A José A. Lorenzo le mataron el mismo día que fue liberado el campo de Bergen-Belsen, y José Manuel Criado Sánchez fue asesinado en una cámara de gas del castillo de Hartheim
El próximo sábado 16 de noviembre de 2024, las localidades de Sanchón de la Sagrada y Robliza de Cojos rendirán un emotivo homenaje a dos salmantinos, José Apolinar Lorenzo Hernández y José Manuel Criado Sánchez, que sufrieron las atrocidades de los campos de concentración nazis. Este homenaje se llevará a cabo a través de la instalación de stolperstein, o piedras de la memoria, que servirán como recordatorio de sus trágicos destinos.
El acto en Sanchón de la Sagrada comenzará a las 11:30 h, seguido por el homenaje en Robliza de Cojos a las 13:30 h. Estas ceremonias no solo buscan honrar la memoria de estos hombres, sino también visibilizar las penurias que enfrentaron durante uno de los capítulos más oscuros de la historia.
José Apolinar Lorenzo Hernández, nacido el 20 de octubre de 1921 en Sanchón de la Sagrada, se vio obligado a abandonar su hogar a una edad temprana. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la Resistencia Francesa, pero fue capturado por las fuerzas alemanas en 1944.
Tras ser encarcelado en Fort Hatry, fue deportado al campo de concentración de Neuengamme, donde se convirtió en el último salmantino en ser enviado a un campo nazi. Su destino final fue el campo de Bergen-Belsen, donde, a la edad de 23 años, se convirtió en una víctima más de la barbarie nazi, falleciendo el 15 de abril de 1945, coincidiendo con la liberación del campo.
Por otro lado, José Manuel Criado Sánchez, nacido el 27 de febrero de 1913 en Robliza de Cojos, vivió una vida marcada por la lucha y el sufrimiento. Tras participar en la Guerra Civil Española, se exilió en Francia, donde fue capturado por los nazis y enviado a Mauthausen.
Después de meses de trabajos forzados y condiciones inhumanas, fue trasladado al subcampo de Gusen y finalmente al castillo de Hartheim, donde fue asesinado en una cámara de gas el 19 de diciembre de 1941, a la edad de 27 años.
Ambos homenajes buscan no solo recordar a estos hombres, sino también reflexionar sobre las atrocidades que sufrieron y la importancia de mantener viva la memoria histórica. La instalación de las piedras de la memoria será un acto de reconocimiento y respeto hacia aquellos que vivieron el horror de los campos de concentración, asegurando que su sacrificio no sea olvidado.