Seis de cada diez mujeres han tenido que renunciar a oportunidades de promoción formativa o profesional tras convertirse en madres
Un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Salamanca, compuesto por Sara Serrate, Agustín Huete, José Manuel Muñoz, Judith Martín, David Caballero y Jesús Ruedas, ha arrojado luz sobre la percepción que tienen los jóvenes españoles sobre la familia en el contexto actual. Este proyecto fue seleccionado en la convocatoria Flash de la Fundación La Caixa sobre la realidad social de las personas jóvenes y se basa en una encuesta a dos mil jóvenes de entre 16 y 32 años.
El estudio destaca que la forma de vivir de los jóvenes está en constante evolución, influenciada por avances económicos, laborales, sociales y tecnológicos. Los investigadores subrayan que los jóvenes son el motor de esta transformación y desempeñarán un papel crucial en la articulación de nuevas formas de convivencia y relación familiar.
Entre las principales conclusiones del estudio, se destaca que nueve de cada diez jóvenes consideran que la familia de origen es muy importante en sus vidas, y ocho de cada diez la ven como un referente a la hora de formar su propia familia. Más de la mitad de los encuestados manifestaron su intención de construir una familia basada en el matrimonio, aunque las razones para casarse varían; algunos lo hacen por deseo de mantener la tradición, mientras que otros rechazan la institución matrimonial, sintiéndose cómodos en su situación actual.
El estudio también revela que solo el 16% de los jóvenes encuestados tienen hijos, y que seis de cada diez mujeres han tenido que renunciar a oportunidades de promoción formativa o profesional tras convertirse en madres, en comparación con tres de cada diez hombres.
Además, los jóvenes expresan que estarían dispuestos a tener más hijos si se implementaran mejores medidas de conciliación, se generalizara el teletrabajo y se facilitaran condiciones para acceder a una vivienda propia.
En cuanto a sus preferencias de vivienda, los jóvenes desean residir en zonas con servicios básicos, en propiedades cercanas a familiares o amigos, y aspiran a un modelo familiar que combine autonomía individual con responsabilidad compartida en los cuidados. Casi la mitad de los encuestados se comprometieron a cuidar de sus padres en caso de dependencia, optando por convivir con ellos.
Este estudio proporciona una valiosa perspectiva sobre las expectativas y desafíos que enfrentan los jóvenes en la construcción de sus propias familias, reflejando un cambio significativo en los valores y estructuras familiares en el siglo XXI.