El proceso de unión con la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES) ha sido el detonante: "No se puede estar sometido a la presión a la que hemos estado sometidos en el último mes, esto no se lo merece nadie"
El presidente de CEOE-Cepyme Salamanca, Diego García, ha presentado su dimisión en la asamblea general extraordinaria celebrada este jueves, tal y como ha adelantado SALAMANCArtvALDÍA antes de la confirmación oficial por parte del propio García en una rueda de prensa junto al resto del Comité Ejecutivo, que ha dimitido en bloque.
El proceso de unión con la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES) ha sido el motivo de estas dimisiones. "No se puede estar sometido a la presión a la que hemos estado sometidos en el último mes, esto no se lo merece nadie", ha afirmado el hasta hoy presidente de CEOE-Cepyme Salamanca, que ha recordado que "cuando entramos hace tres años ya dijimos los que queríamos hacer; nuestra máxima finalidad siempre ha sido, entendemos que no puede ser de otra manera, que en Salamanca solo hubiese una única representación patronal", pero, tras la votación en la asamblea y la falta de apoyos, han decidido presentar su dimisión.
Diego García ha explicado que 81 representantes de la asamblea de la confederación pidieron una serie de puntos en el orden del día. "Teníamos que convocar la asamblea e incluir esos tres puntos, aunque no los compartíamos. Más que una asamblea lo que querían era una ruptura en las negociaciones con CES y se pedía una sanción al presidente, era más bien una moción de censura". Aún así, "respaldado por mi comité ejecutivo, al que agradezco todo el apoyo que siempre me ha prestado, decidimos convocar esa asamblea, con algún punto más, como la propuesta de las negociaciones que se tenían para la reunificación de la dos confederaciones".
Desde la elección hace tres años, ha recordado, "ya dijimos los que queríamos hacer; nuestra máxima finalidad siempre ha sido, entendemos que no puede ser de otra manera, que en Salamanca solo hubiese una única representación patronal. Por lo tanto, empezamos con la firma de un manifiesto de intenciones y continuamos, desde todos los puntos que podíamos hacer, con una negociación para conseguir esa unión empresarial. Siempre lo hemos hecho con el respaldo del consejo directivo de la casa, pero en las negociaciones para llegar a consensos es necesario a veces realizar cesiones; hoy nos ha puesto de manifiesto nuestra asamblea que no respaldaba del todo los consensos que nosotros habíamos obtenido".
En la asamblea se ha realizado una votación: les han respaldado 89 votos, no les han respaldado 104 y ha habido 12 abstenciones. "La diferencia no es muy grande, pero teníamos claro que nosotros veníamos a unir a las patronales y si no teníamos el respaldo de nuestra casa, nada podíamos hacer", ha lamentado.
García ha recordado que todo el comité y él mismo siempre han estado en puestos de mucha responsabilidad y tienen un gran peso empresarial, pero "no podemos quedarnos en un comité ejecutivo coartado en la toma de decisiones, no puedo estar en ningún sitio en el que solo pueda estar de palmero. Por lo tanto, mi decisión ha sido la de dimitir y respaldada por todo el comité ejecutivo, que hemos dimitido en bloque".
A partir de ahora, se convocarán elecciones y "el nuevo comité tendrá que decidir lo que quiere hacer". Para Salamanca, ha añadido, "hubiese sido muy bueno solo una confederación empresarial. Tenemos que mirar al futuro, hay que perder los miedos y ciertos fantasmas del pasado. Creo que no se puede estar sometido a la presión a la que hemos estado sometidos en el último mes, esto no se lo merece nadie, no podemos tener esa presión; le dedicamos el tiempo que quitamos a nuestras familias y nuestras empresas, de forma altruista".
Desde ahora, García y todo el comité ejecutivo estarán en funciones hasta la celebración de las elecciones. Él ha asegurado que no se presentará, pero que seguirá "en la casa. Damos un paso al lado, a lo mejor vienen tiempos mejores", pero "después de la votación no tenemos la fuerza necesaria para continuar con una negociación que nos iba a estar sometiendo a una observación constante y un ojo crítico inasumible; el que venga tendrá que hacer lo que buenamente pueda o le dejen, y yo, desde luego, apoyaré siempre la unidad en el empresariado de Salamanca. Seguiré luchando porque se vuelva a unir, pero ya no depende de mí". Se abre una nueva etapa y, como ha afirmado, "el tiempo lo dirá".