Para los Colectivos de Acción Solidaria, “ser menos no resta derechos”, y proponen a la Junta de Castilla y León la creación de ‘centros rurales comunitarios’ enfocados a la prevención de la dependencia con servicios socio-comunitarios similares a los ofrecidos en el País Vasco o Cantabria
Colectivos de Acción Solidaria (CAS), entidad del tercer sector constituida hace 35 años por diferentes asociaciones implantadas principalmente en el medio rural de diversas comunidades autónomas del Estado español, lleva años trabajando por una trasformación social efectiva que reconozca las particularidades de entornos rurales menos poblados, adaptando las normativas a estas particularidades y dotando de recursos para salvar los desequilibrios territoriales.
“Por poner un ejemplo significativo –señalan los CAS-, si ponemos el foco en el servicio de ‘centro de día’ para personas mayores que menciona la Ley de dependencia, sería inviable cumplir la norma”.
En este sentido, desde Colectivos de Acción Solidaria proponen la “creación de otro tipo de centros, además de los ya dispuestos como centros asistenciales, que podríamos llamar ‘centros rurales comunitarios’. Estos centros estarían enfocados a la prevención de la dependencia y ofrecerían servicios socio-comunitarios para dar respuesta a otras necesidades de las personas mayores distintas de las asistenciales, tales como las de envejecimiento activo, socialización y participación comunitaria.
Es por ello que desde los CAS:
Para los Colectivos de Acción solidaria son muchas las actividades y servicios que se pueden prestar de manera coordinada para prevenir el envejecimiento tales como terapia ocupacional, estimulación cognitiva, psicomotricidad, gerontogimnasia, fisioterapia, podología, servicios de proximidad de comida y comida a domicilio, información y asesoramiento, talleres intergeneracionales de saber tradicional y trasmisión de la memoria, etc.
“Este modelo es posible –añaden-, puesto que ya existen experiencias piloto en Cantabria y más consolidadas en País Vasco con los centros rurales de atención diurna (CRAD) y algunas experiencias más aisladas que hemos ido poniendo en marcha, supliendo los escasos recursos con una gran dosis de compromiso social, en otras comunidades como Castilla y León”.