En 2025 se instalará en el Paseo Fluvial un monumento que representa la escalera de Matahusen, para recordar a los salmantinos que pasaron por los campos de concentración nazis.
Un total de 36 salmantinos, incluida una mujer, perdieron la vida en campos de concentración nazis. A 22 de ellos se les ha realizado un homenaje con la instalación de 'stolpersteine', placas que recuerdan a las víctimas del nazismo que sufrieron la deportación a campos de concentración.
Hay más de 100.000 'Stolpersteine' colocadas en unas 1.800 localidades de 30 países. En España se han instalado ya más de 500 y en nuestra provincia, como indicábamos, 22, aunque la Asociación Salamanca Memoria y Justicia, que en este 2024 ha celebrado su 20º aniversario, sigue trabajando para que también se pueda recordar a los 14 salmantinos restantes.
Es uno de los temas de los que hemos hablado con Julio Fernández, profesor de la Facultad de Derecho de la USAL y presidente de la citada asociación, que también avanzaba que el próximo año contarán con un extenso programa de actividades, desde conferencias a la proyección de documentales o películas, así como debates y homenajes.
Además, en ese contexto ya hay un compromiso del Ayuntamiento de Salamanca para que en la primavera de 2025 se instale en el Paseo Fluvial un monumento que representa la escalera de Matahusen, que se realizarán en piedra de Villamayor, para recordar a los salmantinos que pasaron por los campos de concentración nazis.
¿Cómo se presenta el próximo año para la Asociación Salamanca Memoria y Justicia? ¿Continuarán con los homenajes a los salmantinos muertos en campos de concentración nazis?
Es uno de los proyectos que evidentemente sí que vamos a continuar. Es una actividad que está financiada en parte por la Diputación Provincial y por los Ayuntamientos. Se trata de un homenaje a los salmantinos que sufrieron las consecuencias de los campos de concentración nazis. La inmensa mayoría de ellos salieron de España al exilio al finalizar la guerra civil, muchos de ellos participaron en el Ejército Republicano y fueron considerados enemigos políticos por los nazis.
¿Cuántas placas se han instalado hasta ahora y cuántas quedan por colocar?
Hasta ahora se han colocado 22 placas, 5 en Salamanca y 17 en varios municipios de la provincia. Nos quedan 14 por instalar, y agradecemos a la Diputación por su apoyo en la financiación de las piedras y la instalación.
¿Cómo ha sido la acogida de estos homenajes en los municipios?
La acogida ha sido muy buena en todos. Es importante recordar que estas personas sufrieron las consecuencias de la dictadura y que no hay colores políticos en este homenaje. La ideología no tiene nada que ver con el sufrimiento que padecieron.
¿Están localizadas todas las familias de los homenajeados?
Muchas familias están localizadas, aunque otras no. Hemos recibido agradecimientos de algunos municipios que desconocían el origen de estas personas, como en Robliza de Cojos o en Villavieja de Yeltes, y han comenzado a investigar en los archivos municipales.
¿Qué planes tiene la asociación para continuar con la investigación sobre las víctimas?
La asociación tiene previsto terminar la investigación con el historiador Hilario Hernández, que es miembro de nuestra junta directiva, quien está buscando información e los españoles de Mauthausenen el archivo Amical de Barcelona d, donde estuvieron la mayoría de los españoles. Queremos hacer una publicación sobre todos los salmantinos que sufrieron en los campos de concentración.
Además, la Asociación sigue trabajando para recuperar cuerpos de víctimas de la guerra civil ¿Qué dificultades hay en esa tarea?
Las exhumaciones son complicadas y costosas. Aunque tenemos mapas que indican posibles ubicaciones, no siempre son precisos debido a cambios en el paisaje y carreteras, hay que mirar en el Catastro antiguo para averiguarlo. Necesitamos subvenciones para llevar a cabo estas investigaciones, y la situación se ha paralizado en los últimos años, porque la mayoría de esos fondos vienen de la Junta y eso se paralizó con la coalición PP-Vox. Esperamos que se retomen.
¿Cuál es la cifra de salmantinos que murieron durante la guerra civil y cuántos cuerpos aún no han sido recuperados?
En Salamanca se estima que hubo entre 1.200 y 13.00 asesinados, entre las sacas de la cárcel, los juicios sumarísimos... Muchos cuerpos aún están sin recuperar, y estamos trabajando en casos específicos, como el de Atilano Coco, con la ayuda de la Iglesia Anglicana, que tenía datos de donde estaba su cuerpo, pero se han hecho excavaciones de fincas enteras y no se ha encontrado nada, ahora no están tan seguros, pero estamos dispuestos a ello si tienen algún dato más.
Pero seguir encontrando cuerpos es un tema primordial. Hay un caso muy curioso en La Fregeneda, donde fusilaron al secretario y al alcalde y este año pasado en unas obras entre el límite de este municipio e Hinojosa encontraron unos restos humanos que están depositados allí, bajo orden del juez de Vitigudino, y no sabemos más. Incluso los descencientes están dispuestos a hacerse la prueba genética.
¿Cuál es la reacción en los pueblos cuando se investigan esos casos de asesinados durante la guerra civil o el periodo posterior?
A veces hay reticencias, incluso ha habido familias de algunas víctimas que no han querido saber absolutamente nada. También es cierto que hay concienciar a los Ayuntamientos, pero en el tema de la guerra civil y de la dictadura franquista son más reacios pero bueno, yo creo que si que hay colaboración en general.
¿La sociedad actual ya pasa de todo esto?
Ha habido momentos en los que la sociedad ha dado un poco la espalda a todo esto, pero creo que ahora está volviendo a reconocer que hay que dignificar a esas personas como les corresponde, como a cualquier ser humano, es que me da lo mismo que fueran del bando que fueran.
Sabemos que los del bando nacional fueron homenajeados. Cuando hablan de Paracuellos, yo digo que que lo de Paracuellos fueron asesinatos tan viles como el resto. Me da lo mismo lo de Paracuellos que lo de la Plaza de Toros de Badajoz, donde fusilaron a 4.000 personas el 15 de agosto del 36, fueron crímenes horrendos. Eso está muy claro. En la guerra civil se cometieron barbaridades por los dos lados. Pero cuando acabó la guerra ni llegó la paz, ni reconciliación, ni absolutamente nada. Después, en la posguerra, ¿cuántos crímenes se cometieron? En eso yo creo que tenemos que estar en contra todos, me da igual que sean de derechas, de izquierda o medio pensionistas.
Y para terminar, ¿qué papel juegan en este contexto los jóvenes actuales?
He notado un incremento en la implicación de los jóvenes en los últimos años. La concurrencia en nuestras actividades ha aumentado, lo que indica que la sociedad está reconociendo la importancia de dignificar a estas personas, independientemente de su bando político.
Creo que es fundamental que los jóvenes conozcan la historia de sus abuelos. Debería ser una materia obligatoria en los colegios e institutos. En otros países, como Francia, se aborda de manera más abierta y se crean museos y espacios de memoria.
Fotos de Vanesa Martins