“Lo más duro, sin duda, es la atención a los niños y sus familiares”, aseguran los profesionales de Cuidados Paliativos en Salamanca

El servicio de Cuidados Paliativos en Salamanca realiza una labor encomiable para pacientes y familiares. Como hemos conocido en un reportaje con el Dr. Francisco Javier Vara, jefe del servicio en el Hospital de Salamanca, en la actualidad atienden a cerca de 1.500 pacientes.

Junto a él, un equipo de profesionales y voluntarios trabajan de forma conjunta con pacientes y sus familias. “Visto desde fuera parece un trabajo complicado. Desde dentro, también es duro”, asegura el Dr. Vara. “Los profesionales que se dedican a los cuidados paliativos son de una pasta especial, en la unidad se respira alegría ya que casi siempre se consigue aliviar el sufrimiento del enfermo y sus familiares”.

Trabajan de forma coordinada para ello médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, capellanes, TCAE o celadores, unidos a psicólogos. “Se trata de grandes profesionales, con vocación de cuida, y con una vulnerable humanidad que hace que el cuidado de cada miembro del equipo sea imprescindible”, remarca.

Un trabajo complicado y en el que “lo más duro, sin duda, es la atención a los niños y sus familiares. Es imposible afrontar el sufrimiento de un padre o una madre, sin una implicación emocional importante. El trabajo en equipo es el pilar que nos sostiene en esos momentos. Y cuando todo acaba, la sensación de haber echado el resto y el agradecimiento de los familiares compensa todo el sufrimiento”.

La compasión, característica fundamental del equipo

Todos los profesionales que se dedican a los Cuidados Paliativos tienen una característica común: “la compasión, entendida como el reconocimiento del dolor ajeno que nos mueve a intentar aliviarlo”.

También hay una formación específica que pasa por la realización de un master en Cuidados paliativos, las estancias formativas en unidades específicas y la propia formación continuada dentro de la unidad. “En Salamanca se ha creado una masa crítica que enciende la humanidad de las nuevas incorporaciones”, afirma el profesional.

En el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se celebró hace unas semanas, han tenido como objetivo que se entienda “que el 75% de las personas vamos a fallecer por una o varias enfermedades crónicas evolutivas, que conllevan inevitablemente momentos de crisis y de seria confrontación con la situación personal”. En estas circunstancias “el control del dolor es fácil, lo difícil es aliviar el sufrimiento y para eso están los Cuidados Paliativos”.

Por ello, los profesionales de esta área “tenemos que darnos cuenta que en el curso de la enfermedad llega un momento en que algunos procedimientos terapéuticos y diagnósticos ya no son necesarios, hay que saber parar y hay que saber también dejar en paz y pensar en los beneficios de los Cuidados Paliativos”, concluye.