Es una de las cinco turroneras que se encuentra en los soportales de San Antonio y mantiene viva esta dulce tradición
Toñi lleva siendo turronera toda su vida, más de treinta años viniendo a los soportales de San Antonio. Una herencia familiar que lleva con mucho orgullo, algo que se le nota en la mirada cuando recuerda sus inicios. “Primero venía con mi madre y después, yo sola, ya llevo más de 30 años”, nos explica.
Un largo tiempo que ha visto evolucionar la ciudad, a su gente, sus cambios… pero con algo que sigue igual: la fidelidad por los productos navideños de la sierra. “La gente de Salamanca sigue siendo fieles, siempre han estado y siguen estando ahí”, asegura.
Charlando con ella, recuerda uno de los momentos más duros que ha vivido la sociedad: la pandemia de la Covid 19. “Como anécdota recuerdo que pudimos venir y montar los puestos ya que estábamos al aire libre y con distancia”, asegura. “Nos sorprendió que la gente siguiera bajando, con todas las medidas como mascarillas y guantes y en menor medida, pero incluso en ese momento fueron fieles a las turroneras”, recuerda.
Tras tantos años, mantener y seguir con esta tradición para ella lo es todo. “Es una alegría, es un producto que ya elaboraba mi abuela, después mi madre y ahora yo. Me siento muy satisfecha de seguir con ello”.
De cara al futuro “no sabemos si continuará, pero nunca digamos de esta agua no beberé”, concluye.