Se trata de un centro dinámico y adaptado a la modernidad en la atención y trato de sus residentes
Residencia y Centro de Día ‘Gerialba’ abrió sus puertas en Alba de Tormes un mes de julio de 2008. Dieciséis años después, ‘Gerialba’ se ha convertido en una referencia en la atención a personas mayores en la villa ducal y proporciona empleo a 24 personas, que bajo la coordinación de Marta Rodríguez, dan lo mejor de si mismos para atender a 56 residentes.
Médicos, enfermeros, fisioterapeutas, nutricionistas, cocineras y terapeutas ocupacionales velan día y noche por el bienestar total de sus residentes. La mayoría de los residentes pertenecen a Alba de Tormes y su comarca, pero también destaca la gran presencia de residentes de la capital salmantina.
Hay cuatro pilares fundamentales que distinguen y caracterizan los servicios que presta. En primer lugar Marta Rodríguez destaca el ambiente familiar que reina en sus dependencias “al tratarse de una residencia de pequeña capacidad”, lo que facilita una “atención personalizada” de sus usuarios.
La terapia ocupacional es otro de los puntos fuertes de Gerialba. “Apostamos por una persona a jornada completa porque para nosotros es clave mantener y promover la independencia de los residentes en las actividades de la vida diaria”, detalla Marta Rodríguez.
Además de ser una residencia privada, Gerialba cuenta con 15 plazas de cesión publica con la Junta de Castilla y León, destinadas a personas que quieran solicitar plazas subvencionadas.
Gerialba es más que una residencia. También es un centro de día, 24 horas al día, durante los siete días de la semana. Desde Gerialba se adaptan a las necesidades de las personas con el objetivo de mejorar la calidad de vida pudiendo aprovechar todas las actividades y servicios que se proporcionan desde la residencia.
Si una palabra define a ‘Gerialba’ esa es dinamismo. Desde primera hora de la mañana y tras el desayuno abundan las actividades y tratamientos individualizados como reanudación a la marcha, uso de paralelas, ejercicios físicos.
La comida se hace en dos turnos, el primero para las personas más dependientes y el segundo, un turno más general. El día antes, hay residentes que pueden elegir el menú que quieren comer, a elegir entre dos alternativas diferentes.
Tras la comida, relax y siesta. Por la tarde, de 4 a 8 de la tarde, los residentes disfrutan todo tipo de actividades: cine, taller de cocina, juegos dinámicos como Pasapalabra y bingo de canciones y otros talleres acordes a la época del año o a la conmemoración de cada día.
‘Gerialba’ trabaja para que cada residente viva como en su casa, con sus hábitos y costumbres. No existe un horario estricto, sino flexible y adaptado a cada persona dentro de un orden adecuado.