Obras originales que podrán contemplarse hasta el 19 de enero en las Escuelas Mayores
La Universidad de Salamanca exhibe 25 volúmenes de su Biblioteca General Histórica censurados durante la Edad Moderna en la exposición abierta al público ‘Libros prohibidos. Herejía y censura en la Edad Moderna’, organizada por la Biblioteca General Histórica y el Seminario de Estudios sobre el Renacimiento de la Universidad Autónoma de Barcelona, en colaboración con la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación, dependiente del Vicerrectorado de Transferencia, Innovación y Emprendimiento
En este sentido, la Bula Exsurge Domine (1520), uno de los pocos ejemplares existentes en las bibliotecas españolas y respuesta oficial de la Santa Sede al desafío de Martín Lutero, es una de las obras originales del fondo bibliográfico de la USAL que podrán ser contemplados ahora y hasta el próximo 19 de enero en la Sala de la Columna de las Escuelas Mayores, entre otros tesoros bibliográficos singulares de la USAL como índices de libros prohibidos del siglo XVI o un muestrario de páginas tachadas y retratos de herejes marcados de la misma época.
Eduardo Azofra, delegado del rector para Patrimonio; Margarita Becedas, directora de la Biblioteca General Histórica; Raúl Rivas, director del Servicio de Producción e Innovación Digital; y María José Vega, catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona y comisaria de la muestra, fueron los encargados de presentar hoy esta exposición que propone una breve guía para comprender un momento crítico en la historia de Europa: el de la fractura confesional de la Reforma, la consolidación de la imprenta y la invención de los índices de libros prohibidos, que aspiraban a contener y erradicar la difusión de las nuevas herejías.
Así, a lo largo de su recorrido, la propuesta expositiva invita a reparar en el vínculo entre disenso y censura en la primera Edad Moderna, a reflexionar sobre la conformación de las políticas de gestión y control de las conciencias, y a percibir el libro y la página impresa como un espacio en conflicto, en el que son visibles las huellas de la confrontación política y doctrinal.
Dividida en cuatro partes, la primera de ellas, “La tempestad de los herejes”, está dedicada a la expansión fulgurante del luteranismo y los movimientos de contestación religiosa en Europa. La segunda, titulada “Los índices de libros prohibidos”, versa sobre los índices de libros prohibidos y aquellos otros expurgados, aquellos que prohibían un libro solo parcialmente y prescribían la eliminación de aquellas páginas que juzgaban dañosas y enfermas.
“La mano del censor” es el nombre de la tercera parte de la exposición, en la que se muestran las cicatrices y tachaduras de los libros prohibidos por Roma y, más tarde, expurgados por la Inquisición española. En el último apartado, “La respuesta católica en la Contrarreforma”, se explora un motivo recurrente en la literatura y el arte de la Contrarreforma: la representación del triunfo de la Iglesia sobre sus enemigos y, ante todo, sobre la herejía, que solía figurarse como una anciana semidesnuda, encadenada, con un libro en la mano del que nacían serpientes o con víboras por cabellos, como bien puede contemplarse en el recorrido.
Junto a la anteriormente mencionada Bula Exsurge Domine, la exposición exhibe una serie de elementos destacados como, la ‘Colección de índices de libros prohibidos’, que permite trazar un completo recorrido por la historia de la censura hispana, con índices que van desde 1554 a 1790. De entre los ejemplares sobresale la presencia de un temprano índice de biblias de 1554, en cuya elaboración participó activamente la propia universidad.
Así como un ‘Muestrario de libros expurgados’, que exhibe tan solo una mínima parte de los que posee la Biblioteca General Histórica de la USAL y que enseña cómo la censura se ejerció sobre temas muy variados (vidas de santos, superstición, historia, derecho o política) con métodos de expurgo diversos: desde meras señales o leves tachaduras que dejaban casi al descubierto los textos expurgados, hasta encolados, páginas arrancadas y toda clase de mutilaciones.
Po último, el visitante podrá contemplar un mapa hábilmente manipulado, un ejemplar muy raro del famoso Atlas de Mercator-Hondius (1604) cuyo original adornaba el plano del lago Léman y de la ciudad de Ginebra con los retratos de Calvino y de otros cuatro calvinistas ilustres. La franja inferior que contenía estos retratos dejó muy pronto de imprimirse para facilitar la circulación del Atlas en el mercado católico, pero en el ejemplar de la Universidad de Salamanca fue expurgada superponiendo una bella y elaborada cenefa bermellón con delicados ornamentos florales. El resultado es una página única, que conjuga manuscrito e impreso, y en la que la censura es difícil de detectar: para recuperar algunos de los retratos subyacentes ha debido recurrirse a la fotografía de luz blanca.
La exposición ‘Libros prohibidos. Herejía y censura en la Edad Moderna’ se ha realizado en el marco del proyecto de Prueba de Concepto “Censura, expurgación y lectura en la primera imprenta. Los índices de libros prohibidos y su impacto en el patrimonio textual”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y desarrollado por el Seminario de Estudios sobre el Renacimiento de la Universidad Autónoma de Barcelona bajo la dirección de la catedrática María José Vega.
El proyecto reúne un equipo de quince investigadores procedentes de seis universidades españolas (UAB, UAM, UB, UCM, UdC, USAL) y de cinco universidades de Italia, Francia, Alemania, Bélgica y República Checa.
Fuente USAL / Foto de Víctor Jiménez