El objetivo es recoger donaciones de juguetes educativos, sostenibles y no bélicos, priorizando aquellos destinados a bebés y adolescentes
Con el lema “Forma parte de sus sueños”, Cruz Roja Salamanca inicia su tradicional campaña navideña para ayudar a las familias con dificultades sociales. Este año, la organización se propone hacer llegar juguetes nuevos a cerca de 1.000 niños y niñas de la provincia, garantizando así su derecho al ocio y al juego.
La presidenta de Cruz Roja en Salamanca, Isabel Campo, destacó la importancia de la solidaridad de la comunidad, que cada año crece en apoyo.
Los ciudadanos, empresas y clubes deportivos pueden contribuir entregando juguetes nuevos en los diferentes centros de Cruz Roja en Salamanca y su provincia. Además, este año se introduce el “Árbol de las ilusiones”, donde las empresas podrán recibir cartas de los menores para hacer realidad sus deseos de forma personalizada.
La responsable de Cruz Roja Juventud en Salamanca, Nuria Martín, recordó la necesidad de que sean educativos, para jugar en grupo y sostenibles preferentemente, y que no sean bélicos ni sexistas. “No creemos en infancias de primera y segunda categoría. Por eso, por equidad y no discriminación y para favorecer que estrenen juguetes como cualquier niño se piden también que sean juguetes nuevos y no usados”, agregó Martín, que apuntó la necesidad en esta campaña de más juguetes específicos destinados a bebés de 0 a 3 años y para adolescentes.
Las personas pueden entregar sus juguetes nuevos en las asambleas y centros de Cruz Roja:
En Salamanca capital:
En la provincia:
Puntos de recogida en grandes superficies
Las empresas, entidades y clubes deportivos que se quieran sumar a la campaña pueden contactar con Cruz Roja para colaborar. Este año como novedad, Cruz Roja lanza el ‘Árbol de las ilusiones’, de forma que la organización entregará a las empresas y entidades que lo soliciten, las cartas escritas por los menores a los que atiende en la provincia para que puedan hacer realidad su ilusión de forma más personalizada.
Foto de Miguel González