuerdo a las 31 víctimas mortales del accidente ferroviario en la zona hace 46 años.
Un gran ambiente festivo se vivía en la mañana del 21 de diciembre en La fuente de San Esteban con motivo de la celebración de la Matanza Tradicional que la Diputación de Salamanca auspicia por numerosos pueblos salmantinos.
Una cita que sirve para recordar aquellas labores de la matanza del cerdo caseras a partir de San Martín con la llegada de los fríos de invierno y, que ayudaban a pasar el año con la andorga llena a toda la familia.
Labores rurales que hoy en día con los nuevos hábitos de vida se han dejado de forjar, de ahí el empeño de las instituciones en dejar legado a los más jóvenes que nunca lo vieron y, hacer viajar en el tiempo a los más mayores, que sí “mamaron” muchas mañanas de hielo, lumbre y cuchillo.
La jornada dio comienzo 20 minutos más tarde de las 9:10 horas con un almuerzo tradicional de perrunillas y aguardiente, que sirvió para ‘calentar motores’ y empezar con fuerza la dura jornada que esperaba.
Poco a poco, la Plaza fuenteña se fue transformando en lugar de trabajo, con las lumbres, los calderos de agua, perolas de barro y porcelana, junto a las artesas de madera. Mujeres y hombres esperando a su oficio, que comenzó nada más llegar el que tiene bueno hasta los andares y emprender la faena.
Torreznos, chichas, vino dulce caliente y aguardiente corrían entre los numerosos asistentes, que a la vez disfrutaban de los cantes y bailes charros del grupo local.
Otros aprovechaban la asistencia de cerca de una veintena de puestos artesanos anexos a la Fiesta de la Matanza, para acaparar productos de la zona, como mieles, quesos, licores o dulces, entre otros muchos más productos artesanales elaborados por la gente del Campo Charro y alrededores.
Pasado el mediodía, aprovechando el culmen de público, el alcalde de la Fuente de San Esteban, Paco Cañamero, en nombre del pueblo, hizo un homenaje en reconocimiento al vecino Julián Benito, carnicero de profesión ya jubilado a quien se le nombró Matancero de Honor.
Seguidamente dio su pregón Mª Teresa García Ballesteros, hija del pueblo y muy arraigada a él desde pequeña.
Antes de dar comienzo a sus palabras, pidió un minuto de silencio en recuerdo de las 31 víctimas mortales del accidente que tuvo lugar la mañana del 21 de diciembre de 1978 a las 9:10 de la mañana en Muñoz, cuando un autobús escolar fue arrollado por un tren de mercancías en la que también hubo 65 heridos.
Tras el pregón de Mª Teresa, tuvo lugar una degustación de patatas meneas y productos típicos del cerdo, que animaron aún más la soleada mañana que falseaba cuando se salía a la calle.