Son 31 personas voluntarias quienes realizan salidas con la UES por las noches. En lo que va 2024, en esta Unidad se han atendido a 277 personas sin hogar, en especial hombres
Empatía y solidaridad. Son las palabras que mejor definen la labor de los voluntarios de la Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja de Salamanca. Recorren la ciudad en busca de personas que viven en la calle para ayudarles dándoles alimento y ropa de abrigo, también para hacerles un poco menos dura la fría noche que ya ha empezado.
Son 31 personas voluntarias quienes realizan salidas con la UES por las noches, que cuenta con financiación del Ayuntamiento de Salamanca. Son tres voluntarios por día durante 5 días la semana. En lo que va 2024, en esta Unidad se han atendido a 277 personas sin hogar, en especial hombres.
El voluntariado de la UES de Cruz Roja atiende sus necesidades, les ofrece comida para cenar y bebida caliente como leche, café, té y caldo; también productos de higiene, ropa de abrigo como mantas y, lo más importante, da un acompañamiento con una escucha a la persona, informándole de la posibilidad de acudir al Centro de Atención a Personas Sin Hogar ubicado en la sede provincial de Cruz Roja así como al resto de recursos existentes en la ciudad.
José Antonio colocando los alimentos en la furgoneta
Sobre las 20:30 horas los voluntarios llegan a la sede provincial de Cruz Roja: en esta ocasión es el turno de José Antonio y Cristina, que llevan en este voluntariado 5 y 2 años respectivamente. En la sede comienza la organización para comenzar una noche más el recorrido necesario para llegar al máximo número de personas sin hogar necesarias.
Los propios voluntarios se encargan de todo: preparar, repartir y recoger al finalizar la ronda. Mientras preparan los alimentos y las mantas, explican a este medio de comunicación que hay temporadas de más o menos personas, también hay gente de paso y por el contrario personas que ya son habituales. "A todo se acostumbra, al principio yo me iba llorando a casa, pero ya no", explica Cristina.
"Me apunte a este voluntariado porque me parece que quedarse en la calle es lo más duro". Para ella, lo más gratificante "es quitar hambre y frío, darle a estos usuarios un aliento y ayudarles". Conoce casos de personas que han conseguido salir de esta situación y que ahora tienen un empleo: hay esperanza.
Continúan preparando los alimentos mientras José Antonio explica "que es duro psicológicamente" porque hay casos de muchos tipos. A cada persona le entregan 2 sándwiches y 2 vasos de bebida, 1 pieza de fruta y dependiendo de lo que haya caldo, zumo, etc. Para rpa de abrigo muchos piden mantas, en especial en esta época de año que hace tanto frío. Cuando les hacemos entrega de ello "es un gran alivio", asegura.
Tras esta organización comienza el recorrido. Por delante cuatro paradas aunque su empeño va mucho más allá, pues se van fijando en si hay personas en portales, bancos u otros lugares a los que también pueden ayudar.
Desde las 21:30h de la noche hasta pasadas las 01:00h, y durante cinco días a la semana, los voluntarios salen con una furgoneta identificativa a recorrer la ciudad. Ellos se encargan de identificar a las personas en situación de calle, tanto en las paradas fijas de la ruta como en otros lugares donde estas personas se encuentren refugiadas del frío.
Todo preparado y dispuestos para salir, se dirigen hacia el primer punto: Vialia, que además es la zona que más usuarios tiene. El frío azota con fuerza y la cola reúne a 16 personas y 3 menores. Buscan algo caliente para sobrellevar mejor el invierno que ya ha llegado a la capital charra, como es el caso de Manuel, que nos ha contado su historia.
Una usuaria recogiendo sus alimentos y bebidas calientes
Todos atendidos, la furgoneta se dirie hacia el próximo punto. Así lo harán los voluntarios completar el recorrido que les llevará de Vialia a la Chinchbarra, estación de autobuses y Plaza de los Bandos para seguir mostrando su ayuda.
Una madre junto a su hija tras recibir la comida caliente
Escuchar, atender y darles alimento a estas personas es una labor altruista que hacen estos voluntarios de Cruz Roja. Cualquier persona se puede hacer voluntario y aportar su granito de arena. Toda ayuda es poca, por eso desde Cruz Roja de Salamanca inciden en la importancia de que aumente el numero de voluntarios que se euden informar e el número de teléfono 923 22 10 32.