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Habla el capitán Iglesias, del Grupo de Escuelas de Matacán: "Hay que mantener el equilibrio para que un alumno se dé cuenta del error sin que se comprometa la seguridad en vuelo"
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ENTREVISTA

Habla el capitán Iglesias, del Grupo de Escuelas de Matacán: "Hay que mantener el equilibrio para que un alumno se dé cuenta del error sin que se comprometa la seguridad en vuelo"

Actualizado 05/12/2024 10:50
Toni Sánchez

Su principal misión dentro de la Escuela de Transporte Aéreo Militar es la de formar futuros pilotos profesionales del Ejército del Aire y del Espacio

El 10 de diciembre se celebra el Día de Nuestra Señora de Loreto, Patrona del Ejército del Aire y del Espacio. En Salamanca hablar del Ejército del Aire y del Espacio es hablar, sin duda, de la Base Aérea de Matacán, donde se ubica el Grupo de Escuelas cuya misión es la de desarrollar los cursos necesarios para formar y capacitar al personal, en las tácticas y técnicas de las distintas áreas de Transporte Aéreo Militar, las técnicas de Control de Tránsito Aéreo e impartir las enseñanzas conducentes a la obtención de la titulación aeronáutica de Operador de Sistemas Aéreos no Tripulados.

Uno de instructores en la Escuela de Transporte Aéreo Militar es el capitán Iglesias, quien concede esta entrevista a SALAMANCArtv AL DÍA junto al impresionante CASA CN-235 con el que imparte formación a los alumnos de quinto curso y que conocemos más a fondo en este reportaje.

- Capitán, ¿cuándo sintió algo especial para querer ser piloto?

- Desde pequeño siempre ha sido mi sueño. Mi padre es piloto militar de transporte, ya retirado, por lo que he tenido contacto con los aviones toda mi vida.

- ¿Cómo fue su formación?

- Ingresé como piloto de complemento en 2009. Para esta modalidad de incorporación a las Fuerzas Armadas piden previamente una titulación universitaria por lo que mi formación no fue como los alumnos de carrera cuya duración es de 5 años. En un año se me dio la formación de vuelo necesaria para empezar a volar en las unidades, llegando en 2010 a mi primer destino en el ALA 35 en Getafe.

- Ahora que se encuentra en el Grupo de Escuelas de Matacán, dentro de la Escuela de Transporte Aéreo Militar, ¿cómo es un día a día en su trabajo?

- Como norma general tengo programado un periodo de vuelo con dos alumnos, de unas 3 horas de duración. Previo al vuelo realizamos un “briefing” en el que analizamos la meteorología, las condiciones operacionales de los aeropuertos a los que vamos a volar, la ruta, el cálculo de combustible, el análisis de las maniobras que vamos a realizar, el análisis del riesgo operativo del vuelo, etc... Posterior al vuelo hacemos un “debriefing” donde analizamos lo acontecido durante el vuelo que no se ha comentado in situ, y se aclaran conceptos que hayan podido generar dudas. Después de las labores aeronáuticas, si no tengo que dar clases teóricas de la asignatura de la que soy profesor, voy a mi despacho para realizar el trabajo administrativo, actualmente como jefe de una de las secciones de la Secretaría General de la Base Aérea.

- ¿Qué tiene de especial ser piloto?

- Ser piloto es una profesión diferente a cualquier otra. Estás llevando un aparato en un medio en el que el hombre no está diseñado para estar, el aire. Estamos expuestos a la fuerza de la naturaleza, en particular de la atmósfera, que es impresionante, a veces hostil, y te desplazas de un sitio a otro en muy poco tiempo. También dicen que tenemos la oficina con las mejores vistas, y es verdad.

- ¿Qué prefiere pilotar o instruir pilotos?

- La instrucción es algo inherente al vuelo. Hasta que acumulas muchos años volando, siempre puedes aprender algo del que llevas al lado y luego pasa lo contrario, empiezas a ser tú el que eres capaz de enseñar algo al otro. Echo de menos el tipo de vuelo que se realiza en una unidad operativa, pero la instrucción es algo que también puede llenarte mucho profesionalmente como piloto.

- ¿Qué es lo más bonito de la docencia?

- Guardo muy buen recuerdo de algunos instructores con los que me he cruzado a lo largo de mi vida, y el pensar que alguno de mis alumnos se puede llegar a acordar así de mi algún día es algo muy bonito. Saber que estás transmitiendo tus conocimientos y experiencia a un futuro piloto profesional del Ejército del Aire y del Espacio que va a volar por el mundo y va a estar en misiones reales es más que satisfactorio.

- ¿Y lo más complicado de todo ese proceso?

- Ser instructor de vuelo conlleva una gran responsabilidad, sobre todo en las fases iniciales de un alumno, ya que son proclives a cometer errores que podrían ser peligrosos, a veces por falta de conocimientos, pero muchas otras por la falta de experiencia. Hay que saber mantener el equilibrio para que un alumno se dé cuenta de que está cometiendo un error pero que no llegue a un punto en el que se comprometa la seguridad en vuelo.

- ¿Qué se siente al mando de una aeronave de este calibre?

- Como les digo a mis alumnos, ser el comandante de aeronave es convertirse en la persona a la que todos a bordo van a mirar esperando una respuesta cuando la situación se complica. Es una gran responsabilidad para la que hay que preparase mediante una formación continua y horas de vuelo (la experiencia es algo insustituible). El primer vuelo de comandante de aeronave es algo que se recuerda toda la vida, como el primer vuelo solo.

- ¿Ha tenido miedo en algún momento de su trayectoria?

- Miedo no, pero sí que he tenido algunos momentos tensos. La mayoría de ellos asociados a mala meteorología como pueden ser tormentas descomunales, vientos fuertes o condiciones visuales marginales en algunos aeropuertos. También estando de misión en África he vivido alguna situación “poco habitual” que luego pasa a formar parte de la experiencia a la que antes me refería.

- ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

- Aunque parezca obvio, pero es volar. Bien sea dando instrucción a un alumno, volando adiestramiento con otro instructor, realizando un aerotransporte rutinario, volando en una formación para el 12 de octubre, volando una prueba en vuelo o cualquier tipo vuelo, disfruto.

- Como ha señalado anteriormente, la formación es continua y constante, como no puede ser de otra forma.

- Efectivamente. Aunque se vuele muchos años el mismo tipo de avión y uno llegue a conocerlo casi a la perfección, siempre hay cosas que estudiar o que refrescar. Los principios aerodinámicos que hacen que cualquier avión vuele son los mismos, pero la legislación aeronáutica evoluciona y los procedimientos operacionales y los sistemas de los aviones también. En mi opinión es un mundo que cuanto más conoces más quieres conocer y siempre se puede aprender algo nuevo.

- ¿Siente el reconocimiento a su trabajo o es algo que va implícito en el puesto?

- Para cualquier militar, el reconocimiento es algo que no debemos esperar, ya que el haber realizado bien tu trabajo, haber cumplido con tu deber, es suficiente satisfacción. Sin embargo, ese reconocimiento viene muchas veces por parte de los alumnos que has formado, cuando te agradecen tu labor porque se dan cuenta que uno está implicado de verdad en que aprendan y saquen el curso adelante. En vuelos con pasajeros, alguna vez son ellos mismos los que te agradecen el vuelo, o te dan la enhorabuena por el aterrizaje si ha estado complicado.