"Sigue presentando mejores sensaciones en puntuación que en juego; quizá sea éste el proceso por el que debe pasar para que ambos factores se unan en busca de ese play off", afirma el periodista Chema Díez
El tiempo y el proceso son dos premisas de las que el fútbol se ha olvidado ya hace mucho tiempo, pero son la base del presente y del futuro de cualquier equipo. La inmediatez y el cortoplacismo están cercenando muchos proyectos que pueden llegar a buen final, pero que no tienen el desarrollo que exige un deporte en el que existen tantas variantes como el fútbol.
Por ello, y seguro que será así, el momento de juzgar la temporada de Unionistas será cuando la jornada 38 toque a su fin, y poder comprobar si se han cumplido o no las expectativas y, en caso de no haberlo hecho, incluso analizar si el equipo merece un proyecto de futuro con los mimbres de la actual. Para eso, aún queda un largo camino por recorrer, en el que puede ser el primer play off de ascenso a Segunda División logrado por el club nacido en homenaje a la extinta UD Salamanca.
En la fecha actual, la temporada de Unionistas se puede considerar como muy buena; en la jornada 16 del Grupo I de Primera RFEF, el conjunto de Dani Llácer cuenta con 22 puntos en su casillero y se mantiene a tres puntos de los puestos que dan derecho a jugar una fase de ascenso, que sería un nuevo hito en su breve pero intensa historia, algo que es el sueño de todos los propietarios del club.
Este hecho, sin embargo, no empaña que en muchos partidos Unionistas no está mostrando su mejor cara en lo que a juego se refiere, con encuentros en los que ha sido muy plano, ha tenido poca profundidad y no ha dado todo lo que se espera de él; a esto hay que sumarle que fuera de casa le cuesta mucho mantener el resultado a favor y no es capaz de sumar de tres en tres lejos del Reina Sofía.
En su estadio, es cierto que el equipo muestra una mejor versión en cuanto a resultados, aunque hay fases del juego en las que debe recuperar su dinamismo, su velocidad y su capacidad para ir más a por los partidos; dicho todo ello como una crítica constructiva hacia un equipo, que sigue presentando mejores sensaciones en puntuación que en juego. Y eso, al final, es lo que manda en el mundo del fútbol; quizá sea éste el proceso por el que debe pasar Unionistas para que ambos factores se unan en busca de ese play off.
Y, cómo no, Unionistas sí mostró su mejor versión (un año más) en su competición fetiche, que no es otra que la Copa del Rey. Fue inmensamente superior al Utebo en la primera ronda, equipo al que derrotó con una claridad aplastante, y el sorteo la deparó la visita de otro Primera División a Salamanca después de Real Madrid, Elche, Villarreal y FC Barcelona, como es el Rayo Vallecano, además de Sporting de Gijón y el Deportivo de la Coruña. Casi nada para un club con diez años de historia.
En esta ocasión, no pudo ser, pero la imagen proyectada por Unionistas volvió a ser excelsa y tan solo la falta de acierto, la mayor calidad de un Primera como el Rayo y la actuación arbitral privaron al club de otro hito más para dar continuidad a su idilio con la competición del ‘KO’.
Quizá ni los más optimistas del lugar pudieron llegar a pensar todo lo vivido en esta primera década de vida, pero ha sido real. Todo ello porque en la mayoría de las ocasiones el tiempo y el proceso encontraron su lugar para unirse e ir de la mano para llevar a Unionistas a conseguir más de lo previsto. Y eso, según está el fútbol en estos momentos, tiene mucho mérito. Realizar una crítica no significa que se haya acabado el tiempo, todo lo contrario.
Chema Díez, periodista