Después de 13 años de dedicación como pediatra, esta médica natural de Vitigudino decidió dar un giro a su carrera y a través de la ONG Pata Pila, ha trabajado con los niños en comunidades originarias de Argentina, especialmente en la frontera con Bolivia
Patricia González, pediatra salmantina y natural de Vitigudino, se define en su blog ‘Los viajes de Etheria’ como una persona curiosa y adicta a los viajes, la investigación y las aventuras. Sin embargo, ella misma reconoce que describirse a ella misma es un desafío. Una frase que la representa es ‘Movimiento y evolución’, que refleja su deseo constante de aprender y adaptarse a nuevas situaciones. Aunque su pasión por viajar la lleva a explorar nuevos horizontes, Patricia también siente un profundo amor por su hogar, disfrutando de los momentos de reencuentro con su familia y amigos. Como ella misma dice, “nunca olvides de dónde vienes”, lo que resalta su conexión con sus raíces.
Después de 13 años de dedicación como pediatra, Patricia decidió dar un giro a su carrera tras aprobar una oposición, sintiendo que era el momento adecuado para embarcarse en nuevos proyectos. Así fue como descubrió la ONG Pata Pila, “una organización pequeña pero comprometida”, que cuenta con alrededor de 80 trabajadores y se enfoca en combatir la desnutrición infantil en comunidades originarias de Argentina, especialmente en la frontera con Bolivia. “Pata Pila cuenta con un equipo multidisciplinario que trabaja incansablemente en tres centros del norte argentino y en Mendoza, donde realizan valoraciones nutricionales y ofrecen apoyo social y educativo a los niños y sus familias. La ONG se sostiene gracias a donaciones y fondos por proyecto, lo que permite la continuidad de su labor”, explica.
Su primer viaje como voluntaria fue precisamente con esta ONG, una experiencia que la marcó profundamente. Durante su estancia en la comunidad guaraní de Yacuy, Patricia se sumergió en la vida cotidiana de la comunidad, convirtiéndose en parte de ella. A menudo, fue la única voluntaria, lo que le permitió integrarse plenamente en los equipos de atención. Su trabajo consistía en realizar valoraciones nutricionales y explorar la salud de los niños, lo que le brindó la oportunidad de ver de cerca las realidades que enfrentan estas comunidades. Los fines de semana, disfrutaba de momentos de conexión con la comunidad, compartiendo comidas, fiestas y partidos de fútbol, lo que le permitió crear lazos significativos y memorables.
Una de las experiencias más enriquecedoras fue la llegada de un grupo de 30 voluntarios de diferentes edades y perfiles, que colaboraron en diversas actividades. Patricia se sintió inspirada al ver cómo la energía colectiva de estos voluntarios se traducía en talleres, charlas y juegos, creando un ambiente de camaradería y aprendizaje. Durante sus tres meses en Yacuy, también tuvo la oportunidad de explorar partes del país durante sus semanas de vacaciones, lo que le permitió enriquecer aún más su experiencia.
Lo que más satisface a Patricia de su labor como voluntaria es la capacidad de generar un impacto positivo en las vidas de las personas y comunidades con las que trabaja. La gratitud y las sonrisas de los niños y sus familias son un regalo invaluable que la motiva a seguir adelante. Como pediatra, siente una profunda satisfacción al ver cómo los niños mejoran su nutrición y se recuperan de enfermedades que antes no habían recibido atención. Sin embargo, también enfrenta un sentimiento de frustración al reconocer que la atención que reciben debería ser mejor. A pesar de esto, Patricia afirma que, en su experiencia, recibe mucho más de lo que da, llevándose consigo amistades, aprendizajes y momentos que atesorará para siempre. Su deseo es regresar a Argentina con Pata Pila en enero de 2025, lo que demuestra el impacto duradero que esta experiencia ha tenido en su vida.
Mientras habla con SALAMANCArtv AL DÍA, Patricia se encuentra en el aeropuerto, regresando de un viaje a Senegal, donde ha tenido la oportunidad de conocer las maravillas de este país y sus gentes gracias a la ONG Camina Senegal. Este viaje le ha permitido acercarse a diferentes proyectos y vivir nuevas aventuras, reafirmando su amor por los viajes y su compromiso con el voluntariado. Su vida es un testimonio de cómo el movimiento y la evolución pueden llevar a experiencias transformadoras, tanto para ella como para las comunidades que toca.